LA CRUZADA ANTI-GAY RUSA TOPA CON LOS TRIBUNALES. EL CASO MARTSINKEVICH

agosto 21, 2014

Cuando se cumple un año de nuestra primera entrada acerca de la cruzada anti- gay que llevaban a cabo diversos grupos neonazis rusos, uno de sus cabecillas ha sido juzgado. El líder del autodenominado «Occupy Pedophlia», Maxim Sergeyevich Martsinkevich, conocido por el sobrenombre de Tesak, ha sido condenado por un tribunal a una pena de cinco años de reclusión.

UNA CONDENA COMO PRECEDENTE

Hasta el momento la mayoría de casos de asedio a los que se ha sometido a miembros de la comunidad LGBT por parte de bandas neonazis en Rusia habían quedado impunes. La sentencia contra Tesak puede ser, por tanto, un punto de inflexión al respecto. Un primer precedente a partir del cual se instruyan otras causas similares.

El caso de Martsinkevich no deja de ser sorprendente. Tras aparecer en diversas filmaciones colgadas en la página de VKontakte, el equivalente ruso de Facebook, de Occupy Pedophilia, Tesak fue perseguido por el gobierno ucraniano por agredir a un ciudadano de dicha nacionalidad. Todos los intentos de detenerle resultaron infructuosos. Algo similar aconteció con la fiscalía de Sevastopol, que alertada por diversas organizaciones pro derechos humanos trató en vano de arrestarle. A medida que el cerco sobre él se estrechaba Martsinkevich decidió huir. Su destinación fue la isla de Cuba, a la que llegó en diciembre de 2013. Cuando creía que había eludido a las autoridades, un mes después, fue detenido por agentes de la Interpol por quebrantar la ley de inmigración del país caribeño. Así fue como pudo ser extraditado a Rusia.

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Martsinkevich luciendo nuevo look durante su estancia en Cuba

No ha sido hasta este mes de agosto cuando el tribunal moscovita presidido por la magistrada Svetlana Ukhnalev ha dictado la sentencia que condena a Martsinkevich a cinco años de reclusión en una colonia penal. La jueza le ha declarado culpable de “incitación y fomento de casos de extremismo mediante la publicación de videos que contienen insultos raciales y opiniones extremistas” basándose en las pruebas recopiladas por la policía, que no eran otras que las grabaciones colgadas por el grupo entre septiembre y octubre de 2013. El abogado de Martsinkevich, por contra, anunció que recurriría el fallo al entender que los vídeos no constituyen ningún delito. Esta es la tercera condena que recibe su cliente, que ya en los años 2008 y 2009 fue condenado por incitación al odio. A inicios de 2013 también fue arrestado en Bielorrusia tras enfrentarse a un grupo de antifascistas locales, uno de los cuales sufrió heridas de arma blanca.

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El ex líder del grupo neonazi Format 18 durante una sesión del juicio

OCCUPY PEDOPHILIA A JUICIO

La sentencia contra el ex cabecilla de Format 18 es, sin duda, todo un precedente que puede modificar la laxa beligerancia de la judicatura sobre los casos de acoso a la comunidad LGBT en el país. Si hasta ahora las múltiples agresiones y vejaciones que han sufrido sus miembros han sido toleradas, la condena al cabecilla de Occupy Pedophilia puede alterar la jurisprudencia existente al respecto. Al menos eso se deriva de las causas pendientes que en breve afrontaran nueve miembros del grupo anti-gay.

El fiscal de Kamensk- Uralsky consiguió que se aprobara un auto de acusación contra ellos por su presunta participación en crímenes contra los homosexuales. Se les acusa de integrar una organización extremista, dar palizas, proferir amenazas de muerte, causar lesiones corporales graves, torturas y robo. Según el informe presentado por la acusación los nueve jóvenes formaron en enero de 2013 una célula de Occupy Pedophilia en la ciudad de Kamensk- Uralsky, radicada en el óblast de Sverdlovsk. Desde entonces perpetraron diversos ataques contra homosexuales siguiendo el mismo modus operandi de la banda liderada por Martsinkevich. Tras un primer contacto por las redes sociales con el sujeto se concretaba una cita en la que el mismo era agredido física y verbalmente. Todo la secuencia era registrada por los asaltantes y luego colgada en Internet. Precisamente, dichas filmaciones han sido cruciales a la hora de identificarles.