CRUZADA ANTIGAY EN RUSIA. GRUPOS NEONAZIS ASEDIAN A LA COMUNIDAD LGBT (y II)

agosto 24, 2013

Las agresiones a miembros de la comunidad homosexual rusa se han producido en un contexto de creciente intolerancia en el país, como muestra el último acuerdo tomado por la Duma, la cámara baja del Parlamento ruso, que prohibe por ley la propaganda gay entre menores . Una disposición que se une a otras de características similares, como la que veta la adopción de hijos a parejas del mismo sexo. La espiral de violencia protagonizada por grupos neonazis rusos es sólo un síntoma más de la existente animadversión de buena parte de la sociedad y las instituciones del país hacía la comunidad LGBT. Un hostigamiento que ha generado controversia también en el mundo del deporte, con la mirada puesta en las próximas olimpiadas de invierno que organizará la ciudad de Sochi, situada a medio camino entre el Cáucaso y el Mar Negro.

hateoniceproclama favorable al boicot de las olimpiadas de invierno del año 2014

SOCHI 2014 ¿UNOS JUEGOS OLÍMPICOS DE INVIERNO PERMISIVOS?

La promulgación de la ley contra la homosexualidad, que defiende “las relaciones sexuales tradicionales (…) entre hombres y mujeres que garantizan el relevo generacional y la conservación y desarrollo del pueblo multinacional de Rusia” según la diputada Ielena Mzulina, ha provocado la indignación del colectivo LGBT y de diversas organizaciones europeas de defensa de los derechos humanos. A pesar de ello, el presidente ruso Vladimir Putin ha minimizado el caso argumentando que no existe ningún tipo de discriminación en el país hacia la comunidad gay. Putin, ante la demanda del presidente del COI Jacques Rogge, afirmó que durante la celebración de los Juegos Olímpicos de Invierno que se llevarán a cabo en el año 2014 en la ciudad de Sochi dicha ley no se aplicará ni a los visitantes ni a los deportistas participantes.

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activistas por los derechos de la comunidad LGBT a favor del boicot de Sochi 2014

Diversos activistas por los derechos gays han anunciado protestas durante el evento olímpico para publicitar la discriminación que sufre el colectivo LGBT ruso a escala internacional. Incluso ha trascendido la convocatoria de una marcha gay en Moscú el mismo dia de la ceremonia inaugural. En una línea similar de denuncia, distintos locales de ambiente homosexual de Londres y Estados Unidos han emprendido sendas campañas de boicot al vodka ruso para denunciar la represión hacia la comunidad LGBT en Rusia. Otro tipo de acciones simbólicas se han llevado a cabo en países como Suecia. En su capital, Estocolmo, diversos activistas pintaron un arco iris, emblema de la comunidad gay a nivel internacional, en el paso de peatones situado frente a la embajada rusa.

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gays norteamericanos promocionando el boicot al vodka ruso en Nueva York

EL SIGNO DE MOSCÚ. PATRULLAS ADOLESCENTES CONTRA LA INMIGRACIÓN

Las campañas agresivas contra la comunidad LGBT emprendidas por grupos ultranacionalistas rusos no son un hecho aislado. Otros colectivos, como los miembros de las minorías étnicas residentes en el país, también han sido objeto de la ira de estas agrupaciones. Homosexuales, presuntos pedófilos y narcotraficantes, antifascistas e inmigrantes se encuentran en el punto de mira de los grupúsculos neonazis rusos.

Estas pandillas de adolescentes neonazis se han organizado como patrullas callejeras para dar caza a lo denominan “inmigración ilegal”. En la capital rusa, por ejemplo, opera desde finales del año 2012 “el signo de Moscú” una milicia integrada por jóvenes cabezas rapadas que lidera Aleksej Chudjakow, ex militante de Nashi, la organización juvenil creada en el 2007 a instancias del Kremlin para encuadrar a la juventud rusa. Sus miembros recorren las calles de la ciudad en búsqueda de ciudadanos de apariencia caucásica. En sus razias la mayoría de sus miembros usan guantes de látex y mascarillas “para evitar que nos infecten” afirman.

“El signo de Moscú” es sólo una de las diversas organizaciones ultranacionalistas que llevan a cabo redadas en sótanos y dormitorios ocupados por inmigrantes y ciudadanos de origen caucásico.  Uzbekos, azeríes, chechenos, tayikistaníes o armenios, que configuran un tercio del total de la población de Moscú, son los principales objetivos de estos adolescentes que ansían modelar la sociedad a su antojo. La permisividad policial, que permite y tolera sus actuaciones, ha favorecido la existencia de este tipo de grupos de tinte xenófobo cuya máxima consigna es “Rusia para los rusos”.

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neonazis rusos inspeccionando un sótano ocupado por inmigrantes en Moscú

CAUSAS DEL AUMENTO DE LA XENOFOBIA EN RUSIA

Desde el año 2000 se ha producido un aumento significativo de la xenofobia en el país. Un incremento que se explica por diversos motivos, entre ellos la inoperancia de las fuerzas del orden para evitar episodios discriminatorios, el aumento real de la inmigración y la inexistencia de programas de integración gubernamentales. A ello hay que sumar la percepción negativa que tiene buena parte de la población rusa respecto a la inmigración, con un 85% que expresa el deseo de que sea obligatorio el uso de visado para los ciudadanos de las antiguas repúblicas soviéticas de Asia Central y el Cáucaso Sur que trabajen o residan en Rusia. También inciden en dicho aumento el posicionamiento de las autoridades y la reiteración de estereotipos negativos asociados a los ciudadanos caucásicos reproducidos en los medios de comunicación.

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ultranacionalistas rusos en un marcha en Moscú celebrada el año 2011

Episodios como la acción represiva de la policia en el mercado Matwejewski de Moscú contra vendedores caucásicos tras una reyerta en la que fue herido un agente, favorecieron la aparición de actos xenófobos. En este sentido, declaraciones como las del alcalde en funciones de Moscú afirmando que la mayoría de crímenes son cometidos por inmigrantes, las detenciones masivas de ciudadanos no eslavos, la promesa de un endurecimiento de las medidas contra la inmigración ilegal con la mirada puesta en las elecciones locales o la existencia de un campo de detención en el distrito de Goljanowo con casi 600 personas recluidas son una muestra de la voluntad real de las autoridades al respecto.

La eclosión de las actitudes racistas y xenófobas en Rusia, más allá de los pogromos de finales del siglo XIX y las primeras décadas del siglo XX, se produjo tras el desplome de la Unión Soviética. El contexto que favoreció el resurgimiento en la esfera pública de la xenofobia estuvo determinado por la recesión económica que sufrió el país en 1991 y el impacto psicológico que produjo en la población, el colapso del sistema educativo soviético, la incidencia de las violentas disputas entre los partidarios de Alexander Rutskoy y Ruslan Khasbulatov y la emergente propaganda ultranacionalista que pregonaba el retorno de la Rusia imperial de antaño. Todos estos factores fueron cruciales en la gestación del marco social que permitió la propagación de comportamientos xenófobos entre la ciudadania rusa.

Vladivos

Graffiti en Vladivostok con el lema «Eres ruso, muéstrate orgulloso»

A pesar de que los ataques se iniciaron durante el bienio 1991- 93, no fue hasta una década más tarde cuando fueron más prolíficos y virulentos. Así, en el año 2001 en el suburbio moscovita de Yásenevo se produjo una razzia contra comerciantes originarios del Cáucaso. A finales de ese mismo año, se dieron hechos similares en el mercado de Tsaritsyno de la capital rusa. Uno de los episodios más graves tuvo lugar tres años después, cuando una turba exaltada mató a diversos ciudadanos de origen caucásico en la ciudad de Ekaterimburgo, situada en el distrito federal de los Urales.

Las agresiones a ciudadanos de apariencia caucásica llegaron a su cenit durante el bienio 2007-08, cuando los ataques xenófobos causaron más de 100 muertos y cerca de 600 heridos en todo el país. Paradójicamente, desde entonces los episodios xenófobos han ido decreciendo paulatinamente.


XENOFOBIA, FÚTBOL Y ULTRANACIONALISMO: HINCHAS RADICALES EN RUSIA (III)

enero 4, 2011

Lejos de apaciguarse los ánimos tras la detención de Cherkasov, la presión sobre las autoridades se mantuvo. Los ultras convocaron nuevas marchas de protesta en ciudades como Solnechnogorsk, una localidad situada sesenta y cinco kilómetros al norte de Moscú. Durante la misma, los manifestantes agredieron a los transeúntes de rasgos caucásicos. También en la capital rusa se sucedieron los altercados cuando un centenar de jóvenes se concentraron en el boulevard Christoprudny gritando consignas como “Rusia para los rusos”, “Patriotismo no es fascismo” o “¡Adelante Rusia!” mientras distribuían panfletos xenófobos. La convocatoria, organizada por la Alianza Nacional Democrática (НДА), concluyó con los ultras encendiendo bengalas bajo una intensa nevada.

Pocos días después se produjeron más incidentes cuando medio millar de hinchas radicales intentaron acceder por la fuerza a los estudios de televisión ubicados en la céntrica torre de comunicaciones moscovita de Ostakino mientras coreaban consignas racistas. La intervención de los agentes antidisturbios evitó que los ultras asaltaran el edificio. 102 jóvenes fueron trasladados a los juzgados con cargos por violación del código civil ruso. La pena que les fue impuesta ascendió a 500 rublos por cargo.

manifestantes ultranacionalistas exhibiendo una pancarta en Moscú

LA INCIDENCIA DE LA EXTREMA DERECHA EN LA JUVENTUD RUSA

Las movilizaciones en todo el país por la muerte de Sviridov pusieron de manifiesto los vínculos existentes entre los grupos de hinchas organizados y las agrupaciones radicales ultranacionalistas. Muchos de los grupúsculos neofascistas que operan en Rusia se sumaron a los actos de homenaje por el hincha del Spartak asesinado.

miembros de la ilegalizada Славянский союз (SS)

Las relaciones entre los aficionados radicales y las organizaciones de extrema derecha son estrechas en muchos casos. Los ultras de clubes moscovitas como el Spartak y el CSKA son reclutados por estos grupos extremistas aprovechando el auge del nacionalismo y el racismo en el país, unas manifestaciones que son minimizadas e incluso toleradas por un amplio segmento de la sociedad rusa. De hecho, son habituales las marchas y concentraciones organizadas por asociaciones ultraderechistas, como el Movimiento Contra la Inmigración Ilegal o la Unión Eslava, Славянский союз (SS), liderada por Dmitry Dyomushkin. A pesar de que esta última formación fue ilegalizada en abril de 2010 por el tribunal de Moscú por presunta apología de la supremacía racial después de que cuatro de sus miembros fueran sentenciados a cadena perpetua por colocar una bomba que mató a 14 personas en un mercado de la capital rusa, las autoridades permiten sus actos en contraste con los problemas que sufre la oposición liberal del país para manifestarse. De esta forma, los ultranacionalistas se convirtieron en las fuerzas de choque del Kremlin contra sus críticos en las calles.

gráfico sobre las muertes por violencia racista en Rusia (2004- 2008)

EL AUMENTO DE LA VIOLENCIA XENÓFOBA

Según los datos recopilados por el Centro SOVA, organización no gubernamental dirigida por Alexander Verkhovsky que desde el año 2002 documenta la violencia contra las minorías, durante el año 2010 fueron asesinadas en Rusia 37 personas de diversas minorías étnicas y 368 más fueron agredidas. Las cifras de 2009 arrojaban un balance similar: 83 muertos y 434 heridos.

En el año 2010 fueron 82 las personas recibieron penas de prisión por protagonizar actos de violencia xenófoba. 283 más fueron enjuiciadas pero quedaron exentas de pena por falta de pruebas. Los cargos más habituales a los que se enfrentan los detenidos comprenden desde la distribución de propaganda xenófoba (tipificada como delito en el artículo 282 del código criminal ruso), incitación al odio racial, llamadas públicas a la actividad extremista (artículo 280) o vandalismo.


XENOFOBIA, FÚTBOL Y ULTRANACIONALISMO: HINCHAS RADICALES EN RUSIA (I)

diciembre 17, 2010

La muerte del joven seguidor de 28 años Egor Nikolaevich Sviridov, ocurrida la madrugada del 6 de diciembre en Moscú tras una pelea tumultuosa entre fans del FC Spartak de Moscú y jóvenes caucásicos originarios de la república de Kabardino- Balkaria, ha devuelto al primer plano de la actualidad la conflictividad interétnica existente en Rusia.

Egor Nikolaevich Sviridov, hincha del FC Spartak de Moscú asesinado

Paradójicamente, Sviridov no es el primer aficionado del Spartak muerto este año. El 10 de julio moría otro hincha del club moscovita, Yuri Volkov, asesinado tras ser apuñalado mortalmente por tres jóvenes chechenos en una estación de metro del centro de Moscú.

La noche de los hechos, Sviridov junto con otros cuatro hinchas del Spartak se encontraba en una parada de autobús en Kronshtadt Bulevar, situada en el distrito moscovita de Golovinsky, cuando se inició una pelea con un grupo de ocho jóvenes caucásicos. Los insultos derivaron en la agresión mortal cuando una bala alcanzó a Sviridov. A pesar de que el presunto asesino Aslan Cherkesov de 26 años –que aseguró haber actuado en defensa propia– fue detenido, pocos días después diversos grupos de ultras del fútbol convocaron sendas protestas en varias ciudades rusas tras conocer la liberación de los acompañantes del presunto homicida.

hinchas mostrando un retrato de Sviridov durante un acto celebrado en Moscú

EL RETORNO DE LOS VIEJOS FANTASMAS: “RUSIA PARA LOS RUSOS”

El día siguiente a la muerte de Sviridov un millar de hinchas de diversos clubes bloquearon la Avenida Leningradsky como acto de protesta tras hacer una ofrenda floral en el lugar del suceso. Posteriormente, un nutrido grupo se dirigió a la vivienda del fiscal encargado del caso para mostrar su rechazo por la liberación de los compañeros de Cherkesov. Tras la intervención de las fuerzas policiales especiales (OMON), los aficionados se dispersaron aunque 20 de ellos fueron detenidos por causar altercados.

Cuatro días después, más de 5.000 ultras acudieron a la convocatoria no autorizada organizada en la céntrica Plaza de Manezh de Moscú entre otros por Fratria (nombre que significa “hermandad” en latín), la asociación de hinchas más relevante del FC Spartak creada en el 2005 por miembros de grupos hooligans como The Union, Devils Band, Gladiators Firm, Opposition, Boxer’s Team o Wild Boars entre otros. Paralelamente, unos 2.000 hinchas radicales también se concentraron en la Plaza de los Pioneros de San Petesburgo. Actos similares fueron celebrados en otras localidades del país como Kirov, Voronezh, Kaliningrado o Samara.

asistente a la marcha moscovita en memoria de Sviridov

La concentración en protesta por la muerte de Sviridov en Moscú acabó con grandes altercados cuando los radicales rompieron el cordón de seguridad y se enfrentaron a los agentes del OMON desplegados. Se produjeron diversas cargas policiales, desperfectos y agresiones a ciudadanos de aspecto caucásico. Durante la marcha improvisada por las calles del centro de Moscú se corearon eslóganes como “Rusia para los rusos” y “Moscú para los moscovitas”. Reaparecían así en escena los viejos fantasmas que rememoraban los pogromos de la época zarista, cuando los llamados centenanegristas protagonizaron diversas algaradas antisemitas a inicios del siglo XX. En esta ocasión los chivos expiatorios de los ultras fueron los ciudadanos de aspecto caucásico, nombre con que se identifica en Rusia a aquellos individuos de apariencia asiática originarios del sur del país y que profesan mayoritariamente la fe musulmana. Estos caucásicos son percibidos por los jóvenes rusos de ascendencia eslava y creencias ortodoxas como los culpables de todos los problemas que padece la sociedad rusa actual. Las agresiones a caucásicos e inmigrantes de Asia Central durante la manifestación celebrada en Moscú provocaron que la Fiscalía rusa abriera once causas por vandalismo contra los ultras que protagonizaron los hechos.

video sobre los incidentes protagonizados por los ultras en Moscú