HUGO CHÁVEZ. EL LEGADO BOLIVARIANO DEL FÚTBOL (y VI)

junio 19, 2013

Sin duda, la figura de Hugo Chávez es una de las más controvertidas de los últimos años en el continente americano, amado por sus fieles y odiado por sus detractores, el dirigente bolivariano supo levantar pasiones más allá de su credo político. Una vez desaparecido su figura se erige como uno de los últimos mitos revolucionarios latinoamericanos. Algunos incluso lo sitúan a la misma altura que el mismísimo Che Guevara. Sea como fuere, es indudable que en vida se erigió en un líder carismático, quizás por eso no extrañan las múltiples muestras de duelo que originó su muerte. También el mundo del deporte, y por extensión el fútbol, manifestó sus condolencias tras su fallecimiento.

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cartel propagandístico de homenaje a Hugo Chávez

EL DEPORTE VENEZOLANO REACCIONA A LA MUERTE DE CHÁVEZ

La defunción del líder bolivariano provocó múltiples reacciones en el mundo del deporte. Diversos atletas y dirigentes deportivos manifestaron su pesar por su muerte. Olímpicos como los esgrimistas Rubén Limardo o Silvio Fernández publicitaron sus condolencias en las redes sociales. El medallista en los Juegos de Londres 2012 declaró al respecto: “Gracias por apoyarme a lograr el gran sueño olímpico. Venezuela se siente orgullosa de ti, que Dios lo tenga en la gloria. Chávez corazón de guerrero”. También los ciclistas Daniela Larreal, Angie González y Miguel Uberto expresaron su dolor por la pérdida. A ellos se sumaron deportistas de otras disciplinas, como el piloto de fórmula 1 Pastor Maldonado.

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jugadores del Zamora FC recordando la figura del líder bolivariano

Obviamente  su muerte también causó conmoción en el beisbol, el deporte predilecto de Chávez. No en vano el seleccionador nacional, Luis Sojo, le definió como “un hombre de beisbol”. Se dio la circunstancia que cuando aconteció su muerte el combinado venezolano se encontraba en Miami para disputar un partido amistoso. Cuando sus jugadores se encontraban en la cancha calentando antes del encuentro conocieron la noticia del fallecimiento del presidente del país. Acto seguido la expedición venezolana pidió que se guardara un minuto de silencio y que las banderas ondearan a media asta, pero ninguna de las dos peticiones fue aceptada.

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El piloto Pastor Maldonando posando junto a Hugo Chávez

El mundo del fútbol no quedó al margen del luto por Chávez. La novena jornada de la Liga de Primera división venezolana fue suspendida tras conocerse la noticia. César Farías, el seleccionador nacional venezolano, y jugadores como Tomás Rincón o Roberto Rosales mostraron sus respetos a la familia del difunto. La nueva sorprendió a los futbolistas del Deportivo Lara en Paraguay. Hasta allí se habían desplazado para disputar un partido correspondiente a la Copa Libertadores ante el Club Olimpia de Asunción. A pesar de que minutos antes del inicio del encuentro conocieron el deceso, los jugadores saltaron al terreno de juego y lograron levantar un 2 a 0 adverso. En un final trepidante los venezolanos marcaron dos goles para conseguir un  valioso empate que prácticamente los clasificaba para los octavos de final de la competición. Los autores de los tantos, Marlon Fernández y José Torrealba tras marcarlos señalaron al cielo para dedicárselos al difunto ex mandatario venezolano.

También en Barinas se homenajeó la figura de Hugo Chávez. En el primer partido como local del Zamora FC tras su muerte sus futbolistas exhibieron una pancarta en los prolegómenos del partido con la leyenda “Chávez vive, la lucha sigue”.

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Los Demonios Rojos, barra brava del Caracas FC, rindiendo honores a Chávez.

GRADAS CON CHÁVEZ

Las condolencias y muestras de apoyo a la familia Chávez también tuvieron como escenario las gradas de los estadios. Tanto en la liga nacional como en otras competiciones internacionales se realizaron actos de tributo a la figura del líder de la revolución bolivariana.

En Venezuela la barra brava del Caracas FC, los Demonios Rojos, rindió su particular homenaje a Chávez durante el encuentro que enfrentaba al Caracas FC con el conjunto brasileño del Gremio Porto Alegre, correspondiente a la Copa Libertadores de América.  En las gradas del estadio Olímpico de la Universidad Central de Venezuela desplegaron una pancarta con la efigie del mandatario y la leyenda “Muere el hombre más no la idea. Líder eterno”. También fueron visibles otras pancartas alusivas a Chávez como una que reproducía sus ojos (símbolo identificativo de su última campaña electoral a la presidencia del país celebrada el 7 de octubre de 2012) u otras con eslóganes como “Hasta la victoria siempre” o “Chávez es un pueblo”. Incluso los aficionados rivales mostraron carteles para la ocasión con lemas como “Chávez tambén é Libertador’es’”.

Pero también sus adversarios políticos aprovecharon las tribunas de los estadios para mostrar su rechazo a la figura del ex presidente. Durante el minuto de silencio por la memoria de Hugo Chávez celebrado antes del encuentro que disputaron la selección vinotinto contra la colombiana en el Estadio de Cachamay, situado en la localidad de Puerto Ordaz, se escucharon diversos abucheos y protestas de gran parte del público presente. Paradójicamente, días antes se respetó escrupulosamente el minuto de silencio hecho en el estadio Monumental de Buenos Aires que albergó el partido Argentina- Venezuela.

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La hinchada de Newell’s Old Boys en un partido de la Copa Libertadores

Fuera del país también proliferaron los mensajes de apoyo al pueblo venezolano por la muerte del dirigente bolivariano. En países como Argentina las muestras de duelo se dieron en diversos estadios del país. En la cancha del Atlético San Martín de Tucumán su hinchada desplegó una bandera con un dibujo de Chávez tocado con su habitual boina roja de paracaidista colocada junto a una pancarta con el lema «X 100-pre Comandante”. En otros estadios los lemas rezaban “Kirchner y Chávez viven”.

En Europa distintas aficiones recordaron al fallecido presidente. Así en Italia la afición del Livorno, de conocida filiación comunista, extendió una pancarta con el lema “Hasta siempre Chávez” escrito en letras rojinegras. Actos similares se sucedieron en algunos estadios de divisiones inferiores de la liga española, como Barcelona y Murcia. En la capital catalana los seguidores de la Unió Esportiva Sant Andreu, los Desperdicis, exhibieron una pancarta con el eslogan “Chávez vive, la lucha sigue” durante el encuentro de Segunda división B que enfrentó a su equipo contra el CD Alcoyano. También los City Boys, colectivo de hinchas del CAP Ciudad de Murcia desplegaron pancartas con el lema “Los que mueren por la vida no pueden llamarse muertos DEP Chávez” en el partido que jugó su club contra el CD Cieza de la Liga 1ª Autonómica.

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aficionados argentinos recordando a Kirchner y Chávez


HUGO CHÁVEZ. EL LEGADO BOLIVARIANO DEL FÚTBOL (V)

junio 5, 2013

Tras comprobar como el opositor Capriles se acercó al populismo que impregnó al chavismo para intentar derrotar al candidato oficialista en las pasadas elecciones presidenciales y como éste también se sirvió del fútbol para promocionarse entre la ciudadania, en esta nueva entrega abordamos algunos episodios menos conocidos de la biografía del difunto dirigente venezolano relacionados con el fútbol.

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Chávez ensimismado con un balón durante un acto protocolario

GOLEANDO CON LAS BOTAS PUESTAS

En 1999 –poco después de su victoria en las elecciones presidenciales– Hugo Chávez visitó la ciudad de Mérida. Aún ataviado con su uniforme de camuflaje, botas militares y su característica gorra roja, aquella que portaba cuando en 1992 comandando un regimiento paracaidista en Maracay se rebeló contra el gobierno de Carlos Andrés Pérez y que posteriormente se convirtió en icono del chavismo, se personó en el estadio Soto Rosa donde  la Universidad de Los Andes, el popular ULA FC, jugaba contra el Táchira un partido correspondiente a la jornada 20 del campeonato nacional de liga de Primera división. Chávez era el encargado de realizar el saque inicial del encuentro.

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Chávez saludando al guardameta del ULA FC Armando «Muralla» Navarrete

Pero ante la sorpresa del público y  los jugadores, cuando el colegiado Gustavo Brand sopló su silbato Chávez en lugar de desplazar el balón empezó a correr con el hacia la portería. Armando Navarrete, guardameta colombiano del ULA FC le persiguió hasta lograr parar el primer chut con la pierna izquierda del presidente. Chávez decidido a marcar recogió el rechace para rematar de nuevo. Se convirtió en el primer goleador con botas militares y uniforme de camuflaje del fútbol venezolano. Aquel día el entonces máximo mandatario del país fue nombrado presidente honorario del ULA FC. Paradójicamente, el año 2001 el club debido a diversos problemas económicos vendió sus derechos de participación en el campeonato liguero al recién creado Monagas FC certificando su desaparición. No fue hasta 2010 cuando la institución logró superar dichos contratiempos y se refundó para disputar el torneo de Tercera división nacional.

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Gadafi junto a Chávez durante una visita a Venezuela en el 2009

LA HISTORIA DE UN ATÍPICO ESTADIO AFRICANO

También en el continente africano la figura de Chávez despertó admiración, en parte por su enardecido discurso antiimperialista que le granjeó amplias complicidades. Convertido en emblema revolucionario mundial pronto fue agasajado por diversos líderes internacionales, como el también fallecido ex presidente libio Muamar el Gadafi. No en vano en 2004 Chávez visitó Trípoli para recoger el Premio Gadafi de Derechos Humanos, en su entrega conoció personalmente al líder libio.

Cinco años más tarde, como muestra de amistad hacia el presidente venezolano, el dirigente norteafricano decidió construir un estadio de fútbol en su honor. Según manifestó el propio Gadafi, la decisión de bautizar con su nombre el campo fue su particular forma de reconocer “su programa revolucionario en Venezuela y su papel en el futuro sudamericano”.

Así el 5 de marzo de 2009 era inaugurado oficialmente el “Hugo Chávez Football Stadium” en la ciudad de Benina, situada al noreste del país cerca de Bengasi. Así rezaban las letras doradas que relucían en un rótulo colocado en un arco de acero próximo a las taquillas del recinto. Ese día se enfrentaron las selecciones sub 23 de Libia y Siria en un partido amistoso. Más allá de las excentricidades del mandatario libio, dicho terreno de juego no era ninguna nimiedad. Al contrario, el estadio fue el primero del país en contar con todo el aforo de asientos. Toda una apuesta para mejorar las infraestructuras deportivas del país de cara a la Copa África de Naciones (CAN) que debía albergar en el año 2013 (que finalmente organizará Sudáfrica). Un moderno complejo deportivo con césped artificial que podía albergar hasta 10.550 espectadores y en el que jugaron tanto los clubes de Bengasi –como el Al Nasr o el Al Ahly– como la selección nacional. Sin embargo, pronto, como el resto del país, caería en desgracia.

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Fachada principal del Hugo Chávez Stadium de Benina

El motivo no fue otro que el estallido de una guerra civil que se zanjaría con la muerte del líder libio a manos de milicianos rebeldes. Tras su caída las escenas de escarnio hacía cualquier edificio, estamento, funcionario o símbolo gubernamental se sucedieron. Y el estadio de Benina no fue menos. De hecho durante los combates que tuvieron como escenario Bengasi el estadio fue utilizado como centro de refugiados para albergar a trabajadores de origen turco, mauritano o tunecino que esperaban ser repatriados. Hasta 5.000 inmigrantes se reunieron en él usando sus tribunas o el césped para dormir y tendiendo su ropa en las redes de las porterías. Tan sólo dos semanas antes de estallar la revolución que derrocaría a Gadafi el terreno de juego había acogido el último partido de fútbol antes de la revuelta antigubernamental.

En marzo de 2011 el Consejo Nacional de Transición (CNT) acordó cambiar el nombre del mismo tras la demanda presentada por la población local. Así fue como el Estadio Hugo Chávez pasó a denominarse oficialmente “Estadio Mártires de febrero” en recuerdo a todos aquellos opositores que murieron durante el conflicto armado. Paradójicamente, con el país inmerso en una traumática posguerra, en el acceso principal al estadio aún luce el letrero que lo identifica como el “Hugo Chávez Football Stadium”. Sin medios para derribarlo o por mera desidia el cartel sigue mostrando al visitante su nombre original mientras las paredes adyacentes están repletas de pintadas espontáneas de color rojizo con la leyenda “Estadio Mártires de febrero”.

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jugadores en el césped del Hugo Chávez Stadium libio


HUGO CHÁVEZ. EL LEGADO BOLIVARIANO DEL FÚTBOL (IV)

mayo 20, 2013

El acercamiento de Hugo Chávez al fútbol, teniendo en cuenta como su verdadera pasión era el béisbol, se produjo progresivamente. Tras constatar como el balompié permitía trasladar a sus conciudadanos valores patrióticos, uno de los pilares sobre los que se sustenta el socialismo bolivariano propugnado por el fallecido teniente coronel, el fútbol pasó a formar parte de la agenda presidencial con vistas a la disputa de la Copa América en Venezuela en el año 2007. La instrumentalización del deporte, y en el caso que nos ocupa del fútbol, como arma electoral o simplemente como recurso populista ha impregnado tanto al chavismo como a sus oponentes políticos.

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Nicolás Maduro, actual presidente de Venezuela, ante un retrato de su antecesor

CAPRILES A LA ESTELA DE CHÁVEZ

Durante la última campaña electoral por la presidencia del país celebrada en 14 abril del 2013, el aspirante opositor Henrique Capriles, consciente de que Barinas era un feudo chavista y que necesitaba arrancar votos para tener opciones de poder superar al candidato oficialista Nicolás Maduro, no dudó en enfundarse la elástica del equipo local durante el mitin que ofreció en la Avenida Cruz Paredes de dicha localidad ante una masa enfervorecida. De hecho, Capriles en su frustrada carrera hacia la presidencia intentó emular el populismo del que hizo gala Hugo Chávez, con discursos agresivos en los que la parafernalia futbolística estuvo muy presente. No en vano en diversos actos públicos o ruedas de prensa se presentó luciendo el chándal y la camiseta de la selección venezolana de fútbol o una gorra con los colores nacionales. Un cambio radical con respecto a anteriores comicios cuando mostró una faceta más comedida.

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Capriles- Maduro: rivales en los comicios, patriotas en los mitines

La carrera electoral a la presidencia de Venezuela no estuvo, por tanto, exenta de referencias al balompié. Tanto el opositor Capriles como los finalmente vencedores Nicolás Maduro, sabedores del creciente ascendente del fútbol entre sus compatriotas, trataron de exhibir los colores del equipo nacional o, en el caso del dirigente del partido Primero Justicia y gobernador del estado de Miranda, las camisetas de los equipos de las distintas ciudades que visitaba en su gira preelectoral. Por su parte Maduro, consciente de que tenía que aglutinar el voto chavista rindiendo culto a la figura de su fallecido dirigente, invitó al astro argentino Diego Armando Maradona, amigo personal de Chávez, al mitin de cierre de campaña celebrado en Caracas.

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Capriles Radonski luciendo la camiseta del Zamora FC en Barinas

MARADONA ENTRA EN ESCENA

La presencia de Maradona, según la oposición conseguida previo pago de un millón de dólares por parte de la candidatura oficialista –extremo desmentido por sus oponentes–, generó una expectación inusitada entre los habitantes de la capital y municipios colindantes. Enfundado en una camisa roja, símbolo chavista por excelencia, el ex futbolista argentino mostró públicamente su apoyo a Nicolás Maduro ante el público que llenaba por completo la Avenida Bolívar caraqueña. Al día siguiente el ex jugador visitó el Cuartel de la Montaña situado al oeste de Caracas, donde descansan los restos del mandatario venezolano para presentar sus respetos, acto al que fue acompañado por Maduro.

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Maradona acompañando a Chávez en uno de sus mitines electorales

La relación de Maradona con el chavismo se remonta a años atrás cuando coincidió con Hugo Chávez en sus críticas a la política intervencionista de Estados Unidos en América Latina, no en vano ambos compartían amistad con el líder cubano Fidel Castro. La voluntad de Chávez de extender el denominado “socialismo del siglo XXI” al resto del continente hizo mella en el argentino que en el año 2005 participó en un mitin de Chávez y otros dirigentes latinoamericanos en Mar del Plata y acabó dirigiéndose a los presentes manifestando: “Los quiero mucho. Argentina es digna. Echemos a Bush” ante la presencia de un sonriente Chávez. Tras la muerte del líder venezolano Maradona declaró sobre su legado: “Lo que me dejó Hugo fue una gran amistad, una sabiduría política increíble. Hugo Chávez ha cambiado la forma de pensar del latinoamericano, nosotros estábamos entregados a Estados Unidos y él nos metió en la cabeza que podíamos caminar solos».

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Chávez junto a Maradona y Evo Morales

LA SOMBRA DE CHÁVEZ MÁS ALLÁ DE BARINAS

Los vínculos establecidos entre el chavismo y los clubes de fútbol van más allá de la citada intrínseca relación del Zamora FC con la familia Chávez. En Venezuela existen otros equipos que también han manifestado en algún momento su afinidad con el régimen bolivariano. Este sería el caso del Deportivo Táchira FC de San Cristóbal, cuya propiedad se reparten la gobernación del estado y el sector privado. El club está presidido por Juana Suárez, antigua dirigente del Instituto de Deporte de Táchira y candidata a la alcaldía de San Cristóbal por el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y declarada chavista que no dudó en agradecer a Hugo Chávez, tras su muerte, el apoyo incondicional que había dado al deporte venezolano.

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Suárez junto a Chávez en un acto político en San Cristóbal

Se da la circunstancia que el Táchira contó con la financiación de Polar, el mayor grupo económico privado de Venezuela propiedad de la familia Mendoza ligado al sector alimenticio. Un holding que, en su momento, también patrocinó a otros clubes del país como el Caracas FC e incluso a la selección vinotinto. Fue en 2004 cuando firmó un contrato con la Federación Venezolana de Fútbol (FVF) como sponsor oficial por diez años. A cambio, Empresas Polar, consiguió la explotación de la imagen de los internacionales para sus campañas de publicidad.

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jugadores del Deportivo Táchira celebrando un gol en la Copa Sudamericana luciendo la publicidad de PDVSA


HUGO CHÁVEZ. EL LEGADO BOLIVARIANO DEL FÚTBOL (III)

mayo 11, 2013

La devoción del ex mandatario venezolano por el béisbol quedó patente en su deseo por convertirse en jugador profesional. En su familia el seguimiento por dicho deporte era extensivo a casi la totalidad de sus hermanos. Sólo uno se decantó por el balompié, Adelis Chávez, el hermano menor de Hugo. A continuación ahondaremos en su figura, miembro del comité organizador de la Copa América y máximo dirigente del club de fútbol de la localidad natal de la familia Chávez, el Zamora FC de Barinas.

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El menor de los Chávez, Adelis, posando ante el escudo del Zamora FC

ZAMORA FC, EL FEUDO CHAVISTA DEL BALOMPIÉ VENEZOLANO

La relación de Chávez con el fútbol, más allá de los triunfos de la selección que aumentaron su interés por él, tiene más que ver con su familia. El Chávez más apasionado por el fútbol es, sin lugar a dudas el citado Adelis, presidente del Zamora FC y confeso fan de Diego Armando Maradona. Fue en el año 2006 cuando el hermano menor del dirigente bolivariano, que ocupó la vicepresidencia ejecutiva del Comité Organizador de la Copa América el 2007, decidió ocupar la presidencia del club de su tierra. A diferencia de sus hermanos, más interesados en el béisbol, Adelis siempre mostró gran afición por el fútbol. No es de extrañar que se aupara a la dirigencia del club de Barinas, estado natal de los Chávez.

Fundado en 1974, La Furia Llanera, como se conoce popularmente al Zamora FC, logró su mayor éxito en el año 2011 cuando se adjudicó el Torneo Clausura nacional. El éxito fue rentabilizado por el partido gubernamental que utilizó la imagen de los jugadores en su propaganda electoral. Por si ello fuera poco, el estadio La Carolina fue escenario de diversos mítines políticos e incluso se usó como plató improvisado de una edición del programa “Aló presidente”.

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Chávez ejerciendo como presentador televisivo en su programa «Aló presidente»

La victoria en el torneo local permitió al Zamora FC disputar por primera vez en su historia la Copa Liberadores el año siguiente. A pesar de realizar una pobre campaña, quedando eliminado en primera ronda como colista de su grupo, el conjunto blanquinegro consiguió un meritorio empate ante Boca Juniors en el Estadio Agustín Tovar. Sin duda este fue uno de sus mayores hitos al tratarse de un club tradicionalmente acostumbrado a evitar el descenso. De hecho incluso llegó a desaparecer en diciembre de 1998 producto de una acuciante crisis financiera. Casualmente, el hecho coincidió con el ascenso al poder de Hugo Chávez, quién inicio su primer mandato presidencial aquel mismo año. Fue entonces cuando el alcalde de la ciudad, Julio César Reyes, recompró la deuda del club por 40.000 euros. Posteriormente, también se desembolsó dinero para las obras de remodelación del estadio La Carolina.

Los vínculos del equipo barinés con el chavismo van más allá de la presidencia de Adelis Chávez. No en vano entre la nómina de patrocinadores del club, entre los que se encuentran el Banco del Tesoro y el Banco del Pueblo Soberano, se haya PDVSA, la compañía estatal petrolera de Venezuela, o el propio ayuntamiento.

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Formación del Zamora FC posando con el uniforme patrocionado por PDSVA

La llegada a la presidencia del menor de los Chávez acabó con las disputas entabladas por las diversas familias del chavismo. Con anterioridad el club barinés estaba dirigido por un organismo dependiente del Instituto Municipal de Deporte, o sea de la alcaldía de la ciudad encabezada por el citado Julio César Reyes, opositor al gobierno de Hugo Chávez. Reyes, alcalde de Barinas entre 2000 y 2008 y diputado de la Asamblea Nacional, tras diversos desencuentros con el clan Chávez, en especial con Adán Chávez con quién se midió por el cargo de gobernador, se pasó a la oposición. Finalmente la familia del ex presidente venezolano logró controlar el club mediante la figura del directivo Pedro Carreño, asistente personal de Hugo Chávez en la campaña electoral de 1998, militar y miembro del Movimiento V República (MVR). La marcha de Carreño del club, paralela a su renuncia como Ministro de Interior y Justicia, coincidió con una serie de problemas financieros que acuciaban a la entidad, como el impago de los salarios a sus futbolistas. La competencia por el cargo de gobernador del estado con Adán Chávez, otro hermano del ex presidente, tampoco le facilitó las cosas a Carreño. A pesar de que el alcalde Reyes trató de asumir la dirección del club, finalmente este pasó a ser controlado por los Chávez.

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Mural del Movimiento V República de apoyo a Chávez


HUGO CHÁVEZ. EL LEGADO BOLIVARIANO DEL FÚTBOL (II)

abril 30, 2013

Tras conocer las preferencias deportivas del difunto ex presidente venezolano, más proclives al béisbol que al fútbol, a continuación abordaremos como la celebración de un trofeo de prestigio internacional, la Copa América, ejerció como punto de inflexión del balompié en el país. Precisamente, el aumento de la competitividad de la selección vinotinto, a raíz del éxito cosechado en dicha competición, comportó también la transformación del torneo nacional.

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Chávez mostrando el trofeo del campeonato celebrado en Venezuela

FÚTBOL Y PATRIOTISMO: LA COPA AMÉRICA 2007 COMO PUNTO DE INFLEXIÓN

A pesar de ser el primer deporte que se implantó en el país, en 1876 de la mano de mineros ingleses establecidos en El Callao, el fútbol venezolano no gozaba de buena salud. Mientras los clubes eran diezmados en las competiciones internacionales, la selección nacional transitaba sin pena ni gloria por las fases clasificatorias de los distintos campeonatos en los que participaba. El combinado venezolano era la perita en dulce de cualquier eliminatoria. No en vano durante treinta años solo cosechó dos triunfos en competición oficial y era la única selección sudamericana que nunca se había clasificado para un Mundial.

Sin embargo todo cambió en el año 2006 cuando la Conmebol (Confederación Sudamericana de Fútbol) acordó otorgar la organización de la XLII edición de la Copa América a Venezuela. El campeonato era una oportunidad perfecta para mostrar las transformaciones que había experimentado el país y, de paso, ensalzar los ideales revolucionarios que las habían hecho posibles. Al menos eso creyó el gobierno venezolano que aportó 186 millones de dólares para su celebración e invitó al astro argentino Diego Armando Maradona para que hiciera el saque de honor en la jornada inaugural del torneo.

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saque de honor con el trío Chávez- Morales- Maradona

La disputa de la Copa América’07, el torneo de fútbol de selecciones más popular y antiguo de Suramérica, comportó la modernización del balompié venezolano y, sobretodo, de sus obsoletas instalaciones. Se construyeron tres nuevos estadios (Mérida, Maturín y Barquisimeto) y se adecuaron a los tiempos seis más. Además, los éxitos deportivos cosechados por la Vinotinto posibilitaron la identificación de la población con su selección. A pesar de quedar eliminada en cuartos de final ante Uruguay, la imagen ofrecida fue buena. La sexta plaza en el campeonato consagró definitivamente al combinado venezolano como una selección a tener en cuenta. Los jugadores se convirtieron en héroes para unos aficionados poco acostumbrados a los éxitos futbolísticos.

Aunque con anterioridad el fútbol venezolano ya había destacado con algún éxito relevante, como la victoria en Montevideo ante los charrúas en 2004, no fue hasta la disputa de la Copa América cuando la selección Vinotinto despuntó. El crecimiento del equipo tuvo su reflejo en las estadísticas, así Venezuela pasó de ocupar el puesto 129 en el ranking FIFA en 1998 –año del ascenso a la presidencia de Chávez– al 39 en el año 2011, un salto cualitativo sin paliativos. Los éxitos se reeditaron en la siguiente edición de la Copa América cuando el combinado nacional, bajo las órdenes del técnico César Farías, alcanzó las semifinales, el mayor logro en la historia del fútbol venezolano hasta la fecha.

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formación del combinado nacional venezolano que disputó la edición de 2011 de la Copa América

Unos éxitos que no pasaron desapercibidos para Chávez quién progresivamente fue incorporando comentarios sobre el fútbol tanto en sus intervenciones públicas como en su programa de televisión. Tras la victoria de Venezuela ante Chile por 2 a 1 en los cuartos de final de la Copa América 2011 el mandatario manifestó a través de las redes sociales: “Gloria al Bravo Pueblo! Rindamos tributo supremo a nuestros muchachos de la Gloriosa Vinotinto! Viva Venezuela! Viviremos y Venceremos!” Anteriormente ya se había interesado por las evoluciones del fútbol en el país a raíz de diversos encuentros con el anterior técnico del combinado nacional, Richard Páez, con quién intercambió opiniones acerca de las carencias existentes en el fútbol venezolano, tanto a nivel de infraestructuras como de formación deportiva.

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Hugo Chávez festejando los éxitos de la selección vinotinto

EL PASO ADELANTE DE LA LIGA VENEZOLANA DE FÚTBOL

También la liga venezolana se dejó arrastrar por la bonanza de éxitos. El número de clubes que disputaban el campeonato se incrementó, pasando de 10 a 18 equipos y el nivel del torneo mejoró ostensiblemente. En las competiciones internacionales destacaron equipos como el Caracas FC que hizo actuaciones de mérito en la Copa Libertadores los años 2006 y 2009. Todo ello –a pesar de las reticencias de Rafael Esquivel, el presidente de la Federación Venezolana de Fútbol (FVF) que trató de evitar que Chávez obtuviera mayor protagonismo en el ente que controla el fútbol en el país– fue posible por las inversiones económicas derivadas de la promulgación de la Ley Orgánica del Deporte que reglamentó el patrocinio de empresas públicas y privadas en dicho ámbito.


HUGO CHÁVEZ. EL LEGADO BOLIVARIANO DEL FÚTBOL (I)

abril 18, 2013

La muerte el pasado 5 de marzo del hasta entonces presidente de Venezuela, Hugo Rafael Chávez Frías convulsionó –para bien o para mal– no sólo a sus compatriotas, sino también al mundo entero. Lo cierto es que su figura, tildada de dictatorial por sus detractores y de heroica por sus simpatizantes, no dejó a nadie indiferente. Más allá de la trascendencia política del personaje, adalid del autodenominado socialismo del siglo XXI para algunos o tirano golpista para otros, lo cierto es que Chávez conectó con las clases populares gracias a su carisma y a un discurso próximo. Dejando de lado su faceta televisiva, sus críticas irónicas a Mr. Danger o sus pinitos como cantante, el teniente coronel protagonista del fallido golpe de estado de febrero de 1992 contra el presidente Carlos Andrés Pérez también se acercó al deporte.

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Hugo Chávez en uniforme militar tocado con su habitual boina roja de paracaidista

DEL BÉISBOL AL FÚTBOL. POR UN CAMBIO DE REFERENTES DEPORTIVOS

Durante sus diversos mandatos presidenciales Chávez destacó por su impulso al deporte venezolano. En su apuesta por promocionar la práctica deportiva el dirigente bolivariano, a pesar de que su disciplina predilecta era el béisbol, no dudó en fomentar también el fútbol. De hecho Chávez nunca ocultó su afición por los Navegantes de Magallanes, el equipo de béisbol radicado en Valencia, ciudad del Estado de Carabobo situada al oeste de la capital, no muy distante de su población natal, Sabaneta. Los Bucaneros, nombre popular con el que se conoce al segundo club con más títulos del béisbol venezolano, fueron su debilidad. Tal fue su pasión por este deporte que no dudaba en buscar cualquier hueco en su agenda presidencial para jugar un partido junto a sus ministros y asesores militares.

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jugadores del club de béisbol Navegantes de Magallanes de Carabobo

Incluso llegó a comentar a su círculo de allegados que cuando era joven su sueño era convertirse en jugador profesional de béisbol y así poder imitar a su ídolo deportivo Néstor Isaías Látigo Chávez Silva, jugador que militó en los Giants de San Francisco en 1967. El origen de su pasión por este deporte se remontaba a su juventud, cuando con diecisiete años se enroló en el ejército. De hecho diversos de sus biógrafos aseguran que fue “su entusiasmo por el béisbol lo que le convenció» de incorporarse al mismo. En sus años de instrucción castrense a inicios de la década de los setenta se erigió en uno de los principales jugadores del equipo de la Academia Militar de Caracas. Tras ser transferido a un batallón acorazado en Maracay, en 1980 regresó a la Academia de la capital para ejercer como instructor jefe de deportes.

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Néstor Isaías Látigo Chávez Silva en su etapa como jugador de los Giants

Quizás fue la pasión de Chávez por el béisbol lo que provocó que su gobierno creara una Liga Bolivariana de beisbol que fue patrocinada por la petrolera PDVSA. Toda una paradoja si tenemos en cuenta la evidente influencia norteamericana de dicho deporte, no en vano fueron los trabajadores estadounidenses de las compañías petroleras los que importaron su práctica  a Venezuela a inicios del siglo XX. Desde entonces dicha disciplina se erigió en el deporte nacional, no en vano es conocido como “el país del béisbol”. Así, mientras Uruguay y Brasil alcanzaban las máximas glorias futbolísticas a nivel internacional, la selección venezolana de béisbol ganaba en tres ocasiones la Copa del Mundo en la década de los años cuarenta.

Pero a pesar de no ser un deporte con el mismo seguimiento que el béisbol, Chávez tuvo claro que tenía que acercarse también al fútbol. Seguramente tenía muy presentes las palabras de Ernesto Che Guevara cuando manifestó que “la revolución no avanzaría mucho en Latinoamérica a menos que los cubanos aprendieran a jugar al fútbol”. Quizás por ello, en más de una ocasión, hizo referencias a los partidos de la liga venezolana de fútbol o de la selección  nacional en su programa televisivo dominical “Aló Presidente”, consciente de la creciente trascendencia social del fútbol en el país. Y todo ello a pesar de que el fútbol había sido considerado hasta entonces una actividad vinculada a las clases media y acomodada.

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Chávez jugando a béisbol con la elástica del Ejército venezolano

IMPULSO AL DEPORTE VENEZOLANO

A través del balompié, Chávez promocionó los valores de la llamada Revolución Bolivariana y vehiculó el patriotismo, monopolizándolo alrededor de su figura. De hecho, en una intervención suya con motivo de la celebración del Día del Ejército declaró: “El chavismo es patriotismo, ser chavista es ser patriota, los que quieren patria están con Chávez, los que quieren patria vengan con Chávez para seguir construyendo la patria libre e independiente de Bolívar”. Y que mejor herramienta para fomentar el fervor nacional que el fútbol. El presidente venezolano entendió su potencial propagandístico y no dudó en explotarlo. Nada nuevo que no hayan hecho otros gobernantes, de signo político diverso, en épocas pretéritas o contemporáneas. En el caso de Chávez sus ansias por alentar el discurso nacionalista que evocaba figuras como las de Simón Bolívar, Simón Rodríguez o Ezequiel Zamora fue canalizado en diversas ocasiones a través del fútbol.

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Hugo Chávez en rueda de prensa ante un retrato de Bolívar

No es de extrañar que durante los 14 años en los que Chávez estuvo al frente del país, el balompié experimentara un crecimiento inédito. Tanto la selección nacional, apodada la vinotinto, como los clubes locales recibieron un apoyo importante. Para algunos expertos, las transformaciones que vivió el país tienen en el fútbol su máxima expresión. “Venezuela es distinta y su fútbol irreconocible” afirman. Los éxitos deportivos llegaron y fueron debidamente instrumentalizados para exaltar los valores patrios.