CHEMNITZ. LA OTRA ALEMANIA (I)

septiembre 1, 2018

La muerte de un carpintero de 35 años durante una pelea en las fiestas de Chemnitz (Sajonia) ha originado un enorme revuelo en Alemania. La presunta implicación en los hechos de dos ciudadanos de origen sirio e iraquí de 23 y 22 años respectivamente —cuya identidad fue filtrada por un funcionario de Justicia de Dresde—, ha sido utilizada por la derecha populista y las formaciones neonazis para explotar su discurso anti inmigración que vincula a los refugiados y extranjeros con la delincuencia y el crimen organizado. El homicidio, aún en fase de investigación policial, fue instrumentalizado por la plataforma Pro Chemnitz y políticos del partido Alternativa por Alemania (AfD) para promover una campaña de rechazo a la presencia de extranjeros en el país. Pronto se organizó un acto de homenaje al fallecido en el que se mezclaron proclamas xenófobas, con cánticos neonazis y saludos romanos. Entre los centenares de asistentes a la concentración se encontraban diversos neonazis locales y seguidores radicales del Chemnitzer FC.

Manifestantes protestando ante la estatua de Karl Marx en Chemnitz el pasado 27 de agosto. Paradójicamente, el monumento clama por la unidad de acción de todos los trabajadores, indistintamente de su nacionalidad

EL USO DE LA XENOFOBIA COMO ARMA ELECTORAL

Uno de los primeros en aprovechar la coyuntura fue Markus Frohnmaier, diputado de AfD, quién desde su perfil en las redes sociales llamó a los ciudadanos a tomarse la justicia por su cuenta. Más allá del interés partidista de dichas invectivas, la formación de derecha populista —con la vista puesta en los próximos comicios— pretende consolidar su base electoral en la región, una de las más sólidas del país (en Sajonia AfD es la primera fuerza con un porcentaje que asciende hasta un 27%), fidelizando a sus votantes. Los resultados conseguidos en las pasadas elecciones federales, en los que el partido se aupó hasta la tercera posición sobrepasando a los liberales del FDP y situándose a poco más de 7 puntos de los socialdemócratas, fueron analizados en clave de voto protesta. La gestión de la canciller Merkel durante la crisis económica, sumada a la política de acogida de refugiados y la libertad de voto otorgada a sus compañeros de partido ante el proyecto de ley del matrimonio igualitario propuesto por el SPD (aprobado en junio de 2017) provocó que muchos antiguos votantes de la CDU decidieran castigar a la formación conservadora virando aún más hacia la derecha. El principal beneficiado fue, sin duda, AfD. Por ello ahora, la formación populista trata de conservar su preciado botín y consolidar su proyecto político, más aún si cabe tras la escisión que provocó su antigua jefe de filas, Frauke Petry, cuando a finales de 2017 abandonó la formación y creó Die blaue Partei.

Otro elemento que puede favorecer la estabilización del voto populista es la concreción de la Große Koalition, la alianza entre la CDU y el SPD, que puede ser percibida como un acto de supervivencia de la clase política tradicional, léase “casta” según sus críticos, y puede conllevar un desgaste para ambas formaciones. Como apunta en su análisis el historiador Timothy Garton Ash, la Grokoes negativa a largo plazo porque puede impulsar el voto a la derecha populista en detrimento, obviamente, de los socialdemócratas. Según él, una Gran Coalición de los principales partidos de centro-izquierda y centro-derecha tiende a fortalecer los extremos.

«Extranjeros fuera» reza la pancarta da las juventudes del NPD exhibida durante las protestas en Chemnitz

SAJONIA, EL FEUDO GERMANO ORIENTAL DE LA DERECHA RADICAL

Que la derecha populista cuente con unos buenos resultados en Sajonia no es casual. El otrora Estado libre, es uno de los ländergermano orientales que en 1949 quedó encuadrado en la antigua RDA. Durante su etapa comunista, Chemnitz fue denominada Karl-Marx-Stadt. Tras la reunificación en la década de los noventa, sus habitantes —como sucedió con buena parte de los territorios de la antigua Alemania oriental— empezaron a perder poder adquisitivo respecto a sus compatriotas occidentales. Los niveles de pobreza se incrementaban, el desempleo provocó la marcha de los más jóvenes (que se sumaba a las más de 750.000 personas que abandonaron la región tras la reunificación), los pequeños comercios echaban el cerrojo,… la percepción de agravio crecía entre una población que se sentía abandonada por la Administración del Estado, como si fueran ciudadanos de segunda. “Dejadnos en paz con vuestros refugiados e integradnos primero a nosotros” le espetó un manifestante a la ministra del gobierno regional Petra Köpping. Un grito que sintetiza el sentimiento que anida desde hace décadas en una parte importante de la población de Sajonia y se ha convertido en campo abonado para el crecimiento de fuerzas extremistas. Nada nuevo si conocemos la historia del país.

De hecho, Sajonia es junto a Mecklemburgo-Pomerania Occidental, los únicos estados en los que la formación neonazi NPD contaba con representación institucional. También en dicho landemergió Patriotas Europeos contra la Islamización de Occidente (PEGIDA), un movimiento que organizó con cierto éxito de convocatoria marchas anti inmigración en Dresden. En 2015 llegó a reunir a 20.000 personas que exigían “deportaciones masivas inmediatas”, cuyo perfil, según un estudio de la Universidad Técnica de Dresden recogido en el libro La claveguera marródel politólogo Roger Suso, respondía a “hombre, de 48 años, de clase media, sin confesión religiosa, con estudios, con ocupación y con unos ingresos superiores a la media (…) afirmación identitaria y nacionalista, protesta antiestablishmenty frustración ante la unificación”.

marcha de PEGIDA en Dresden. Un manifestante lleva una pancarta con el lema «Señora Merkel. Aquí está el pueblo»

Sajonia fue también el centro de operaciones de Clandestinidad Nacionalsocialista (NSU), la célula terrorista neonazi que actuó durante más de una década sin ser descubierta. Sus miembros protagonizaron una decena de asesinatos, quince atracos y dos atentados con explosivos. Su única superviviente, Beate Zschäpe, fue condenada en julio de 2018 a cadena perpetua por la Audiencia Territorial de Múnich. De hecho, Zschäpe y sus compañeros Uwe Böhnhardt i Uwe Mundlos, llegaron a esconderse en diversos pisos de Chemnitz donde residían neonazis locales para evitar ser detenidos. La misma ciudad en la que habían perpetrado su primera acción en diciembre de 1998, un atraco a un supermercado del grupo Edeka en el cual sustrajeron 30.000 marcos y se dieron a la fuga tiroteando un joven que les intentó perseguir.

 

HOYERSWERDA EN LA MEMORIA

Los sucesos acontecidos estos días en Chemnitz recuerdan a los pogromos que sucedieron en los años noventa en localidades como Rostock o Hoyerswerda. En esta última población de Sajonia en septiembre de 1991 un grupo de neonazis atacó a diversos vendedores ambulantes de origen vietnamita mientras gritaban “Alemania para los alemanes”, “Primero los de casa” o “Fuera de aquí”. Fue el inicio de diversos episodios violentos protagonizados por extremistas, jaleados por decenas de vecinos, como el ataque a un albergue donde residían trabajadores mozambiqueños, el lanzamiento de piedras y cocteles molotov contra un bloque de apartamentos donde se hospedaban solicitantes de asilo, enfrentamientos con la policía, etc. El balance fue de 32 personas heridas y 83 detenidos.

Durante los incidentes el gobierno local evacuó en autobuses a 230 personas procedentes de Rumania, Vietnam, Bangladesh e Irán que fueron reinstaladas en una base militar, mientras decenas de trabajadores extranjeros abandonaban la ciudad por el temor a ser agredidos. Aquello fue considerado por la ultraderecha como una victoria. Algunos residentes, al ser entrevistados por los medios de comunicación, manifestaron que la suya era una ciudad “libre de extranjeros”. En los procesos judiciales posteriores tan solo se emitieron tres condenas por agresiones.

La policia bloquea el paso en las calles de Hoyerswerda en 1991

El gobierno local trató de reducir la incidencia de los neonazis en la ciudad, que pasaron a marcar un perfil más discreto producto de la presión policial. Muchos de ellos hallaron refugio en las gradas del entonces denominado Stadion an der Gellerstraße, el actual Community4you Arena.

Sin embargo, en el año 2006 los fantasmas del pasado volvieron a resurgir cuando los Jungen Nationaldemokraten, la rama juvenil del NPD, organizó una manifestación en recuerdo de los disturbios ocurridos 15 años antes. 200 militantes neonazis recorrieron las calles de la ciudad para “devolver el honor” a los autores de “insurrección contra los extranjeros”.

El racismo y la xenofobia, por tanto, son recurrentes en la región a pesar de que los extranjeros representan el 4,4% de la población que vive en Sajonia (poco más de 4 millones de personas), uno de los porcentajes más bajos de Alemania. Ahora tras casi tres décadas reaparece en Alemania oriental vinculado, paradójicamente, a la muerte de un joven alemán de ascendencia cubana.

La verdadera victoria de los extremistas es haber logrado abandonar su inicial marginalidad para marcar, incluso desde las instituciones, la agenda política del país contando, además, con el beneplácito de parte de la ciudadanía que aplaude sus acciones. Ante la inacción de los partidos tradicionales parte de la población ha encontrado en formaciones como AfD una alternativa. Algo parecido sucedió durante el periodo de entreguerras, cuando la República de Weimar víctima de la crisis económica producto de la postguerra se hundió favoreciendo el ascenso de propuestas radicales como el nacionalsocialismo.


EL BATALLÓN AZOV. UNA FUERZA PARAMILITAR DE EXTREMA DERECHA

junio 27, 2014

Una vez la elección del nuevo presidente de Ucrania, el magnate chocolatero Petró Poroshenko, ha conseguido dejar en un segundo plano la confrontación que sacudió al país y provocó la marcha de Viktor Yanukóvich, las organizaciones y partidos que lograron cierta trascendencia en Maidán han tratado de copar puestos de poder en la administración. Más allá de la inclusión de destacados dirigentes de formaciones como la ultranacionalista Svoboda en el gobierno, otros grupúsculos radicales de extrema derecha, como Pravy Sektor (Sector Derecha) han logrado cierta trascendencia a nivel institucional. De hecho, algunos de sus líderes, como Dmytro Yarosh o Andriy Parubiy –fundador del Partido Nacional Social de Ucrania– han ocupado cargos en la agencia de seguridad gubernamental ucraniana.

escudo Azov

emblema del Batallón Azov que conjuga dos runas habituales del imaginario neonazi

LA CREACIÓN DE UNA FUERZA PARAMILITAR

Mientras estos distintos grupos intentaban colocar a sus miembros en las altas esferas del aparato del Estado, en paralelo, se gestó el denominado Batallón Azov. Esta unidad, dependiente del Ministerio de Asuntos Internos ucraniano, tenía inicialmente su base central en la localidad portuaria de Mariupol, ubicada en el sureste del país a orillas del Mar de Azov, de aquí el nombre de la compañía.

Dicha milicia de voluntarios, cuyo objetivo es la defensa del territorio ucraniano, está comandada por Vladimir Shparo. Fue creada el 13 de abril de 2014 a instancias del por aquel entonces Ministro de Asuntos Internos, Arsen Avakov, miembro de Batkivshchyna (Unión de Todos los Ucranianos ‘Patria’), el partido liderado por Yulia Timoshenko. El decreto fundacional instaba a formar una unidad paramilitar integrada por civiles que podía alcanzar los 12.000 miembros aunque, inicialmente, se restringió a tan sólo 70 efectivos, aunque pronto reunió a medio millar de combatientes. Un proceso de constitución que fue supervisado por Aston Gerashenko. A la misma se integraron ultranacionalistas, militantes de extrema derecha, neonazis y seguidores radicales de fútbol (en su mayoría ultras del Dinamo de Kiev), muchos de los cuales acumularon experiencia en los combates en las barricadas de la plaza Maidán contra los Berkut, los agentes antidisturbios fieles al gobierno presidido por Yanukóvich. Finalmente, la fuerza se formó oficialmente el 5 de mayo, coincidiendo con el auge del conflicto suscitado por los movimientos separatistas pro- rusos de las regiones del este del país.

oleg

Lyashko arengando a los miembros de la unidad en un acto público

Entre los promotores de la unidad, también conocida como los “Hombres de negro” por ir todos sus miembros enmascarados, se encuentran Oleh Lyashko, diputado de la Rada y líder del Partido Radical que consiguió un exiguo 8% de los votos en las últimas elecciones presidenciales, y Dmytro Korchynsky, dirigente de la formación de extrema derecha UNA- UNSO. Aunque a su sombra algunas fuentes apuntan a que el verdadero inspirador del Batallón se encuentra uno de los oligarcas más importantes de Ucrania, Igor Kolomoisky.

Su emblema conjuga la variante horizontal de la runa Wolfsangel, también conocida como Doppelhaken, un símbolo utilizado por la división panzer Das Reich de las SS durante la Segunda Guerra Mundial y que se ha convertido en un distintivo recurrente en el imaginario neonazi actual; junto con la Sonnenrad, la rueda del sol negro, un símbolo esotérico también usado por las SS y el neopaganismo germano.

A pesar de que en un principio su sede se encontraba en Mariupol, la unidad pronto desplazó su cuartel general a la cercana localidad de Berdyansk, también situada a orillas del Mar de Azov.

volunteers

voluntarios del Batallón Azov posando durante un acto ante la prensa

UNA UNIDAD DE REFERENCIA DEL NEOFASCISMO INTERNACIONAL

Una de sus principales características, quizás la que la hace más singular, es la presencia entre sus filas de voluntarios procedentes de Rusia, Suecia, Alemania o Italia. Activistas neonazis de dichos países se han integrado al Batallón para combatir a los rebeldes pro- rusos en las llamadas “operaciones antiterroristas” que la unidad lleva a cabo en zonas como Lugansk o Donetsk. Muchos de ellos son mercenarios, bregados en otras contiendas, que han acudido a la llamada de sus camaradas ucranianos. Este es el caso de Francesco Saverio Fontana, un ultraderechista italiano conocido por el sobrenombre de Stan relacionado con Gabriele Adinolfi, fundador de Terza Posizione y uno de los líderes visibles de la llamada “destra radicale”, y Stefano delle Chiae, notorio neofascista vinculado a las redes clandestinas Gladio y Cóndor y promotor de Avanguardia Nazionale. Fontana, al que algunas fuentes conectan con el servicio secreto italiano, la Agenzia Informazioni e Sicurezza Esterna (AISE), participó en la razzia llevada a cabo por los Hombres de negro en Odessa.

stan

Francesco Saverio Fontana, alias Stan, luciendo una camiseta de Praviy Sektor

Además de Fontana también se ha identificado al francotirador Mikael Skillt, un neonazi sueco militante del Svensksarnas Parti (SvP) –el partido fundado en el 2008 por activistas del Frente Nacional Socialista liderado por Stefan Jacobsson–, como miembro de la unidad. Skillt, ex militar y miembro de la Guardia Nacional Sueca, llegó en marzo de 2014 a Ucrania para colaborar con el grupo neonazi Combat 14, integrado en el partido Svoboda. Durante su estancia en el país participó en la denominada masacre de Mariupol, ocurrida el 9 de mayo de 2014, en la que murieron un centenar de civiles.

A ambos también se han sumado voluntarios neonazis rusos que se han agrupado en denominada Legión Rusa.

Según uno de los promotores del Batallón, el citado Oleg Lyashko, la mitad de los integrantes de la unidad son ex convictos. Un aspecto que el diputado ucraniano consideró poco relevante.

Sin embargo, el Batallón Azov no es el único grupo paramilitar ucraniano que opera en la zona. Desde la insurrección de los pro- rusos se ha creado diversas unidades similares, cómo los batallones Donbas y Dniepr, activos en al área de Donetsk, o las unidades Kiev 1 y Sturm, que han operado en la región de Odessa. En su mayoría están integrados por voluntarios –ex militares, policías o veteranos de Maidán– avezados en el uso de armamento automático. A pesar de ello, cada milicia actua de forma autónoma, un modus operandi que ha generado una descoordinación que los miembros del Batallón Azov consideran caótica y beneficiosa para los intereses de sus adversarios. Una situación que achacan a la ineptitud de los “títeres idiotas de Kiev”.

ultras dynamo kiev integrants Batalló Azov anunciat al faceboom del grup ultra

ultras del Dinamo de Kiev publicitando su integración en el Batallón Azov

LA CONEXIÓN ULTRA

El ascendente del Batallón entre los jóvenes aficionados ultras ucranianos, más allá del encuadramiento de algunos de ellos en la unidad, se evidencia en la recogida de fondos que realizan. Un ejemplo lo tenemos en los ultras del MFC Mykolaiv, el conjunto de la ciudad homónima, que en su momento ya se sumaron a las reivindicaciones de Maidán y en los últimos meses colocaron huchas en distintos lugares, como el bar del Estadio Tsentralnyi, para recaudar dinero para la unidad con la leyenda: “Por favor no olvides a nuestros chicos que están en el frente y necesitan asistencia para comparar municiones de alta calidad”. Y es que la carencia de munición y armamento es una de las máximas preocupaciones de las unidades paramilitares que operan en el este de Ucrania. Por tanto, además de integrarse en la unidad como voluntarios, otros jóvenes ultras se encargan de organizar el apoyo logístico necesario para que el Batallón Azov pueda llevar a cabo sus actividades.

huchas

huchas para recaudar fondos para la unidad promovidas por los ultras del MFC Mykolaiv


ORÍGENES DEL NEOFASCISMO UCRANIANO (y III)

marzo 10, 2014

La trayectoria del máximo referente del nacionalismo ucraniano, Stepán Bandera, evidencia la vinculación del mismo con el Tercer Reich tras la apertura del frente oriental en territorio soviético. A pesar de que la guerrilla del Ejército Insurgente Ucraniano (UPA), inicialmente, se enfrentó también a las fuerzas germanas, posteriormente, se erigió en el mayor aliado sobre el terreno de los alemanes para entorpecer el avance del Ejército Rojo.

Más allá de las emboscadas y las acciones de sabotaje tras las líneas soviéticas, durante el periodo de colaboración del nacionalismo ucraniano con el régimen nazi, los integrantes de la guerrilla liderada por Román Shujévych y de la OUN también llevaron a cabo acciones controvertidas.

bosc

cadáveres de ciudadanos de origen polaco tras la masacre de Volhynia

LA MASACRE DE VOLHYNIA, PARADIGMA DEL ESTADO NACIONAL PURO

Miembros de la OUN estuvieron involucrados en diversas actuaciones violentas contra las minorías étnicas existentes por aquel entonces en el país. Como apuntó Stanley G. Payne en su libro Historia del fascismo, la “OUN adoptó un programa de nacionalismo integral autoritario, que resaltaba la acción directa y una ideología romántica, mística, irracional y vitalista. Enfatizaba la identidad racial diferente, la pureza racial de los ucranianos comparados con los pueblos inferiores que los rodeaban, por ejemplo, los rusos.” No es de extrañar, pues, que en mayo de 1941 la organización ultranacionalista materializara el apartado “Política de la minoría” recogido en su programa mediante el cual se ordenaba la deportación de polacos, judíos y rusos hostiles y la destrucción de sus respectivos bienes.

Así, entre 1943 y 1944, una partida de integrantes del UPA, el brazo paramilitar de la OUN, liderada por Dmytro Klyachkivsky participó junto a unidades del Ejército alemán en matanzas como las ocurridas en Volhynia y en el este de Galitzia. Se calcula que cerca de 70.000 polacos, en su mayoría mujeres y niños, murieron a manos de los partidarios de Bandera en la región. El objetivo de las milicias nacionalistas era eliminar a todos los habitantes no ucranianos de la zona mediante una campaña de limpieza étnica. Todos los varones entre 16 y 60 años debían ser ejecutados.

upa

partida de guerrilleros nacionalistas del UPA

Según el historiador John A. Armstrong, autor de Ukrainian Nationalism, “la teoría y las enseñanzas de los nacionalistas se aproximaban mucho al fascismo y, en ciertos aspectos, como la insistencia en la ‘pureza racial’ fueron más allá de las doctrinas fascistas originales”.

Las masacres, en las que también participaron agentes de la Gestapo, se extendieron a zonas como Kostopol, Sarny, Krzemienenic, Rivne, Dubno y Lutsk. En junio de 1943 las matanzas se aceleraron tras la victoria soviética en la batalla de Kursk que significó un punto de inflexión del conflicto en el frente oriental. Klyachkivsky, que comandaba las unidades del UPA ordenó aprovechar la retirada del Ejército alemán para llevar a cabo nuevas operaciones de limpieza étnica, “pueblos y aldeas [con población polaca] deben desaparecer de la faz de la tierra” afirmó. Entre el 11 y el 16 de julio de 1943 los nacionalistas ucranianos atacaron 167 poblaciones, matando a la práctica totalidad de sus residentes y quemando y saqueando sus propiedades. También las diversas iglesias católicas existentes en la zona sufrieron las acometidas del UPA. Muchas fueron incendiadas y sus sacerdotes crucificados. Sólo en octubre de 1943 la cifra de víctimas polacas muertas en la región ascendió a 15.000. Para contrarrestar sus acciones los mandos del Ejército Rojo enviaron a la zona a más de 30.000 hombres. Desde finales de 1944 hasta el fin de la Segunda Guerra Mundial la UPA sufrió 89.000 bajas, 91.000  de sus miembros fueron capturados y otros 39.000 se rindieron a los soviéticos.

Coronel General alemán Alfred Jodl

el Coronel General Alfred Jodl firma em Reims la rendición del Tercer Reich

CAPITULACIÓN Y DERROTA

La rendición del Tercer Reich, oficializada el 7 de mayo de 1945 en Reims, no supuso el fin de las hostilidades para la guerrilla del UPA. Las fuerzas de la OUN se hicieron fuertes en el este y el sur de Ucrania donde continuaron enfrentándose a los soviéticos una vez finalizada la contienda. Allí se produjeron también encontronazos con las fuerzas de la Armia Krajowa polaca, producto de los mismos se calcula que perecieron cerca de 40.000 civiles polacos y 20.000 ucranianos.

Paradójicamente, la llegada de los soviéticos a Galitzia propició el entendimiento entre los miembros del UPA y la resistencia anticomunista polaca que desde abril de 1945 unieron esfuerzos contra las unidades del NKVD. Una cooperación que se evidenció en el asalto a la ciudad de Hrusbieszów, acontecido en mayo de 1946.

La represión ejercida por los soviéticos provocó que muchos ucranianos se encuadraran en el UPA. Entre las medidas adoptadas por las nuevas autoridades se encontraban las deportaciones de ucranianos a la URSS. Se calcula que entre 1944 y 1956 cerca de 789.000 ucranianos fueron desplazados a la fuerza. De esta manera se impedía que dieran apoyo a sus compatriotas. Además de la despoblación se llevaron a cabo detenciones en masa de presuntos informantes y familiares de integrantes del UPA, muchos de los cuales fueron torturados. Los cadáveres mutilados de los guerrilleros capturados eran exhibidos en público como advertencia.

Por su parte, el UPA centró sus esfuerzos en atacar a las divisiones de combate de la NKVD y a los funcionarios y oficiales soviéticos. También trató de impedir la implantación de colectivizaciones en suelo ucraniano. Fue una guerra sin cuartel en la que los ucranianos llegaron a exterminar a familias enteras para evitar que sus miembros fueran movilizados por el Ejército Rojo. Tampoco los colaboradores escaparon a las represalias que coordinaba la unidad anti espionaje del UPA, la Sluzhba Bezbeky. En Lviv, por ejemplo, los guerrilleros sacaron los ojos a los miembros de dos familias sospechosas de informar a los soviéticos de sus movimientos delante de sus vecinos.

vasyl kuk UOA uniform 1945

Vasyl Kuk vistiendo el uniforme del UPA en 1945

La tenacidad de los ucranianos no empezó a doblegarse hasta 1946, cuando diversas unidades fueron bloqueadas en los Cárpatos. Las bajas sufridas obligaron al UPA a disgregarse en pequeños comandos, de un centenar de miembros cada uno. Fue entonces cuando su actividad se desplazó a la frontera polaco- soviética. Su número había mermado ostensiblemente. A inicios de enero de 1947 el UPA contaba con 530 unidades y 4.456 combatientes.

Ese mismo año los soviéticos lograron, por primera vez, infiltrarse en el UPA. Un hecho que coincidió con la disminución de su capacidad operativa. En 1948 los agentes soviéticos lograron eliminar a Myron, el jefe de la unidad de contrainteligencia de la guerrilla nacionalista.

Los comandos del Ejército Insurgente Ucraniano lucharon hasta 1954. Cuatro años antes, el 5 de marzo de 1950, se había producido la caída en combate de su comandante en jefe, Román Shujévych, en los bosques aledaños a Lviv. Dos años después las autoridades soviéticas afirmaban que el UPA sólo contaba con 252 combatientes. Su último comandante, Vasyl Kuk, fue capturado el 24 de mayo de 1954. Dos años más tarde se certificaba la extinción de los últimos focos resistentes.

La derrota de la guerrilla del UPA provocó un éxodo masivo de los dirigentes nacionalistas que emprendieron el camino del exilio. Su máximo referente, Stepán Bandera, sería asesinado en Múnich en 1959 por Bohdan Stačinskij, un agente de la KGB que le disparó un dardo envenenado. No sería hasta la década de los noventa, tras el colapso de la URSS y la obtención de la independencia, cuando Bandera reaparecería en la escena política como icono del renacido ultranacionalismo ucraniano.


ORÍGENES DEL NEOFASCISMO UCRANIANO (II)

marzo 4, 2014

Una vez detallados los referentes intelectuales sobre los que se articuló el nacionalismo ucraniano en los años veinte del siglo pasado –Dontsov y el denominado ‘nacionalismo integral–, a continuación abordamos la trayectoria vital y política de Stepán Bandera, el máximo referente del ultranacionalismo ucraniano.

STEPÁN BANDERA, ICONO DEL NACIONALISMO UCRANIANO

El 30 de junio de 1941, Stepán Bandera, proclamó el Estado independiente de Ucrania en Lviv aprovechando la coyuntura provocada tras la invasión alemana de la URSS. Sin dilación, unidades germanas detuvieron a Bandera y lo transfirieron al campo de concentración de Sachsenhausen, próximo a Brandenburgo. ¿Pero cual fue su periplo hasta llegar allí?

joven bandera

retrato de juventud de Stepán Bandera

Nacido en 1909 en una pequeña localidad del extremo occidental del país, Stary Ugryniv, Bandera pronto se interesó por la política, relacionándose con los ambientes nacionalistas en su época como scout en el grupo escolta Plast o en la Unión para la Liberación de Ucrania. A los 18 años ingresó en la clandestina Juventud Nacional Ucraniana y en la Organización Militar Nacional. De familia patriota y religiosa, no en vano su padre era sacerdote de la Iglesia greco- católica ucraniana, en 1929 se afilió a la Organización de los Nacionalistas Ucranianos (OUN), liderada por aquel entonces por el ex oficial del ejército austro- húngaro Andriy Melnyk.  Dos años más tarde, Bandera se convirtió en jefe de propaganda de la citada OUN. En 1933, con los dos principales referentes de la formación (Konovalets y Melnyk) en el exilio, el joven Bandera ejerció como cabeza visible del Ejecutivo Nacional de dicha formación política en la región de Galitzia. En este período al frente de dicha sección regional se esforzó por implantar la organización en diversas localidades del oeste del país, organizando a la vez campañas contra los intereses poloneses en la zona.

En julio de 1934 fue detenido en Lviv por la policía polaca. Tras dos juicios, el primero en relación con su participación en un supuesto complot para asesinar al Ministro del Interior polaco Bronislaw Pieracki, y el segundo en una causa conjunta contra los dirigentes de la OUN; fue declarado culpable de delitos de terrorismo y condenado a muerte.

Bronislaw Pieracki

Bronislaw Pieracki, Ministro del Interior de Polonia

Posteriormente, su pena fue conmutada por cadena perpetua. En 1938, durante su reclusión en la penitenciaría de Wronki, la misma prisión en la que por cierto estuvo recluida la revolucionaria Rosa Luxemburg, se produjo un frustrado intento de fuga en el que participaron algunos de sus incondicionales. Tan sólo un año más tarde Bandera quedó en libertad cuando los guardias del centro huyeron tras la invasión alemana del país.

GUERRA, OCUPACIÓN Y CÁRCEL

Tras su liberación Bandera, que encabezaba el sector revolucionario de la OUN que apostaba por la vía armada ante el más pragmático liderado por Mélnik que abogaba por la lucha política, se trasladó a Cracovia e intentó reunir a los diversos grupúsculos nacionalistas que apoyaban la independencia en el denominado Comité Nacional de Ucrania.

También buscó apoyo en los círculos castrenses alemanes. Así, en noviembre de 1939 cerca de 800 activistas nacionalistas ucranianos iniciaron sus entrenamientos en diversos campamentos militares de la Abwehr.

Antes de concretarse la Operación Barbarroja que dio inicio a la invasión alemana de la URSS, mantuvo reuniones con los servicios de inteligencia germanos para formar una unidad de combate de voluntarios ucranianos que luchara al lado de las tropas del II Reich. Para poder llevar a cabo sus actividades subversivas le fueron transferidos 2,5 millones de marcos. La relación de Bandera con la Alemania nazi es, según algunos historiadores como David Marples, “ambivalente, táctica y oportunista”.

Russland, Gefangennahme eines russischen Soldaten

soldado soviético preso por tropas germanas en el Frente oriental

Sea como fuera, lo cierto es que el 30 de junio de 1941, coincidiendo con la llegada de las tropas nazis al país, Bandera proclamó el Estado independiente de Ucrania “que trabajará en estrecha colaboración con la Gran Alemania nacional- socialista bajo el liderazgo de su líder Adolf Hitler” (Ley de Proclamación del Estado de Ucrania). Con dicha declaración Bandera pretendía que los jerarcas nazis se vieran forzados a reconocer a Ucrania como estado. Sin embargo, un sorprendido Hitler ordenó, ante la negativa de los nacionalistas ucranianos a revocar su declaración unilateral, “liquidar de inmediato esta conspiración”. Las órdenes eran claras: “todos los miembros del movimiento Bandera deben ser detenidos y, después de interrogarlos a fondo, deben ser liquidados”. Así el 5 de julio, Bandera era arrestado por la Gestapo y trasladado a Berlín, siendo obligado a permanecer en la ciudad tras ser liberado dos semanas más tarde.

Mientras tanto sus partidarios, dirigidos por Román Shujévych, popularmente conocido entre sus hombres como General Dschuprinka, continuaron combatiendo en un doble frente contra alemanes y soviéticos.

DE SACHSENHAUSEN A BERLÍN. UNA OFERTA DE COLABORACIÓN

En enero de 1942, el líder de la OUN fue trasladado al campo de concentración de Sachsenhausen. En el mismo estuvo recluido hasta que a inicios de 1944 un oficial de la Reichssicherheitshaupttamt (Oficina Central de Seguridad del Reich), la temida RSHA creada por Himmler para perseguir a los enemigos del Tercer Reich, contactó con él y con el líder del Bloque de Naciones Anti- Bolcheviques y presidente del nuevo estado ucraniano, Yaroslav Stetsko, para proponerles su liberación a cambio de que combatieran contra los soviéticos. En septiembre de ese mismo año Bandera fue puesto en libertad. Desde Berlín, donde estableció su cuartel general, arengó a sus conciudadanos a luchar contra el Ejército Rojo mientras los alemanes pertrechaban a sus seguidores con armamento para llevar a cabo acciones de sabotaje que mermaran el avance de las tropas soviéticas.

UPA guerrilleros

partida de guerrilleros del Ejército Insurgente Ucraniano (UPA)

En 1944, después de que Bandera fuese trasladado en avión hasta las posiciones germanas en el frente ucraniano, se unió a la lucha de la guerrilla nacionalista junto a las tropas de la Wehrmacht y un puñado de unidades de las SS en retirada.

Finalmente, el 1 de marzo de 1945, Hitler reconoció el Estado independiente ucraniano, tan sólo cinco meses antes del fin de la Segunda Guerra Mundial.


ORÍGENES DEL NEOFASCISMO UCRANIANO (I)

marzo 1, 2014

La génesis del ultranacionalismo ucraniano se remonta a inicios del siglo XX. Su primer foco de irradiación fue la región de Galitzia, situada en el extremo oeste del país. Allí, en la década de los años veinte, germinó entre los jóvenes intelectuales –aunque también en los núcleos emigrantes residentes en ciudades como Praga, Viena o la localidad checa de Poděbrady– el llamado “nacionalismo integral”. El mismo surgió como reacción a los sucesivos fracasos por consolidar un estado ucraniano durante la revolución de 1917. Paralelamente, en 1920 un grupo de jóvenes oficiales fundó la Organización Militar Ucraniana (UMO) que tenía por objeto proseguir la lucha por lograr un estado independiente. Sus integrantes no dudaron en recurrir a la violencia para atacar a las autoridades polacas y a las instituciones del Estado.

dontsov

Dmytro Dontsov, téorico del nacionalismo integral

DMYTRO DONTSOV. EL IDEÓLOGO DE LOS AÑOS VEINTE

El principal ideólogo de nacionalismo integral ucraniano fue Dmytro Dontsov (1883- 1973), un escritor y crítico literario nacido en Melitopol, localidad situada al este del país, que posteriormente se estableció en San Petersburgo para cursar la carrera de derecho. Tras militar en el Partido Laborista Social Democrático Ucraniano (USDRP), en 1917 instaló su residencia en Lviv (capital de Galitzia). Allí editó una publicación mensual muy influyente, Natsionalizm, a través de la cual propagó su voluntarismo nacional, inspirado en el pensamiento del filósofo alemán Friedrich Nietzsche. Sin duda, Dontsov fue el teórico responsable del cariz anti- ruso del incipiente nacionalismo ucraniano. En 1925 se apartó de la actividad política para centrarse en su faceta literaria. Fue en aquella época cuando tradujo al ucraniano obras como “La doctrina del Fascismo” de Mussolini y el “Mein Kampf” de Adolf Hitler.

miembros asamblea fundacional en Viena de OUN

miembros de la asamblea fundacional de la OUN en Viena

DE LA TEORIA A LA ACCIÓN

En 1929 la UMO participa junto a otros grupos similares en la fundación en Viena de la Organización de los Nacionalistas Ucranianos (OUN), liderada por Yevguen Konovalets. Concebida como una organización militar clandestina y un movimiento político que se desarrollaban en paralelo, aspiró a lograr una posición predominante en el seno de la sociedad ucraniana. Su objetivo era la independencia nacional y su modelo de estado se basaba en un sistema dictatorial unipartidista que rechaza la democracia y el pujante socialismo de la época. Un mensaje que, principalmente, caló entre la juventud.

La ocupación soviética de Polonia oriental en septiembre de 1939 y el posterior estallido de la Segunda Guerra Mundial parecía favorecer los intereses de la OUN. Sin embargo, la organización se fragmentó un año más tarde, en parte por el vacío de poder existente tras el asesinato de Konovalets a manos del NKVD en 1938. Fue entonces cuando emergieron la OUN (b) liderada por Stepán Bandera y la OUN (m) dirigida por Andriy Mélnik. No obstante, la división obedeció más a enfrentamientos personales que a diferencias ideológicas relevantes.

bander

Stepán Bandera, icono del ultranacionalismo ucraniano

El estallido de la guerra también afectó a Dontsov, que fue detenido en Polonia por los alemanes y confinado a la prisión de Bereza Kartuska, actualmente en territorio bielorruso. Allí permaneció hasta que la invasión soviética provocó su liberación, emprendiendo entonces el camino del exilio. Dontsov se instaló en Bucarest, donde trabajó como periodista en el rotativo Batava hasta que se trasladó a Praga tras la ocupación de Rumanía por parte del Ejército soviético. Su periplo acabaría en 1945 cuando pudo huir hacía Gran Bretaña y desde allí marcharse a Canadá. Se dedicó a la enseñanza de la literatura en la Universidad de Montreal hasta su fallecimiento en 1973.

shujévych entre oficiales batallon nachtigall

Román Shujévych (segundo derecha fila inferior) dirigente militar del Ejército Insurgente Ucraniano (UPA)

LA CREACIÓN DEL EJÉRCITO INSURGENTE UCRANIANO (UPA)

Durante el conflicto bélico la OUN extendió sus actividades a Ucrania oriental y, en 1942, creó el denominado Ejército Insurgente Ucraniano (UPA) que llevó a cabo una guerra de guerrillas paralela contra alemanes, partisanos soviéticos, tropas polacas y el Ejército rojo.

Así, inicialmente, el UPA combatió contra la Wehrmacht logrando liberar parte de Volinia, región situada al oeste de Ucrania donde mantuvo feroces enfrentamientos con el Armia Krajowa polaco, hasta que en el verano de 1943 los alemanes lanzaron la operación Bandenbekämpfung (BB) para acabar con la resistencia del UPA. Con ese objetivo se movilizaron diez batallones de las SS y otras tropas que, a pesar de su número, no lograron acabar con los nacionalistas ucranianos.

Entre 1943 y 1950 el UPA fue liderado por el general Román Shujévych, quedando la representación política a cargo del mencionado Bandera. Durante la Segunda Guerra Mundial, Shujévych comandó el batallón Nachtigall del Ejército alemán formado íntegramente por 400 voluntarios ucranianos y dirigido por el almirante Canaris, quien por cierto había vetado la creación de la Legión de Ucrania en el seno de la Abwehr. Sus integrantes participaron en el pogromo contra la comunidad judía de Lviv.

Shujévych anhelaba que el batallón se convirtiera en el embrión del futuro ejército ucraniano. Tras su disolución, la mayoría de sus oficiales pasaron a formar parte del UPA, mientras cerca de dos decenas de miembros se unieron a la Freiwilligen- Schützen Division Galizien de las SS que, por cierto, no contó con el visto bueno de Bandera ya que la unidad escapaba de su control.

14waffenssukrje9 ukraniens

voluntarios ucranianos de la 14a División de las SS

Desde la primavera de 1943 las milicias del UPA combatieron sin descanso contra las tropas soviéticas. En 1944 el Ejército rojo lanzó una ofensiva contra las guerrillas nacionalistas que fracasó. Sus integrantes continuaron con las escaramuzas una vez finalizada la Segunda Guerra Mundial. De hecho, su resistencia no fue sofocada hasta la muerte en combate de Shujévych en 1950. Por todo ello, el UPA se ha convertido en un destacado referente dentro del imaginario ultranacionalista ucraniano actual. No en vano algunos de los grupos neofascistas que hoy en día operan en el país utilizan como emblema la bandera roja y negra del UPA.


BABELSBERG 03. VESTIGIO ESPARTAQUISTA DEL FÚTBOL GERMANO- ORIENTAL (I)

enero 31, 2014

El pasado 15 de enero se cumplían 95 años del asesinato de Rosa Luxemburg y Karl Liebknecht, abogado antibelicista y cofundador del Partido Comunista de Alemania (KPD) y de la publicación Die Rote Fahne (La bandera roja). Ambos crearon la Spartakus Bund (Liga Espartaquista), un movimiento marxista revolucionario. Casi cien años después Liebknecht da nombre a un estadio de fútbol y su rostro se perpetúa como imagen de la hinchada de un club que se debate entre el profesionalismo y el amateurismo, el Babelsberg 03.

karl_liebknecht

retrato del abogado y diputado del Reichstag, Karl Liebknecht

LA REVUELTA ESPARTAQUISTA. GOLPE A LA REPÚBLICA WEIMAR

Los integrantes de la Liga Espartaquista participaron a inicios de enero de 1919 en el denominado Levantamiento espartaquista (Spartakusaufstand) en Berlín que fue reprimido con dureza por las fuerzas contrarrevolucionarias formadas por el Ejército y los Freikorps, las milicias paramilitares ultranacionalistas integradas por veteranos que habían luchado en la Primera Guerra Mundial. La sublevación, iniciada con la huelga general convocada por el denominado Primer Congreso Soviético de Alemania para derrocar al gabinete presidido por el socialdemócrata Friedrich Ebert, no contó al principio con el apoyo de los dirigentes comunistas. Fue precisamente Liebknecht quien convenció a sus camaradas para sumarse a las movilizaciones.

berliner

tropas comandadas por Wilhem Reinhard desfilan por el centro de Berlín

A pesar de ello, las escasas adhesiones obtenidas en las filas obreras y del Ejército abocaron a los revolucionarios al fracaso. El 15 de enero las tropas gubernamentales restablecían el orden en la capital. Rosa Luxemburg y Karl Liebknecht eran apresados y ejecutados cuando se les trasladaba a la cárcel. Su muerte provocó manifestaciones de rechazo y disturbios en todo el país. 95 años más tarde su legado perdura ligado a un equipo de fútbol.

largekpd

cartel propagandístico del KPD alemán

DEL TERCER REICH A LA RDA. EL EQUIPO DE KARL- MARX

Fundado en la ciudad de Postdam, localidad situada en las inmediaciones de Berlín, en 1903 (de aquí el número que aparece en el nombre oficial del club null drei en alemán), bajo la denominación inicial de Sport- Club Jugendkraft 1903, el conjunto de la capital de Brandenburgo nunca ha destacado por sus éxitos deportivos. Entre sus fundadores se encontraban jóvenes aficionados a disciplinas como la halterofilia o la lucha libre originarios de Nowawes, una pequeña colonia situada al este de Postdam creada en el siglo XVIII para albergar a los bohemios perseguidos por profesar la fe protestante que en 1938 se fusionó con Babelsberg.

En sus inicios disputó sus partidos en el Parque Babelsberg, una instalación que quedaría severamente dañada posteriormente por los bombardeos durante la Segunda Guerra Mundial. En la década de los años veinte el club armó un equipo que fue entrenado por Sepp Herberger, toda una institución del fútbol alemán y futuro técnico de la Mannschaft, la selección germana.

Durante la reorganización del deporte ordenada por los dirigentes nacionalsocialistas disputó la Gauliga Berlín- Brandenburgo, una de las competiciones regionales creadas en 1933 tras el ascenso del NSDAP al poder que reemplazó al anterior torneo, la Oberliga. El equipo jugó con el nombre de SW Nowawes (una denominación que disgustaba a las autoridades nazis por su origen eslavo) tras fusionarse con el Fortuna 05, un club fundado por obreros entusiastas del deporte, hasta que en 1943 pasó a llamarse SpVgg Postdam llegando a obtener el tercer puesto del torneo en 1944. Finalizada la Segunda Guerra Mundial llegó la subsiguiente ocupación soviética de la parte oriental de la capital germana que comportó la desaparición de la Gauliga. El cambio también afectó al conjunto de Postdam. El SpVgg, cómo el resto de equipos y asociaciones del país fue disuelto por los aliados.

ddr

bandera de la extinta República Democrática Alemana (RDA)

No fue hasta agosto de 1949 cuando algunos de sus antiguos seguidores y ex futbolistas decidieron refundar el club bajo una nueva denominación, el SG Karl Marx Babelsberg, más acorde con la orientación política de la naciente República Democrática Alemana (RDA), que no debe confundirse con el FC Karl- Marx Stadt de Chemmitz, anteriormente denominado SC Wismut Karl- Marx Stadt.

Volviendo al club de Postdam poco le duró el nuevo nombre ya que en 1949 se fusionó con el SG Drewitz para pasar a llamarse BSG Motor Babelsberg. Tras vivir su periodo deportivo más exitoso en la década de los cincuenta, en el que llegó a disputar durante nueve temporadas la DDR- Oberliga, el Babelsberg deambuló por la segunda y tercera divisiones del fútbol germano- oriental.

nationalmannschaft

selección germano- oriental que obtuvo la medalla de oro en los JJOO de Montreal’76

FÚTBOL OLÍMPICO EN EL KARL- LIEBKNECHT STADION

En los años setenta se inauguró su actual terreno de juego, el Karl- Liebknecht Stadion, cuyo nombre homenajea al mencionado líder espartaquista. El primer partido que disputó el Motor Babelsberg en dicho recinto se celebró el 10 de julio de 1976. Ese día sus jugadores se enfrentaron al equipo olímpico de fútbol de la RDA. Un combinado que a la postre se alzaría con la medalla de oro en los Juegos Olímpicos celebrados en Montreal tras batir en la final de la competición de fútbol a la selección polaca liderada por el mítico delantero Grzegorz Lato. Un año más tarde, en octubre de 1977, el Karli –como se conoce popularmente el estadio– vivió su récord de ocupación con 15.000 espectadores llenando las gradas y su tribuna de madera para seguir las evoluciones del partido de clasificación para el Mundial de Argentina’78 que enfrentó a las selecciones de Alemania Oriental y Malta y acabó con goleada local por 9 a 0.


CHE GUEVARA. UN SÍMBOLO PARA EL FÚTBOL REVOLUCIONARIO (II)

octubre 13, 2013

Después de conocer los orígenes deportivos de Ernesto Che Guevara y dilucidar porqué se declaró públicamente hincha de Rosario Central, a pesar de no haber presenciado nunca un encuentro en directo el equipo canalla, en esta entrada vamos a escrutar como su figura ha perdurado en el imaginario popular futbolístico hasta convertirse en todo un símbolo para diversos aficionados al balompié. A través de distintos ejemplos  nos  percataremos de la incidencia de la imagen del líder revolucionario en el mundo del fútbol actual.

mec

escudo del Madureira Esporte Clube

MADUREIRA ESPORTE CLUBE. EL TRICOLOR SUBURBANO

Fundado el 8 de agosto de 1914 en el norte de Rio de Janeiro por unos comerciantes bajo el nombre inicial de Fidalgo Madureira Atlético Club, también conocido popularmente como el Tricolor suburbano por las listas verticales de color azul, amarillo y grana de su camiseta, el Madureira Esporte Clube deambula en la actualidad por la Tercera división del campeonato brasileño. El conjunto carioca, a pesar de ser un histórico del fútbol brasilero, nunca ha alcanzado un trofeo importante. Sus máximos hitos deportivos fueron el subcampeonato estatal conseguido en 1936 cuando contaba en sus filas con el habilidoso delantero Antonio Almeida Bahia, la estrella del conjunto tricolor de la época, y la Taça Rio obtenida en 2006 tras derrotar por 1-0 al Americano Futebol Clube, el conjunto de Campos dos Goytacazes.

En el Madudeira también jugaron futbolistas que luego despuntaron en diversos equipos, como Evaristo de Macedo, que vistió la camiseta del FC Barcelona; Jair da Rosa Pinto, ídolo posteriormente del Vasco da Gama; Lelé, Isaías y Waldo (máximo goleador de la historia del Fluminense) o Marcelinho Carioca, que jugó en el Valencia y diversas ligas internacionales.

Lel

Lelé, Isaías y Jair vistiendo la camiseta tricolor durante su etapa como como jugadores del Madureira

Lejos de ser recordado por su palmarés, el equipo tricolor presume de ser el conjunto brasileño en realizar la gira internacional más extensa. Sucedió en 1961, cuando los futbolistas y el cuerpo técnico del equipo carioca estuvieron 144 dias fuera del país disputando 36 partidos en Europa, Asia y América. El balance deportivo arrojó unos resultados altamente positivos, con 23 victorias, 3 empates y 10 derrotas, además de 107 goles anotados. Se dió la circunstancia que durante ese periplo internacional se convirtió en el primer equipo brasileño de fútbol que visitó Japón y Hong Kong.

zeze_e_mao

jugadores del Madureira estrechando la mano a Mao Tse- tung durante su gira por tierras asiáticas

EL ENCUENTRO CON EL CHE DURANTE LA GIRA POR TIERRAS AMERICANAS

Esa no sería la única experiencia internacional que realizaron los jugadores del Madureira Esporte Clube. Dos años después, en 1963, la directiva del club decidió disputar una nueva gira, esta vez restringida a tierras americanas.  La misma fue posible gracias a uno de sus expresidentes, José da Gama Correia da Silva, que lideró la institución durante el bienio 1959- 60. Durante su tournée balompédica los futbolistas brasileños visitaron Colombia, Costa Roca, El Salvador, Méjico y Cuba.

Fue precisamente en la última parada de su viaje por tierras cubanas donde los futbolistas del Madureira conocieron al Che Guevara. Sólo hacía cuatro años que había triunfado la revolución, protagonizada por el Movimiento 26 de Julio, que había derrocado a Fulgencio Batista del poder. El encuentro se produjo el 18 de mayo, cuando el equipo carioca se enfrentó por segundo día consecutivo a una selección de jugadores de la Habana al que derrotó también en esta ocasión por 2 a 3. Con anterioridad los brasileños habían disputado otros 4 encuentros con sendos triunfos, contra el campeón local, el Industriales, el equipo de la Municipalidad de Morrón, una selección de la provincia de Camaguey y un combinado de futbolistas universitarios.

che

el Che Guevara saludando a los jugadores del Madureira en La Habana

El Che Guevara, que por aquel entonces ostentaba el cargo de Ministro de Industria, asistió al último de los encuentros que el Madureira jugó en suelo cubano, contra la citada selección de La Habana. Al final del partido el líder revolucionario bajó al césped para saludar y departir con los futbolistas y técnicos visitantes, un instante que fue reproducido por la prensa local mediante un reportaje gráfico que documentó dicho encuentro.


CHE GUEVARA. UN SÍMBOLO PARA EL FÚTBOL REVOLUCIONARIO (I)

septiembre 29, 2013

Por muchos es conocida la faceta política de Ernesto Che Guevara, el médico argentino que se convirtió en símbolo de la Cuba comunista y en emblema de la izquierda revolucionara a nivel internacional. Quizás está menos acreditada su relación con el balompié. Gran apasionado del deporte, que practicó desde pequeño por prescripción médica, el Che Guevara mantuvo una relación distante pero a la vez próxima con el balón. Más allá de su vinculación personal con el fútbol su figura ha trascendido ligada a dicho deporte hasta el punto ver plasmada su efigie en las camisetas de diversos equipos suramericanos.

che-rug

Ernesto Guevara durante su etapa como jugador de rugby (abajo con protector en la cabeza) 

UN ASMÁTICO FORZADO A LA PRÁCTICA DEL DEPORTE

Nacido en Rosario, Santa Fe, en 1928 en el seno de una familia amante de la naturaleza y el deporte, Ernesto Guevara pronto siguió los pasos de sus padres. A los dos años sufrió un grave ataque de asma. Fue entonces cuando los médicos le aconsejaron la práctica deportiva y un cambio de aires. El destino fue Alta Gracia, localidad situada en la Sierra Chica al sur de Córdoba a 400 km de Rosario, donde el aire fresco permitió al joven Chancho, como se le conocía por aquel entonces, a apaciguar su dolencia pulmonar. En la sierra cordobesa se aficionó al alpinismo, aunque en esa época también practicó la natación y el ajedrez, no en vano años más tarde declaró: «el ajedrez es un educador del racicionio». Incluso llegó a ejercer como caddie dado que su familia vivía al lado del campo de golf local. En sus años de formación escolar fue cuando se inició en el fútbol, jugando como portero en el colegio durante los recreos. Lo cierto es que la afición de Ernesto por el balompié vino propiciada por el entrenador de la escuela de Bouer, Paco Díaz, un malagueño que había huido junto a su familia republicana del drama de la Guerra Civil española. Fue el técnico quién decidió que Ernesto ocupara la portería pensando que de esta manera estaría más descansado y podría tener cerca su inhalador Aspomul ante un eventual ataque de asma. Cuando sus padres descubrieron que jugaba al fútbol e intentaron reprimir al técnico, éste les dijo: «Tiene un carácter tan rebelde Ernestito, que no he podido negarle que jugase en el equipo».

Atalaya

Ernesto Guevara, a la derecha, posando junto a sus compañeros del Atalaya

A pesar de ello, si en algún deporte despuntó Ernesto Guevara fue, sin duda, en el rugby. A los 14 años empezó a jugar en el club Estudiantes de Córdoba donde trabó amistad con los hermanos Granados, de hecho fue el mayor de ellos, Alberto, quién le aleccionó para lograr ingresar en el equipo. En 1947, ya en Buenos Aires fichó por el  San Isidro Club, del que su padre fue fundador y su tío Martín Martínez Castro presidente. Allí fue reserva hasta que se agravó su asma y fue descartado. Jugó hasta los 23 años a pesar de las reticencias de su tutor, que percibía al rugby como un deporte excesivamente rudo para un asmático. «Viejo, me gusta el rugby. Y aunque reviente lo voy a seguir practicando» fueron las palabras del joven Guevara a su progenitor. Tras su paso por el San Isidro formo parte del Yporá Rugby Club y, posteriormente, del Atalaya Polo Club. Jugó como tres cuartos y compaginó la disputa de partidos con las tareas de redactor de la revista semanal Tackle, de la que fue uno de sus fundadores junto a su hermano. Una experiencia como periodista que le llevó a cubrir los Juegos Panamericanos celebrados en Méjico en 1955 como corresponsal de la Agencia Latina.

Revista Tackle portada del semanario argentino Tackle

UN HINCHA  QUE NUNCA VIÓ A LOS CANALLAS

La relación de Ernesto Guevara con el fútbol también tiene su vertiente como aficionado. De hecho la hinchada del Club Atlético Rosario Central lo asume como uno de sus seguidores más célebres. Y ello a pesar de que el Che nunca residió en Rosario ni presenció un partido del conjunto canalla. Según su biógrafo, Hugo Gambini, el líder revolucionario jamás piso el Estadio Gigante de Arroyito pero se declaró hincha rosarino como explica el periodista, «Leía las crónicas deportivas para informarse sobre los campeonatos profesionales de fútbol y como la mayoría de sus amigos eran adictos a los mismos clubes (Boca o River) Ernesto quiso elegir uno distinto. Cuando descubrió la existencia de Rosario Central, un club de la ciudad donde él había nacido, adhirió fervorosamente a su divisa. A partir de ese instante le encantó que le preguntaran ‘¿De qué cuadro sos?’, porque le daba la oportunidad de responder con cierta altivez: ‘De Rosario, de Rosario Central. Yo soy rosarino’. No tenía la menor idea sobre esa ciudad ni había visto jamás a su equipo, pero él era rosarino y defendía su identidad…” Algo similar hizo durante su estancia en Córdoba, donde en lugar de seguir a clubes con mayor prestigio como Talleres o Belgrano, Ernesto Guevara simpatizó con el Sportivo Alta Gracia, el modesto conjunto local.

xuec

Enrique ‘Chueco’ García, El poeta de la zurda, toda un leyenda de Rosario Central y el culpable de la afición canalla del Che

En referencia a su predilección por Rosario Central, más allá de reafirmar con orgullo sus orígenes, el Che se hizo hincha de la Academia rosarina por la admiración que sentía por uno de sus futbolistas, el Enrique Chueco García, ídolo de la afición canalla de aquella época. El poeta de la zurda, como era conocido el citado extremo santafecino, por aquel entonces encandilaba a la parroquia de Rosario con sus gambetas desde que en 1933 fichara por el club canalla procedente de Unión Santa Fe. Durante dos años formó una temible y recordada delantera junto a Cagnotti, Guzmán, Potro y Gómez. Guevara también sucumbió a la magia de un futbolista único, de un genio y figura. Aún recuerdan en Rosario cuando en una ocasión tras marcar un golazo tras zafarse de cuatro jugadores rivales volvió al círculo central arrastrando su bota izquierda, cuando un compañero le preguntó ¿Por qué haces eso?, el Chueco le respondió: «Borro la jugada, para que no la copien». En 1936 fue traspasado a Racing dejando una huella imborrable entre la hinchada rosarina.


CRUZADA ANTIGAY EN RUSIA. GRUPOS NEONAZIS ASEDIAN A LA COMUNIDAD LGBT (y II)

agosto 24, 2013

Las agresiones a miembros de la comunidad homosexual rusa se han producido en un contexto de creciente intolerancia en el país, como muestra el último acuerdo tomado por la Duma, la cámara baja del Parlamento ruso, que prohibe por ley la propaganda gay entre menores . Una disposición que se une a otras de características similares, como la que veta la adopción de hijos a parejas del mismo sexo. La espiral de violencia protagonizada por grupos neonazis rusos es sólo un síntoma más de la existente animadversión de buena parte de la sociedad y las instituciones del país hacía la comunidad LGBT. Un hostigamiento que ha generado controversia también en el mundo del deporte, con la mirada puesta en las próximas olimpiadas de invierno que organizará la ciudad de Sochi, situada a medio camino entre el Cáucaso y el Mar Negro.

hateoniceproclama favorable al boicot de las olimpiadas de invierno del año 2014

SOCHI 2014 ¿UNOS JUEGOS OLÍMPICOS DE INVIERNO PERMISIVOS?

La promulgación de la ley contra la homosexualidad, que defiende “las relaciones sexuales tradicionales (…) entre hombres y mujeres que garantizan el relevo generacional y la conservación y desarrollo del pueblo multinacional de Rusia” según la diputada Ielena Mzulina, ha provocado la indignación del colectivo LGBT y de diversas organizaciones europeas de defensa de los derechos humanos. A pesar de ello, el presidente ruso Vladimir Putin ha minimizado el caso argumentando que no existe ningún tipo de discriminación en el país hacia la comunidad gay. Putin, ante la demanda del presidente del COI Jacques Rogge, afirmó que durante la celebración de los Juegos Olímpicos de Invierno que se llevarán a cabo en el año 2014 en la ciudad de Sochi dicha ley no se aplicará ni a los visitantes ni a los deportistas participantes.

Asoxi

activistas por los derechos de la comunidad LGBT a favor del boicot de Sochi 2014

Diversos activistas por los derechos gays han anunciado protestas durante el evento olímpico para publicitar la discriminación que sufre el colectivo LGBT ruso a escala internacional. Incluso ha trascendido la convocatoria de una marcha gay en Moscú el mismo dia de la ceremonia inaugural. En una línea similar de denuncia, distintos locales de ambiente homosexual de Londres y Estados Unidos han emprendido sendas campañas de boicot al vodka ruso para denunciar la represión hacia la comunidad LGBT en Rusia. Otro tipo de acciones simbólicas se han llevado a cabo en países como Suecia. En su capital, Estocolmo, diversos activistas pintaron un arco iris, emblema de la comunidad gay a nivel internacional, en el paso de peatones situado frente a la embajada rusa.

nycgay

gays norteamericanos promocionando el boicot al vodka ruso en Nueva York

EL SIGNO DE MOSCÚ. PATRULLAS ADOLESCENTES CONTRA LA INMIGRACIÓN

Las campañas agresivas contra la comunidad LGBT emprendidas por grupos ultranacionalistas rusos no son un hecho aislado. Otros colectivos, como los miembros de las minorías étnicas residentes en el país, también han sido objeto de la ira de estas agrupaciones. Homosexuales, presuntos pedófilos y narcotraficantes, antifascistas e inmigrantes se encuentran en el punto de mira de los grupúsculos neonazis rusos.

Estas pandillas de adolescentes neonazis se han organizado como patrullas callejeras para dar caza a lo denominan “inmigración ilegal”. En la capital rusa, por ejemplo, opera desde finales del año 2012 “el signo de Moscú” una milicia integrada por jóvenes cabezas rapadas que lidera Aleksej Chudjakow, ex militante de Nashi, la organización juvenil creada en el 2007 a instancias del Kremlin para encuadrar a la juventud rusa. Sus miembros recorren las calles de la ciudad en búsqueda de ciudadanos de apariencia caucásica. En sus razias la mayoría de sus miembros usan guantes de látex y mascarillas “para evitar que nos infecten” afirman.

“El signo de Moscú” es sólo una de las diversas organizaciones ultranacionalistas que llevan a cabo redadas en sótanos y dormitorios ocupados por inmigrantes y ciudadanos de origen caucásico.  Uzbekos, azeríes, chechenos, tayikistaníes o armenios, que configuran un tercio del total de la población de Moscú, son los principales objetivos de estos adolescentes que ansían modelar la sociedad a su antojo. La permisividad policial, que permite y tolera sus actuaciones, ha favorecido la existencia de este tipo de grupos de tinte xenófobo cuya máxima consigna es “Rusia para los rusos”.

prog

neonazis rusos inspeccionando un sótano ocupado por inmigrantes en Moscú

CAUSAS DEL AUMENTO DE LA XENOFOBIA EN RUSIA

Desde el año 2000 se ha producido un aumento significativo de la xenofobia en el país. Un incremento que se explica por diversos motivos, entre ellos la inoperancia de las fuerzas del orden para evitar episodios discriminatorios, el aumento real de la inmigración y la inexistencia de programas de integración gubernamentales. A ello hay que sumar la percepción negativa que tiene buena parte de la población rusa respecto a la inmigración, con un 85% que expresa el deseo de que sea obligatorio el uso de visado para los ciudadanos de las antiguas repúblicas soviéticas de Asia Central y el Cáucaso Sur que trabajen o residan en Rusia. También inciden en dicho aumento el posicionamiento de las autoridades y la reiteración de estereotipos negativos asociados a los ciudadanos caucásicos reproducidos en los medios de comunicación.

Ruslans

ultranacionalistas rusos en un marcha en Moscú celebrada el año 2011

Episodios como la acción represiva de la policia en el mercado Matwejewski de Moscú contra vendedores caucásicos tras una reyerta en la que fue herido un agente, favorecieron la aparición de actos xenófobos. En este sentido, declaraciones como las del alcalde en funciones de Moscú afirmando que la mayoría de crímenes son cometidos por inmigrantes, las detenciones masivas de ciudadanos no eslavos, la promesa de un endurecimiento de las medidas contra la inmigración ilegal con la mirada puesta en las elecciones locales o la existencia de un campo de detención en el distrito de Goljanowo con casi 600 personas recluidas son una muestra de la voluntad real de las autoridades al respecto.

La eclosión de las actitudes racistas y xenófobas en Rusia, más allá de los pogromos de finales del siglo XIX y las primeras décadas del siglo XX, se produjo tras el desplome de la Unión Soviética. El contexto que favoreció el resurgimiento en la esfera pública de la xenofobia estuvo determinado por la recesión económica que sufrió el país en 1991 y el impacto psicológico que produjo en la población, el colapso del sistema educativo soviético, la incidencia de las violentas disputas entre los partidarios de Alexander Rutskoy y Ruslan Khasbulatov y la emergente propaganda ultranacionalista que pregonaba el retorno de la Rusia imperial de antaño. Todos estos factores fueron cruciales en la gestación del marco social que permitió la propagación de comportamientos xenófobos entre la ciudadania rusa.

Vladivos

Graffiti en Vladivostok con el lema «Eres ruso, muéstrate orgulloso»

A pesar de que los ataques se iniciaron durante el bienio 1991- 93, no fue hasta una década más tarde cuando fueron más prolíficos y virulentos. Así, en el año 2001 en el suburbio moscovita de Yásenevo se produjo una razzia contra comerciantes originarios del Cáucaso. A finales de ese mismo año, se dieron hechos similares en el mercado de Tsaritsyno de la capital rusa. Uno de los episodios más graves tuvo lugar tres años después, cuando una turba exaltada mató a diversos ciudadanos de origen caucásico en la ciudad de Ekaterimburgo, situada en el distrito federal de los Urales.

Las agresiones a ciudadanos de apariencia caucásica llegaron a su cenit durante el bienio 2007-08, cuando los ataques xenófobos causaron más de 100 muertos y cerca de 600 heridos en todo el país. Paradójicamente, desde entonces los episodios xenófobos han ido decreciendo paulatinamente.


LA BISAGRA TURCA. UN PAÍS EN LA ENCRUCIJADA

junio 30, 2013

Una operación de especulación urbanística, la construcción de un centro comercial en el parque Gezi de Estambul, ha encendido la mecha en Turquía. Lo que comenzó como una protesta ciudadana contra esta decisión gubernamental ha derivado en una serie de manifestaciones multitudinarias por todo el país. Su virulencia y duración ha sorprendido tanto al propio Primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, como a la mayoría de dirigentes occidentales. Con la guerra civil larvada en Siria y con muchos de los países de su entorno aún en plena efervescencia a raíz de la llamada Primavera Árabe, un nuevo foco de tensión en Turquía supondría un obstáculo considerable en el intento de devolver la estabilidad a la zona.

RTE

El Primer ministro turco Recep Tayyip Erdogan, líder del AKP

Cuando se preveía una posible extensión de las protestas a la Argelia de Bouteflika estas han estallado en Turquía. Aduciendo el talante pro occidental del país i el laicismo de parte de su población los expertos han desvinculado los hechos de Taksim de las revueltas árabes. Si bien es cierto que la situación económica de Turquía no tiene nada que ver con la existente en países como Egipto, Libia o Túnez, y  a pesar de su vocación europeísta –expresada ya en 1963 con la firma del Tratado de asociación a la CEE– el país encara una encrucijada que puede transformar la geopolítica en la región.

Turquía se debate, desde la modernización del país llevada a cabo por Mustafá Kemal Atatürk en la década de los años veinte del siglo pasado, entre Oriente y Occidente. Nada extraño si tenemos en cuenta su situación geográfica a medio camino entre Europa y Asia. Por su deseo de formar parte de la Unión Europea, su tradición democrática y su crecimiento económico, las actuales manifestaciones anti gubernamentales se tendrían que equiparar con protestas como las ocurridas en las banlieus parisinas, el norte de Londres o los suburbios de Estocolmo. O sea, estallidos de violencia provocados por las desigualdades sociales, la marginalidad o arbitrarias actuaciones policiales. ¿Son estas las causas que se esconden detrás de las movilizaciones de Turquía?

turkiye

manifestante antigubernamental en Estambul 

Más allá de les reivindicaciones iniciales para frenar el proyecto del centro comercial en un espacio verde, las protestas en todo el país han derivado contra el autoritarismo de Erdogan y la represión ejercida por las fuerzas del orden. El grito Istifa (dimite) dirigido al Primer ministro no difiere nada del popular erhal (vete) que exclamaba la ciudadanía egipcia en la Plaza Tahrir contra Mubarak. Como en la mayoría de revueltas árabes las protestas se iniciaron por un hecho, a priori, poco trascendente. También como sucedió en el caso egipcio los manifestantes responden a un perfil transversal (estudiantes, ecologistas, gays, feministas, hinchas de fútbol, sindicalistas y nacionalistas turcos y kurdos). Otros elementos que homologan los sucesos de Turquía con los ocurridos en Túnez o Egipto serian la extensión de les protestas a todo el país, su persistencia y la política represiva ejercida por los respectivos gobiernos contra la ciudadanía.

polis

Fuerzas policiales parapetadas en la Plaza Taksim lanza gas contra los manifestantes

Si bien el contexto socioeconómico turco muestra obvias diferencias con respecto al de los países protagonistas de la Primavera Árabe, es evidente que las movilizaciones contra Erdogan presentan múltiples similitudes con estas revueltas. Turquía refleja más que nunca su papel de bisagra entre el mundo islámico y la Europa occidental. Un equilibrio sostenido durante años por el Ejército, partidario del laicismo de la sociedad turca. La limitación de las libertades y la represión de las protestas del gobierno islamista moderado pueden poner en peligro su afán por integrarse en la UE a pesar de las reformas que han supuesto la abolición de la pena de muerte y el reconocimiento de los derechos del pueblo kurdo. La resolución de la crisis actual puede incidir, más allá del ámbito local, en la evolución política de la región. Si la bisagra se tambalea Taksim se puede convertir en una nueva Tahrir.