DE HÉROE A VILLANO: ALEXANDRE VILLAPLANE, UN COLABORACIONISTA EN LA SELECCCIÓN FRANCESA (III)

junio 1, 2012

Tras destacar en el fútbol de élite y capitanear la selección francesa en el Mundial celebrado en Uruguay en 1930, Villaplane inició su particular descenso a los infiernos.  Su fichaje por el Nice Côte d’Azur, lejos de relanzar su carrera como se esperaba, supuso un punto de inflexión. Ya nunca volvería a ser aquel habilidoso jugador que se zafaba de los rivales gracias a su depurada técnica.

formación del OG Nice la temporada 1933/ 34 con Charly Bell de entrenador

APUESTAS, DEUDAS Y ESCÁNDALOS EN LA COSTA AZUL

Durante su etapa en el club de la Provenza, Villaplane frecuentó con asiduidad el hipódromo de la Costa Azul, dando rienda suelta a su afición por las carreras de caballos y las apuestas. Su vida agitada, alejada de la que se espera de un profesional, se traduce en sendas multas por no presentarse a los entrenamientos. A pesar de estar fuera de forma, Villaplane seguía manteniendo cierta aurea de jugador carismático. Ello explica porque acabó jugando 20 de los 26 partidos del campeonato, luciendo además el brazalete de capitán del equipo. Sus frecuentes visitas al hipódromo y su escandalosa vida privada se traduce en una falta de espíritu competitivo sobre el terreno de juego. Los directivos del club hartos del comportamiento poco profesional de Villaplane lo acaban echando. Tras una temporada nefasta parece que su retirada está cerca.

rematando de cabeza con la elástica del Nice Côte d’Azur en 1933

Pero cuando todo hacía pensar que Villaplane colgaría las botas llegó una oferta del Hispano Bastidienne, un equipo creado en 1933 tras fusionarse el SC Bastidienne y el CD Espagnol Bordeaux que disputaba la segunda división profesional del fútbol galo. El responsable de su fichaje fue un viejo conocido, el técnico escocés Victor Gibson –ex jugador del Español en la primera década del siglo XX– que había coincidido con Villaplane en las filas del FC Séte. Después de tres meses en Burdeos, a inicios de 1935 fue despedido por sus reiteradas ausencias. A partir de entonces Villaplane desaparece de las páginas de actualidad de la prensa deportiva. Su estela futbolística se había apagado por completo salpicada por diversos escándalos. Además del caso del supuesto amaño de partidos, Villaplane también estuvo involucrado en un fraude de apuestas ocurrido en el hipódromo de Paris. Un asunto por el cual llegó a ser condenado a seis meses de cárcel.

público asistente al hipódromo parisino frecuentado por Villaplane

UN FUTBOLISTA EN EL CRIMEN ORGANIZADO

La finalización de su periplo como jugador profesional supuso para Villaplane un grave problema, se encontraba sin fondos. Alguien como él acostumbrado hasta entonces a no reparar en gastos tuvo que buscarse la vida sin contar esta vez con la nómina del club de turno. En ese momento Villaplane se sumergió en el mundo del hampa y el crimen organizado. La vinculación del ex futbolista a los bajos fondos y sus actividades delictivas le valieron diversas condenas en la prisión parisina de La Santé. Allí se encontraba durante el estallido de la Segunda Guerra Mundial. Entre rejas vivió la declaración de guerra de Francia y la catastrófica caída de aquella línea Maginot que se creía invencible. El ataque germano en Sedán comportó la partición de las tropas aliadas y la posterior ofensiva en las desprotegidas Ardenas. El 25 de junio de 1940 Francia capitulaba ante el Reich alemán. La Batalla de Francia había concluido.

tropas alemanas desfilando ante el Arco de Triunfo de Paris (junio de 1940)


DE HÉROE A VILLANO: ALEXANDRE VILLAPLANE, UN COLABORACIONISTA EN LA SELECCCIÓN FRANCESA (II)

mayo 28, 2012

Tras asombrar con su técnica en el FC Séte y el Sporting Club Nîmois, el centrocampista nacido en Argelia disputó los Juegos Olímpicos de Amsterdam con la selección francesa. A pesar de la eliminación ante Italia Villaplane consiguió atraer el interés del Racing Club de France, un equipo por aquel entonces aún amateur presidido por Jean- Bernard Levy.

Villaplane formando junto a sus compañeros del FC Séte

LA NUIT PARISIENNE SEDUCE AL JOVEN TALENTO DEL FÚTBOL GALO

Con tan sólo 29 años Levy tomó las riendas de las sección del fútbol del club parisino en 1929 con la intención de poder llegar a competir con los grandes clubes del fútbol francés de la época, como el Red Star de Paris, el Olympique de Marsella o el propio FC Séte. Para lograrlo se fijó la contratación de Villaplane. Esa fue su prioridad aunque como Les Pingouins, apodo con el que se conocía  popularmente al Racing Club, era todavía un equipo amateur (no fue hasta 1932 cuando hizo la transición al profesionalismo) Villaplane tuvo que cobrar su salario bajo mano. Aquello fue un secreto a voces, no en vano el jugador era un habitual de los cabarets y bares del barrio de Montmatre. Allí dilapidó parte de su generoso estipendio sin ocultarse en ningún momento. También frecuentó con asiduidad el hipódromo de Paris, apostando grandes sumas de dinero en las carreras de caballos.

Con los bolsillos llenos, Villaplane empieza a dejar de lado su prometedora carrera futbolística, progresivamente va abandonando la disciplina propia de un jugador de élite para adentrarse en los bajos fondos. Un cambio en su vida personal que aún no afectará a su juego pero que a largo plazo acabará pasándole factura.

escudo del parisino Racing Club de France

EL PRIMER CAPITÁN AFRICANO DE LA SELECCIÓN FRANCESA

Villaplane se encuentra en el zenit de su vida futbolística. Desde 1926 es internacional por Francia pero será a finales de la década cuando se convierte en el primer capitán del combinado nacional francés nacido en África. Su envidiable técnica con el balón en el pie y como cabezeador le encumbra como uno de los mejores futbolistas de su generación junto al goleador Nicolás Lucien Laurent, por aquel entonces en las filas del FC Sochaux- Montbéliard.

Como capitán de la selección francesa disputó la Copa del Mundo que se celebró en Uruguay en 1930, donde cuajó una buena primera fase del campeonato a pesar de que Francia cayera ante Chile y Argentina.

alineación gala que se enfrentó a Méjico en el Mundial de Uruguay celebrado en 1930

Coincidiendo con la oficialización del profesionalismo en el fútbol galo, en 1932 Villaplane decide abandonar el club de la capital para fichar por el Olympique Antibes. Allí se reencuentra con dos viejos conocidos de su etapa en el FC Séte: el portero Laurent Henric y el centrocampista Louis Pierrot Cazal. Juntos consiguen llegar a cuartos de final de la Copa de Francia y quedar campeones de uno de los grupos en los que se dividía la liga y daban acceso a jugar la final del torneo. Un éxito este último que quedó empañado tras comprobarse el amaño de uno de sus partidos, la goleada por 5 a 0 que consiguió contra el Sporting Club Fives Lille. Durante las pesquisas iniciadas por la dirigencia del fútbol galo, que comportaron el cambio de nombre de la entidad y la retirada de su entrenador, trascendió el nombre de Villaplane. Su implicación en la investigación provocó que los medios locales pidieran públicamente que fuera expulsado del club. Un hecho que se consumó en 1933 cuando Villaplane se convirtió en nuevo jugador del Olympique Gymnaste Club de Nice Côte d’Azur.


DE HÉROE A VILLANO: ALEXANDRE VILLAPLANE, UN COLABORACIONISTA EN LA SELECCCIÓN FRANCESA (I)

mayo 19, 2012

La recuperación de la memoria histórica no se cierne únicamente en el hallazgo de fosas comunes, cadáveres olvidados o la celebración de actos de desagravio con las víctimas de las diversas contiendas bélicas que padeció Europa durante el siglo XX. También es preciso, a nuestro entender, analizar la actuación de los participantes en las mismas.

La firma del armisticio entre las fuerzas aliadas y la Alemania nazi que puso punto y final a la Segunda Guerra Mundial supuso el inicio, en determinados países, de las investigaciones. El objetivo era conocer, denunciar y juzgar a todos aquellos ciudadanos que hubieran cometido actos punibles más allá de los que se suponen como habituales en una guerra. En este contexto se llevaron a cabo los célebres juicios de Nüremberg, que acabaron con diversas condenas a dirigentes, funcionarios y colaboradores del régimen nazi por crímenes y abusos contra la Humanidad.

cartel propagandístico del régimen de Vichy con la imagen de Pétain

LES COLLABOS. LA FRANCIA PRONAZI

En Francia, tras la liberación, el nuevo gobierno de la IV República decidió emprender también acciones legales contra aquellos individuos que habían apoyado o mostrado simpatía por el ejército nazi durante la ocupación.

El colaboracionismo francés fue ciertamente un fenómeno muy complejo. De hecho sus primeros integrantes provenían de distintas organizaciones de la izquierda socialista y radical o de las filas comunistas, como Jacques Doriot, ex secretario de la Juventudes Comunistas de Francia y posterior fundador del Parti Populaire Français (PPF) y de la Légion des Volontaires Français contre le Bolshevisme (LVF). Su magnitud, lejos de ser residual, llegó a cifras considerables. Según los expertos más de 170.000 franceses, una tercera parte de ellos jóvenes, dieron un apoyo activo al nazismo.

Hitler y Pétain departiendo durante uno de sus encuentros oficiales

A todos estos ciudadanos y organizaciones que habían cooperado con el Tercer Reich se les denominó “collabos”. El término, acuñado en noviembre de 1940 por el periodista Marcel Déat –fundador del partido filofascista Rassemblement National Populaire (RNP)–, acabó utilizándose para referirse de forma despectiva a estos franceses pro nazis.

De los 311.000 procesados por colaboración, 124.000 fueron condenados. Algunos incluso a la pena de muerte. Entre estos últimos destacaron figuras como las del mariscal Pétain (cabeza visible del régimen de Vichy), el político Charles Maurras o los escritores Robert Brasillach o Pierre Drieu La Rochelle, quién se suicidó antes de que le fuera aplicada la pena capital. Además de estas personalidades del ámbito político e intelectual, entre los miles de procesados por colaboracionismo se encontraba también un futbolista: Alexandre Villaplane.

los colaboracionistas Charles Maurras, Robert Brasillach y Pierre Drieu La Rochelle

DE JUGADOR PRECOZ A VEDETTE DEL FÚTBOL FRANCÉS DE ENTREGUERRAS

Nacido en Argelia en 1905, a los dieciséis años Villaplane se trasladó a Francia acompañando a su tío. Pronto destacaría con el balón en los pies en las filas del FC Séte, conjunto del sur del país. Su habilidad como centrocampista provocó que el entrenador del club, el escocés Victor Gibson, le subiera al primer equipo. Jugó allí hasta 1924 cuando ingresó en el ejército, jugando con la selección militar de fútbol francesa en dos ocasiones.

No fue hasta 1926 cuando fue convocado para formar parte del combinado nacional absoluto. Debutando con los “bleus” el 11 de abril de ese año en un partido que les enfrentó con Bélgica, a la que derrotaron por 4 a 3. Aunque durante aquella temporada sufre diversas lesiones, Villaplane acaba convirtiéndose en un habitual de la selección nacional francesa destapándose como un gran rematador de cabeza.

una imagen de un joven Villaplane vistiendo traje

Con el fútbol francés inmerso en el debate sobre la necesidad de dar el paso del amateurismo al profesionalismo, Villaplane fichó en 1927 por el Sporting Club Nîmois a cambio de un trabajo. Una oferta ficticia que escondía un suculento contrato como futbolista profesional. Con el conjunto rojiblanco, precursor del posterior Nîmes Olympique, ganó el campeonato el sureste tras mantenerse invicto toda la temporada logrando de esta manera el ascenso a la División de honor del fútbol galo. Un año después, Villaplane formó parte de la selección olímpica que disputó los Juegos celebrados en Amsterdam y quedó eliminada en la primera fase tras caer ante Italia.