ORÍGENES DEL NEOFASCISMO UCRANIANO (II)

marzo 4, 2014

Una vez detallados los referentes intelectuales sobre los que se articuló el nacionalismo ucraniano en los años veinte del siglo pasado –Dontsov y el denominado ‘nacionalismo integral–, a continuación abordamos la trayectoria vital y política de Stepán Bandera, el máximo referente del ultranacionalismo ucraniano.

STEPÁN BANDERA, ICONO DEL NACIONALISMO UCRANIANO

El 30 de junio de 1941, Stepán Bandera, proclamó el Estado independiente de Ucrania en Lviv aprovechando la coyuntura provocada tras la invasión alemana de la URSS. Sin dilación, unidades germanas detuvieron a Bandera y lo transfirieron al campo de concentración de Sachsenhausen, próximo a Brandenburgo. ¿Pero cual fue su periplo hasta llegar allí?

joven bandera

retrato de juventud de Stepán Bandera

Nacido en 1909 en una pequeña localidad del extremo occidental del país, Stary Ugryniv, Bandera pronto se interesó por la política, relacionándose con los ambientes nacionalistas en su época como scout en el grupo escolta Plast o en la Unión para la Liberación de Ucrania. A los 18 años ingresó en la clandestina Juventud Nacional Ucraniana y en la Organización Militar Nacional. De familia patriota y religiosa, no en vano su padre era sacerdote de la Iglesia greco- católica ucraniana, en 1929 se afilió a la Organización de los Nacionalistas Ucranianos (OUN), liderada por aquel entonces por el ex oficial del ejército austro- húngaro Andriy Melnyk.  Dos años más tarde, Bandera se convirtió en jefe de propaganda de la citada OUN. En 1933, con los dos principales referentes de la formación (Konovalets y Melnyk) en el exilio, el joven Bandera ejerció como cabeza visible del Ejecutivo Nacional de dicha formación política en la región de Galitzia. En este período al frente de dicha sección regional se esforzó por implantar la organización en diversas localidades del oeste del país, organizando a la vez campañas contra los intereses poloneses en la zona.

En julio de 1934 fue detenido en Lviv por la policía polaca. Tras dos juicios, el primero en relación con su participación en un supuesto complot para asesinar al Ministro del Interior polaco Bronislaw Pieracki, y el segundo en una causa conjunta contra los dirigentes de la OUN; fue declarado culpable de delitos de terrorismo y condenado a muerte.

Bronislaw Pieracki

Bronislaw Pieracki, Ministro del Interior de Polonia

Posteriormente, su pena fue conmutada por cadena perpetua. En 1938, durante su reclusión en la penitenciaría de Wronki, la misma prisión en la que por cierto estuvo recluida la revolucionaria Rosa Luxemburg, se produjo un frustrado intento de fuga en el que participaron algunos de sus incondicionales. Tan sólo un año más tarde Bandera quedó en libertad cuando los guardias del centro huyeron tras la invasión alemana del país.

GUERRA, OCUPACIÓN Y CÁRCEL

Tras su liberación Bandera, que encabezaba el sector revolucionario de la OUN que apostaba por la vía armada ante el más pragmático liderado por Mélnik que abogaba por la lucha política, se trasladó a Cracovia e intentó reunir a los diversos grupúsculos nacionalistas que apoyaban la independencia en el denominado Comité Nacional de Ucrania.

También buscó apoyo en los círculos castrenses alemanes. Así, en noviembre de 1939 cerca de 800 activistas nacionalistas ucranianos iniciaron sus entrenamientos en diversos campamentos militares de la Abwehr.

Antes de concretarse la Operación Barbarroja que dio inicio a la invasión alemana de la URSS, mantuvo reuniones con los servicios de inteligencia germanos para formar una unidad de combate de voluntarios ucranianos que luchara al lado de las tropas del II Reich. Para poder llevar a cabo sus actividades subversivas le fueron transferidos 2,5 millones de marcos. La relación de Bandera con la Alemania nazi es, según algunos historiadores como David Marples, “ambivalente, táctica y oportunista”.

Russland, Gefangennahme eines russischen Soldaten

soldado soviético preso por tropas germanas en el Frente oriental

Sea como fuera, lo cierto es que el 30 de junio de 1941, coincidiendo con la llegada de las tropas nazis al país, Bandera proclamó el Estado independiente de Ucrania “que trabajará en estrecha colaboración con la Gran Alemania nacional- socialista bajo el liderazgo de su líder Adolf Hitler” (Ley de Proclamación del Estado de Ucrania). Con dicha declaración Bandera pretendía que los jerarcas nazis se vieran forzados a reconocer a Ucrania como estado. Sin embargo, un sorprendido Hitler ordenó, ante la negativa de los nacionalistas ucranianos a revocar su declaración unilateral, “liquidar de inmediato esta conspiración”. Las órdenes eran claras: “todos los miembros del movimiento Bandera deben ser detenidos y, después de interrogarlos a fondo, deben ser liquidados”. Así el 5 de julio, Bandera era arrestado por la Gestapo y trasladado a Berlín, siendo obligado a permanecer en la ciudad tras ser liberado dos semanas más tarde.

Mientras tanto sus partidarios, dirigidos por Román Shujévych, popularmente conocido entre sus hombres como General Dschuprinka, continuaron combatiendo en un doble frente contra alemanes y soviéticos.

DE SACHSENHAUSEN A BERLÍN. UNA OFERTA DE COLABORACIÓN

En enero de 1942, el líder de la OUN fue trasladado al campo de concentración de Sachsenhausen. En el mismo estuvo recluido hasta que a inicios de 1944 un oficial de la Reichssicherheitshaupttamt (Oficina Central de Seguridad del Reich), la temida RSHA creada por Himmler para perseguir a los enemigos del Tercer Reich, contactó con él y con el líder del Bloque de Naciones Anti- Bolcheviques y presidente del nuevo estado ucraniano, Yaroslav Stetsko, para proponerles su liberación a cambio de que combatieran contra los soviéticos. En septiembre de ese mismo año Bandera fue puesto en libertad. Desde Berlín, donde estableció su cuartel general, arengó a sus conciudadanos a luchar contra el Ejército Rojo mientras los alemanes pertrechaban a sus seguidores con armamento para llevar a cabo acciones de sabotaje que mermaran el avance de las tropas soviéticas.

UPA guerrilleros

partida de guerrilleros del Ejército Insurgente Ucraniano (UPA)

En 1944, después de que Bandera fuese trasladado en avión hasta las posiciones germanas en el frente ucraniano, se unió a la lucha de la guerrilla nacionalista junto a las tropas de la Wehrmacht y un puñado de unidades de las SS en retirada.

Finalmente, el 1 de marzo de 1945, Hitler reconoció el Estado independiente ucraniano, tan sólo cinco meses antes del fin de la Segunda Guerra Mundial.


WANDERVOGEL. LA EMANCIPACIÓN DE LA JUVENTUD GERMANA COMO PRECEDENTE DE SU ENCUADRAMIENTO BAJO EL III REICH (y III)

enero 11, 2013

El movimiento wandervogel como hemos citado en anteriores entradas fue plural y heterogéneo. En el mismo coincidieron jóvenes que entendían el fenómeno de forma diversa, desde aquellos únicamente interesados en su faceta excursionista hasta los que incorporaron un pósito ideológico al mismo. Tras su eclosión, producida en el lindar de los siglos XIX y XX, los wandervogel pronto se verían afectados por un suceso de calado internacional que les abocó al declive, nos estamos refiriendo al estallido de la Primera Guerra Mundial.

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solados británicos con máscaras de gas durante la Primera Guerra Mundial

LA GRAN GUERRA: FRUSTRACIÓN Y DECLIVE

En la década de los años treinta el movimiento ya mostraba claros síntomas de fatiga. El inicio de la Primera Guerra Mundial (1914-1918) supusó un duro golpe para aquellos jóvenes románticos amantes de la naturaleza. Tras ser movilizados vivieron de primera mano las atroces vicisitudes bélicas. No en vano un batallón de estos jóvenes voluntarios fue masacrado cuando a finales de octubre de 1914 el mando militar alemán les ordenó cargar contra las trincheras enemigas en la batalla de Langemarck (Bélgica). Miles de estos jóvenes, en su mayoría estudiantes –aunque algunas fuentes minimizan la cifra al 15 % de los soldados que protagonizaron el asalto frontal a las posiciones franco-británicas– murieron a manos de los fusileros ingleses en lo que se recordó como la “kindermord” (la matanza de los inocentes). Unos hechos que, años más tarde, serían instrumentalizados por la propaganza nacionalsocialista para recordar las afrentas sufridas por Alemania durante la llamada Gran Guerra.

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tropas alemanas avanzando durante la batalla de Langemarck

La contienda provocó una gran desilusión entre los supervivientes que pudieron volver a sus casas tras sufrir un verdadero infierno. La guerra evidenció el paradigma de aquella sociedad urbana y decadente que aborrecían. Pronto el movimiento sufrió una desbandada, fraccionándose en un crisol de grupos, muchos de ellos altamente politizados. Por si esto fuera poco, el ascenso al poder del nazismo comportó la prohibición en junio de 1933 de los wandervogel y el resto de organizaciones juveniles existentes (Boy scouts, Jungenschaft y Jugend Bündische entre otros). El motivo no era otro que la voluntad de los jerarcas nazis de encuadrar y controlar a la juventud alemana en una única organización juvenil propia, las Hitler Jügend (Juventudes Hitlerianas). Aprovechando la coyuntura, algunos grupos wandervogel se unieron voluntariamente a las juventudes hitlerianas, mientras otros se reformularon como núcleos juveniles de oposición al III Reich. Paradójicamente, los intentos de los wandervogel por conseguir desembarazarse de las restricciones del mundo adulto fueron subvertidos desde el interior del propio movimiento, justamente, por aquellas corrientes autoritaristas que rehuían.

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un cartel con mensaje explícito: Hitler Jügend, el futuro de Alemania

EL REFLEJO EXTERIOR: AUSTRIA Y JAPÓN

Más allá de los límites geográficos germanos el fenómeno wandervogel tuvo cierta repercusión también en Austria, otro país de habla alemana. Allí el movimiento se concretó en 1911 de la mano del estudiante Hans Mautschka bajo el nombre Bund für Deutsches Jugendwandern. Como en sus homólogos alemanes sus principales intereses fueron el senderismo, la música y las danzas folklóricas. Tal fue su expansión que pronto llegaron a contar con 64 grupos en todo el país (22 de ellos femeninos). Tras el Anchluss, la anexión de Austria al III Reich ocurrida en marzo de 1938, los wandervogel fueron prohibidos. La única organización juvenil permitida eran las Hitler Jugend. Al finalizar la contienda bélica los wandervogel no se reorganizaron hasta inicios de los años cincuenta. No fue hasta 1953 cuando se fundó en Viena el primer grupo wandervogel austriaco de postguerra, la Bund Junge, que se mantuvo alejada de cualquier postulado ideológico.

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emblemas utilizados por los wandervogel nipones

Pero no sólo en Austria se implantaron grupos wandervogel, en el otro extremo del planeta también tuvieron su réplica. En el marco de las buenas relaciones que Alemania mantenía con Japón se programaron diversas actividades dirigidas a los jóvenes de ambos países. El Ministerio de Educación nipón incentivó la concreción de los wandervogel entre sus jóvenes universitarios a través de la Asociación de Promoción de la Salud Wandervogel ( o Shôkenkai wandaafôgeru bu). El primer club de dicha índole se creó en 1935 por estudiantes de la Universidad de Rikkyo. Pronto su ejemplo cundió en otros centros del país, como la Universidad de Keio y la Universidad de Meiji. En 1937 el fenómeno se expandió al resto de universidades japonesas. Pero fue a partir del final de la Segunda Guerra Mundial cuando el movimiento gozó de su máxima plenitud favorecido por el alto crecimiento económico y la popularización del montañismo, caracterizado por el empleo de tiendas de campaña en vez de refugios y la ausencia de guías profesionales enfatizando así el carácter autónomo que pretendían los wandervogel nipones. Posteriormente, estos clubes de estudiantes ampliaron sus actividades a otras prácticas, como el esquí de montaña o el sawanobori (barranquismo).


WANDERVOGEL. LA EMANCIPACIÓN DE LA JUVENTUD GERMANA COMO PRECEDENTE DE SU ENCUADRAMIENTO BAJO EL III REICH (II)

diciembre 22, 2012

Retomando la historia de los wandervogel germanos, iniciada en una de nuestras anteriores entradas,en esta segunda entrega abordaremos una dualidad singular. Por un lado su asunción de lo que podríamos denominar como ‘protoecologismo’ y por otro la adopción por parte de algunos sectores del discurso racial que, a posteriori, difundió el NSDAP.

Cuando la actividad de los wandervogel no discurría en el campo solía concentrarse en los clubes sociales. Los llamados Heim, que no pasaban de ser sótanos o habitaciones decoradas con la iconografía wandervogel -no en vano popularmente eran conocidas como las “cuevas”- contaban con una pequeña librería. En realidad, más allá de los encuentros en dichas sociedades, donde sus miembros discutían temas de actualidad o se sumergían en lecturas de obras poéticas, su actividad se centraba en su trajín expedicionario, mayoritariamente estival.

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wandervogel, instrumento en mano, posando para la posteridad

ASCETISMO NATURALISTA. EL PROTOECOLOGISMO DE INICIOS DEL SIGLO XX

Frente a la sociedad materialista que destestaban, estos adolescentes ascetas reconstruían una sociedad idílica basada en su exacerbado amor por la naturaleza. Las montañas y los bosques se convirtieron en el escenario ideal para llevar a cabo su modo de vida contemplativo. Con frecuencia se daban cita en una colina del valle del Nuthe para departir, cantar y emular así los encuentros nocturnos que celebraban sus ancestros. Un ritual en el que los más atrevidos saltaban sobre las llamas que daban calor a los presentes cual fuego purificador.

Cuando el movimiento ganó popularidad, tal fue su magnitud que incluso se crearon delegaciones en los Sudetes, Bohemia o Austria, acrecentó su diversidad e inició su progresiva ideologización. Se crearon grupos similares con clara vocación de derechas, como los Jungwandervogel o los Hamburg Wanderverein. En el otro extremo quedaron aquellos que pretendían crear una especie de comunidad alternativa basada en el vegetarianismo, los remedios naturales y el amor libre, una facción que albergó a los jóvenes más próximos al anarquismo y el intelectualismo. Muchos de estos grupos toparon con la oposición de las autoridades docentes por el poder y la atracción que ejercían sobre el alumnado. Pretendían evitar la implantación del “estado de los estudiantes” que los dirigentes wandervogel anhelaban, una especie de Lebensraum que les acompañaba en su tránsito vital desde la pubertad a la madurez. Un nuevo orden que ambicionaba regenerar la sociedad, la familia y la educación.

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panfleto de los Jungwandervogel publicado en 1913

VORTRUPP: RAZA Y BELLEZA

Su discurso radical se impregnó progresivamente de un nacionalismo pangermánico de cariz militarista. Todo ello provocó que lo que había nacido como un grupo de gente joven cohesionado alrededor de su interés por la naturaleza acabara diezmado por las luchas internas. En 1912 el viraje se explicitó mediante uno de los grupos más influyentes del movimiento, Vortrupp (Vanguardia) encabezado por Hermann Popert, que promovía la llamada “higiene racial”  al mismo tiempo que rechazaba la decadente sociedad, el libertinaje, la degeneración y el consumo de alcohol y tabaco. En su publicación, Der Vortrupp, se ensalzaban los supuestos ideales de belleza germanos reproduciendo cuerpos desnudos que representaban los canones nórdicos de perfección física. Un credo que el propio Popert, quién por cierto tenía raíces judías, recogió en su obra Helmut Harringa, escrita en 1910, en la que el protagonista –un rubio, enérgico y fuerte alemán– alaba las virtudes de la raza germana.

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imagen publicada en Der Vortrupp

Pero los wandervogel eran un fenómeno plural, prueba de ello fueron los grupos con integrantes judíos, como los Blau-Weiss, o los boyscouts Hashomer Hatzair, influenciados por los pájaros errantes. Fueron un contrapunto a aquellos que abrazon la causa nazi y el antisemitismo coincidiendo con la subida al poder del Partido Nacionalsocialista Alemán (NSDAP), aunque también hubo casos de jóvenes wandervogel que se integraron en organizaciones contrarias al III Reich.

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portada del libro escrito por Hermann Popert


DE HÉROE A VILLANO: ALEXANDRE VILLAPLANE, UN COLABORACIONISTA EN LA SELECCCIÓN FRANCESA (IV)

junio 24, 2012

Verano de 1940. En poco más de un mes las defensas francesas habían caído ante el empuje del ejército del III Reich. Alemania llegó a ocupar dos terceras partes del territorio galo. El país quedaba dividido entre la llamada Francia ocupada por los nazis y la zona controlada por un gobierno colaboracionista presidido por el Mariscal Pétain popularmente conocida como la Francia de Vichy.

Mapa de Francia que permite ver la división territorial durante la ocupación nazi en plena Segunda Guerra Mundial

LA CREACIÓN DE LA GESTAPO FRANCESA

La suerte de Villaplane cambió con la ocupación de Paris por parte de los nazis. Pronto emergió un mercado negro al que la población acudía para proveerse y evitar así la escasez derivada de la contienda bélica. Los criminales sin escrúpulos vieron una oportunidad única para enriquecerse rápidamente. Uno de estos delincuentes, Henry Chamberlain, conocido como Lafont en el ambiente del hampa parisino (aunque también usó otros alias como el de Henri Normand), se puso en contacto con los alemanes para organizar una red de informadores a su servicio. Con anterioridad ya había entablado relaciones con los germanos a través de su negociado de alimentos de contrabando.

La primera acción de los colaboracionistas supuso la captura de Lambrecht, miembro belga de la Resistencia. La misma fue posible después que Lafont se infiltrara en verano de 1940 en la rama marsellesa de la organización. Seis meses después Lambrecht fue detenido en Tolouse. Junto a él, otros 600 opositores al régimen nazi fueron apresados en Paris, Bruselas, Ámsterdam y Berlín.

ficha policial de Henri Chamberlain, cabecilla de la «Gestapo francesa»

El éxito de la operación congratuló a los dirigentes nazis, en especial al coronel Friedrich Rudolph. Pronto la oficina cuarta de la SiPo- SD (Sicherheitspolizei), la agencia de seguridad e investigación del III Reich ordenó el reclutamiento de Lafont. Así fue como se creó la llamada “Gestapo francesa”, cuya sede se instaló en la avenida Pierre 1er de Serbie. Lafont junto a Paul Maillebiaux y Pierre Bonny, un detective ex responsable de la policía parisina conocido por resolver un escándalo financiero –el afer Stavinsky– condenado en 1935 por corrupción, formaron la cúpula dirigente de la rama gala extraoficial de la policía germana, motivo por el cual fue conocida popularmente como La banda Bonny- Lafont.

Pierre Bonny en la portada de la revista Detective

EXCARCERACIÓN Y ENCUADRAMIENTO

Fue el propio Lafont, quién llegó a adoptar la nacionalidad germana, el que intercedió ante las autoridades alemanas para pedir la libertad de Villaplane. El que fuera capitán de la selección francesa de fútbol cumplía una condena por posesión de bienes robados. Pero en el verano de 1940 su suerte iba a cambiar. En el mes de agosto Lafont, acompañado del capitán Wilhelm Radecke, visitó la cárcel de Fresnes para reclutar a diversos criminales para la organización. Junto al ex futbolista, los cabecillas de la Gestapo francesa liberaron a una veintena de delincuentes, como Genest, guardaespaldas del periodista- colaboracionista Jean Luchiere, Adrien Estébétéguy el Vasco, Abel Danos, Louis Pagnon, Andre Gaini conocido en el hampa como “pierna de madera” o el sanguinario Jean Sagtore que posteriormente sería acusado de ejecutar a más de 150 personas y desfigurar sus cadáveres con cuchillas de afeitar.

En mayo de 1941 la unidad parapolicial que actuó bajo la protección de la Gestapo alemana trasladó su cuartel general al número 93 de la calle Lauriston de la capital francesa, cerca de la Plaza Trocadero, un inmueble que pertenecía a una familia judía de origen polaco que había huido a los Estados Unidos. En sus sótanos fueron torturados los miembros de la Resistencia y todos aquellos opositores al régimen nazi que cayeron en sus manos.

aviso para promover la delación de posibles miembros de la Resistencia

Su principal objetivo era acumular riqueza. Mediante la extorsión y las torturas Lafont y sus secuaces consiguieron grandes cantidades de oro, joyas, pinturas, muebles  y otros objetos de valor. Villaplane se especializó en la extorsión a los vendedores y poseedores de oro. Lejos de entregar a los alemanes la totalidad del botín, poco a poco los miembros de la banda fueron enriqueciéndose. Lafont, Bonny y Villaplane no colaboraron con los nazis por sus convicciones nacionalsocialistas, sino únicamente por interés. Su idealismo era nulo, sólo perseguían el dinero. Bajo la protección de los alemanes consiguieron un estatus que les reportó profundas enemistades pero también el hecho de poder codearse con artistas, altas personalidades y bellas mujeres.


DE HÉROE A VILLANO: ALEXANDRE VILLAPLANE, UN COLABORACIONISTA EN LA SELECCCIÓN FRANCESA (III)

junio 1, 2012

Tras destacar en el fútbol de élite y capitanear la selección francesa en el Mundial celebrado en Uruguay en 1930, Villaplane inició su particular descenso a los infiernos.  Su fichaje por el Nice Côte d’Azur, lejos de relanzar su carrera como se esperaba, supuso un punto de inflexión. Ya nunca volvería a ser aquel habilidoso jugador que se zafaba de los rivales gracias a su depurada técnica.

formación del OG Nice la temporada 1933/ 34 con Charly Bell de entrenador

APUESTAS, DEUDAS Y ESCÁNDALOS EN LA COSTA AZUL

Durante su etapa en el club de la Provenza, Villaplane frecuentó con asiduidad el hipódromo de la Costa Azul, dando rienda suelta a su afición por las carreras de caballos y las apuestas. Su vida agitada, alejada de la que se espera de un profesional, se traduce en sendas multas por no presentarse a los entrenamientos. A pesar de estar fuera de forma, Villaplane seguía manteniendo cierta aurea de jugador carismático. Ello explica porque acabó jugando 20 de los 26 partidos del campeonato, luciendo además el brazalete de capitán del equipo. Sus frecuentes visitas al hipódromo y su escandalosa vida privada se traduce en una falta de espíritu competitivo sobre el terreno de juego. Los directivos del club hartos del comportamiento poco profesional de Villaplane lo acaban echando. Tras una temporada nefasta parece que su retirada está cerca.

rematando de cabeza con la elástica del Nice Côte d’Azur en 1933

Pero cuando todo hacía pensar que Villaplane colgaría las botas llegó una oferta del Hispano Bastidienne, un equipo creado en 1933 tras fusionarse el SC Bastidienne y el CD Espagnol Bordeaux que disputaba la segunda división profesional del fútbol galo. El responsable de su fichaje fue un viejo conocido, el técnico escocés Victor Gibson –ex jugador del Español en la primera década del siglo XX– que había coincidido con Villaplane en las filas del FC Séte. Después de tres meses en Burdeos, a inicios de 1935 fue despedido por sus reiteradas ausencias. A partir de entonces Villaplane desaparece de las páginas de actualidad de la prensa deportiva. Su estela futbolística se había apagado por completo salpicada por diversos escándalos. Además del caso del supuesto amaño de partidos, Villaplane también estuvo involucrado en un fraude de apuestas ocurrido en el hipódromo de Paris. Un asunto por el cual llegó a ser condenado a seis meses de cárcel.

público asistente al hipódromo parisino frecuentado por Villaplane

UN FUTBOLISTA EN EL CRIMEN ORGANIZADO

La finalización de su periplo como jugador profesional supuso para Villaplane un grave problema, se encontraba sin fondos. Alguien como él acostumbrado hasta entonces a no reparar en gastos tuvo que buscarse la vida sin contar esta vez con la nómina del club de turno. En ese momento Villaplane se sumergió en el mundo del hampa y el crimen organizado. La vinculación del ex futbolista a los bajos fondos y sus actividades delictivas le valieron diversas condenas en la prisión parisina de La Santé. Allí se encontraba durante el estallido de la Segunda Guerra Mundial. Entre rejas vivió la declaración de guerra de Francia y la catastrófica caída de aquella línea Maginot que se creía invencible. El ataque germano en Sedán comportó la partición de las tropas aliadas y la posterior ofensiva en las desprotegidas Ardenas. El 25 de junio de 1940 Francia capitulaba ante el Reich alemán. La Batalla de Francia había concluido.

tropas alemanas desfilando ante el Arco de Triunfo de Paris (junio de 1940)


ROTE JÄGER: EL VICTORIOSO EQUIPO DE FÚTBOL DE LA LUFTWAFFE (III)

febrero 17, 2012

Retomamos en esta entrada la historia del equipo de fútbol más victorioso de la aviación germana durante la Segunda Guerra Mundial, los Rote Jäger (cazadores rojos), cuyos futbolistas fueron reclutados por el as de la aviación alemana Hermann Graf entre los jugadores que se encontraban sirviendo en los diversos frentes durante la contienda bélica. Tras la debacle militar del Eje el conjunto deportivo de la Luftwaffe fue disuelto y sus integrantes corrieron suerte diversa.

Graf durante una de sus convalescencias junto a sus soldados futbolistas

DE LA PORTERIA AL CAMPO DE INTERNAMIENTO SOVIÉTICO

Una vez finalizada la experiencia futbolística, Graf llegó a ejercer durante cuatro meses como coronel de la unidad encargada de la defensa del Reich, la JG- 11. A pesar de tener prohibido volar en misiones operativas consiguió cuatro derribos más para añadir a su historial de combate aéreo. En las postrimerías del conflicto fue herido y obligado a permanecer internado en un hospital. Tras un breve periodo de convalecencia fue destinado a la escuadrilla JG- 52 que operaba en el Frente Oriental.

Cuando se intuía próximo el final de la Guerra, Graf recibió la orden de dirigirse al sector ocupado por los británicos para evitar ser capturado por las tropas soviéticas. Contradiciendo a sus superiores, el 8 de mayo de 1945 el piloto capituló ante la 90 División de Infantería del Tercer Ejército norteamericano cerca de la localidad checoeslovaca de Pisek. Su hoja de combates reflejaba los 212 derribos conseguidos y las 830 misiones de combate en las que había participado. A pesar de haberse rendido a los americanos, tanto él como el comandante de cazas Erich Hartmann, apodado El Diablo Negro, fueron entregados a los soviéticos que les recluyeron en el campo de prisioneros de Griazovets, ubicado en la región de Vologda Oblast, donde realizaron trabajos forzados.

Walter luciendo la elástica del Kaiserlautern junto al también internacional alemán Albert Sing

EL BALÓN QUE SALVÓ A FRITZ WALTER DEL GULAG

Fritz Walter corrió una suerte similar a la de su superior. Tras ser destruidos todos los aviones de su escuadrilla fue apresado junto a sus compañeros y recluido en un campo de prisioneros bajo tutela norteamericana. Tras unas semanas de incerteza fue entregado junto a miles de soldados alemanes presos a las tropas soviéticas. Su traslado a un gulag de Siberia se realizó de inmediato. Pero el azar reservó un final distinto al jugador germano. El convoy que le transportaba hizo una última parada en un centro de recepción de Ucrania. Fritz Walter se percató que los guardias estaban preparándose para disputar un partido de fútbol. Causalmente el balón rodó hasta sus pies tras un disparo defectuoso y Walter, con sus pesadas botas militares, ejecutó una volea para devolver el esférico al improvisado terreno de juego. En pocos segundos pasó a formar parte de uno de los equipos que disputaban el encuentro. Durante la media parte uno de los guardias se acercó a él y le espetó “yo a ti te conozco. Hungría- Alemania en Budapest, 1942, ganasteis 5 a 3”. Al día siguiente su nombre desapareció de la lista de los prisioneros que iban a ser enviados al campo de internamiento. Algunas fuentes apuntan al centinela húngaro que lo reconoció como el artífice de su salvación al asegurar que el futbolista no era alemán sino austriaco. Aquel fue, según el propio Walter, “el partido más importante de mi vida”. Enfermo de malaria retornó a su país y se reincorporó a la disciplina del 1 FC Kaiserlautern, equipo con el que conquistaría dos ligas en 1951 y 1953.

almanaque del fútbol alemán de la revista Kicker (1942)

UN EPÍLOGO DE HÉROES Y TRAIDORES

Por su parte, Graf a diferencia de Hartmann, que permaneció 10 años recluido en un gulag, reconoció públicamente que la guerra había sido un error y se integró en la Federación de Oficiales Alemanes (BDO) que colaboraba con el Ejército Rojo. Así fue como, a finales de 1949, consiguió ser liberado. Un año más tarde escribió un pequeño manuscrito sobre sus vivencias deportivas en la Luftwaffe titulado Die Rote Jäger: Ein Schicksalsbericht namhafter deutscher Fussballer aus dem letzen kriege. Sin embargo, su colaboración con los soviéticos le supuso, a su retorno a Alemania, el rechazo de sus ex compañeros de armas y la exclusión de la Kameradschaftsbund der Jagdflieger, la Hermandad de antiguos pilotos de caza. A ello se sumó su divorcio y los rumores que le vincularon con el espionaje soviético, agudizados tras la publicación del libro Digo la verdad, escrito por otro as de la aviación alemana, el mayor Hans Assi Hahn. Aislado y repudiado por su antiguos camaradas, Graf consiguió trabajo gracias a sus contactos futbolísticos. Sepp Herberger, el antiguo entrenador de los Rote Jäger, le presentó a Roland Endler, un industrial que llegaría a ser presidente del Bayern de Munich entre 1958 y 1962. Fue este empresario quién le ayudó ofreciéndole un empleo como vendedor en su compañía de manufacturas electrónicas, donde llegaría a ser jefe de ventas de la región de Baden. Así fue como pudo rehacer su vida casándose por tercera vez en mayo de 1959 con Helga Graf con quién tuvo dos hijos. Ese mismo año Fritz Walter publicó el libro 11 Rote Jäger: Nationalspieler im Kriege con el que quería homenajear a Graf y al resto de sus compañeros de equipo. En sus páginas la estrella de los Roten Teufel (diablos rojos), apodo que identifica al 1 FC Kaiserlautern, afirmó que el fútbol para Graf durante la guerra se convirtió en un medio para “crear un equilibrio con su encuentro diario con la muerte”, una especie de válvula de escape imprescindible para el piloto.


ROTE JÄGER: EL VICTORIOSO EQUIPO DE FÚTBOL DE LA LUFTWAFFE (II)

febrero 5, 2012

A pesar de su fama, los Rote Jäger nunca llegaron a disputar el campeonato de liga regular alemán, llegando sólo a jugar encuentros amistosos en países como Hungría y Polonia o en territorios como la Alsacia francesa. Su debut oficial se produjo tan sólo cuatro meses después de su creación, el 4 de agosto de 1943, cuando se enfrentaron al Eintracht de Frankfurt, al que derrotaron por 1 a 5.

alineación de los Rote Jäger con Graf (centro) como guardameta

FRITZ WALTER: DEL FRENTE A FIGURA DE LOS ROTE JÄGER

Entre los soldados reclamados por Graf para que integraran la plantilla de los Cazadores rojos se encontraba el paracaidista Friedrich Fritz Walter, reclutado en 1942, que llegaría a ostentar la capitanía de la selección germana en el Mundial de 1954 y se erigiría en ídolo de la afición del 1 FC Kaiserlautern. En esos momentos Walter se encontraba combatiendo en el frente italiano encuadrado en la segunda compañía del batallón 902 de la Wehrmacht. Paradójicamente, ese mismo año Graf había conocido a Walter durante una visita a la concentración de la selección alemana dirigida por Herberger. La amistad entre el piloto y el técnico propició que este entrenara a los Cazadores rojos. La plantilla de los Rote Jäger quedó completada con los suboficiales Walter Bammes (delantero del FC Nürnberg y del SpVgg Fürth), Hermann Eppenhoff (delantero del FC Schalke 04), Franz Hanreiter (delantero austriaco del SK Admira Wien destinado en el frente oriental), Alfons Brummes Moog (mediocentro del VfL Köln 1899), el también suboficial mecánico Hermand Koch (defensa del FC Sportfreunde 1924 Leimen y del TSV Schwaben Augsburg), Walter Zwickhofer (defensa del FC Schalke 04), Bruno Klaffke (centrocampista del Duisburger FV 08), el suboficial Richard Leonhard (delantero del SC Planitz y del BC Chemnitz), el mecánico Siegfried Friedel Klagges (defensa del SC Wattenscheid 09), Wilhelm Thiele (portero del TSV Polizei Chemnitz), el suboficial Gredel (mediocampista del VfR Mannheim), Karl Kögler (portero del FC Hanau 93), Friedrich Fritz Hack (centrocampista del TSV 1860 München y del SpVgg Fürth), Josef Pepi Stroh (delantero austriaco del FK Austria Wien), el suboficial Werner Humpert (mediocentro del Sportfreunde Dresden), Alfred Oberst (mediocentro del FC Nürnberg y del SV 06 Kassel), Karl Flinner (portero del SV Wilhelmshaven y del Borussia Fulda) y Karl Heinz Höger (portero del LSV Hamburg y del SV Dessau 05 e hijo del ex internacional Karl Höger). Sin duda un equipo militar plagado de buenos jugadores.

Fritz Walter jugando con la selección germana

Antes de la formación de los Rote Jäger, Fritz Walter ya había participado en algún encuentro amistoso contra un equipo de la unidad de élite del ejército rumano que desafió a los germanos. El partido, que supuso la génesis de los Cazadores rojos, se disputó en el Bucarest Sports Arena ante 40.000 aficionados. El combinado alemán, dirigido ya por Herberger, contó en su alineación con Graf en la portería y Fritz Walter en la delantera. Los alemanes vencieron por 3 a 2 a sus rivales balcánicos.

OCASO DEL EJE. LA ANTESALA DE LA DISOLUCIÓN

Tras ser repescado para el equipo de la Luftwaffe, la estrella del 1 FC Kaiserlautern que en 1985 daría nombre al estadio del club de Renania, pasó a integrar los Rote Jäger hasta que en noviembre de 1944 todos los clubes deportivos militares fueron disueltos ante el avance aliado previo al fin de la Segunda Guerra Mundial. A pesar de ello, el equipo de Graf aún tuvo tiempo de jugar un último encuentro en Cracovia ese mismo mes ante más de 3.000 espectadores, la mayoría de ellos soldados alemanes destinados en dicha localidad polaca. El rival fue el LSV Mölders Krakau, el equipo de la Luftwaffe local, al que derrotaron por 0 a 14 con cinco goles del delantero Hermann Eppenhoff.

estrella en el Schalke, Eppenhoff jugó en 1942/43 con los Rote Jäger

Durante sus 15 meses de actividad, los Rote Jäger llegaron a jugar 34 partidos, de los cuales 30 se saldaron con victoria por tan sólo tres derrotas (contra el Stuttgart, el LSV Hamburg y el Westfalia Herne) y un único empate (el que cedió a uno ante el Bayern de Munich), marcando 142 goles a favor y recibiendo tan sólo 47 en contra. Su existencia, inicialmente puesta en entredicho por las autoridades nazis, fue finalmente aceptada y potenciada por las mismas tras percibir el fútbol como un elemento eficaz para distraer a la tropa y mantener elevada su moral.

documental sobre la trayectoria deportiva de Fritz Walter