BARRAS BRAVAS: POLÍTICA Y PODER EN LAS GRADAS ARGENTINAS. EL CASO DE RIVER PLATE (I)

junio 28, 2011

El descenso de River Plate a la segunda división de fútbol argentino, tras perder la eliminatoria de promoción y descenso contra Club Atlético Belgrano de Córdoba, provocó las iras de su hinchada más radical, Los Borrachos del Tablón, la llamada barra brava de River. Los altercados protagonizados por los seguidores radicales “millonarios” tras consumarse el descenso del equipo bonaerense arrojaron un balance de un policía  muerto, 72 heridos y 37 detenidos.

barristas de River destrozando las instalaciones del Monumental tras el descenso

ORÍGENES DE LA BARRA BRAVA MILLONARIA

Fue a finales de la década de los sesenta cuando se creó la hinchada radical de River bajo el auspicio de Julián William Kent, presidente del club entre 1968 y 1973, con la intención de crear un grupo que presionara a los jugadores cuando estos disputaran un mal partido. Desde entonces sus miembros han copado las portadas de los tabloides argentinos convirtiendo a Los Borrachos del Tablón en una de las aficiones más violentas y temidas del país. El grupo creció bajo el liderazgo de Matutito, el capo de la barra en sus inicios, al que sucedió Alberto Matute Taranto, de la banda de Palermo Viejo, que sería asesinado en 1983 tras asistir a un clásico Boca- River en el estadio de Vélez Sarfield tras recibir un disparo de Miguel Ángel Bomparola, el Negro Bompa, un oficial de la policía federal miembro como él de la barra “millonaria”. Al entierro del Matute Taranto acudió en persona el entonces máximo dirigente del club, Rafael Aragón Cabrera, una muestra más del poder del grupo en la institución. Fue en esos años cuando se forjó la idiosincrasia de la barra que empezó a ejercer como grupo de presión dentro la entidad. Como la mayoría de las hinchadas radicales en Argentina, Los Borrachos del Tablón se erigieron en un lobby interno del club bonaerense. Así fue como empezaron a tejer una red de influencias y connivencias, tanto con dirigentes como con las fuerzas del orden, que les permitió conseguir cierta inmunidad y diversas prebendas con las que se autofinanciaron. En el caso de River, la relación entre directivos y radicales fue más que evidente, resultando durante el segundo mandato en la presidencia de José Maria Aguilar ciertamente escandalosa, como evidenció el asalto de los hinchas a la tienda del club para saquearla y revender los artículos de la marca Adidas que vestía a River. En este sentido, los grupos argentinos difieren de sus homólogos europeos puesto que estos últimos carecen del poder que ostentan las barras bravas en sus respectivos clubes.

accesos al estadio Monumental destrozados tras los disturbios

LA CULTURA DEL PESO, LA GRADA COMO MODO DE VIDA

Entre los diversos sistemas de financiación con que cuentan las barras bravas en general y la de River en particular se encuentra la reventa de entradas. Es el propio club el que otorga un paquete de entradas a los radicales para que estos las vendan y puedan financiar sus actividades. En el caso de River Plate la cifra de dinero que puede llegar a mover la barra en la reventa de un partido en el Monumental oscila entre los 60.000 y los 80.000 pesos. Pero los beneficios del grupo no se circunscriben únicamente a los encuentros de fútbol, también gozan del privilegio de revender entradas de los espectáculos musicales que se organizan en el estadio. Además controlan el negocio alrededor de los aparcacoches del recinto del club y la venta de merchandising no oficial, actúan como miembros de seguridad en los recitales e incluso se encargan de organizar el alquiler de los autobuses con los que se desplaza la hinchada radical cuando River juega fuera de su terreno de juego. Para la barra brava el fútbol deja de ser un mero pasatiempo deportivo para pasar a ser su modus vivendi. Su poder en este sentido llega hasta el punto que Marcelo Parrilli, abogado y socio de River, asegura que los barristas han llegado a cobrar un porcentaje del traspaso de jugadores como Gonzalo Pipita Higuain, delantero del Real Madrid o el portero Juan Pablo Carrizo, vendido a la SS Lazio. Incluso algunos representantes de jugadores han llegado a pagar a los barristas para que no gritaran contra su cliente si este jugaba mal o para que lo alentaran y aumentase su popularidad entre la afición. Tampoco los profesionales han escapado del poder de los barras bravas que, para evitar intimidaciones y problemas, les entregan una parte de su ficha anual.

«trapo» de los Borrachos del Tablón en un desplazamiento a Bolívia

Otros rumores apuntan como la barra brava tiene en la venta de drogas en las gradas otra de sus fuentes de financiación. En 1998, el que fuera máximo mandatario de River Plate entre 1989 i 1997, Alfredo Davicce, manifestó como Los Borrachos del Tablón vendían cocaína en el mismo estadio Monumental con total impunidad. Lejos de acabar con la misma, la llegada de Daniel Passarella a la presidencia no cambió en demasía las relaciones que desde hace años mantiene el club con los barristas. Prueba de ello fue la designación como vicepresidente del Departamento de Seguridad de El Negro Bompa o la protección de que gozan otros barras brava de River como El Turco Arón o el especialista en reventas Jajo el Piojoso, además de Gabriel Riccio El Mecánico, miembro de la Comisión Directiva, o El Traficante Reyes, nuevo gerente del estadio. Este último, además de empleado del club es militante del PRO, el partido político de centro derecha fundado por Mauricio Macri, ex presidente de Boca Juniors y gobernador de la capital argentina.


FÚTBOL BAJO LA HOZ Y EL MARTILLO: LA ECLOSIÓN DEL HOOLIGANISMO EN VIETNAM

junio 24, 2011

En diciembre de 2008 la selección vietnamita venció a la de Thailandia y consiguió la VFF Cup, el mayor logro hasta el momento en su palmarés. La consecución del trofeo ayudó a popularizar el fútbol sobretodo entre la juventud de este país del sudeste asiático. A pesar de ello dicho deporte continua postergado a un discreto segundo plano dada la pasión de los vietnamitas por otras disciplinas como el cricket o el da cau, una variante autóctona del bádminton jugado con el pie muy extendida tanto en Vietnam como en la zona fronteriza con China.

fans en las gradas del estadio Chi Lang Stadium de Da Nang

APUESTAS Y MAFIAS Vs FÚTBOL ESPÉCTACULO: LA INCIDENCIA OCCIDENTAL EN EL MERCADO ASIÁTICO

A través de las victorias del combinado nacional el fútbol ha ido ocupando un mayor espacio público en la sociedad vietnamita. Cada vez son más los medios de comunicación que se ocupan de dicho deporte aunque la repercusión de la liga nacional sea escasa en detrimento de la difusión que han conseguido ligas europeas como la inglesa, la italiana o la española. Ello es fácilmente visible en la cantidad de camisetas de clubes europeos que lucen los jóvenes vietnamitas. Manchester United, sin duda el dominador del mercado asiático hasta el momento, Milan AC, FC Barcelona, Chelsea, Arsenal o Manchester City con algunos de los clubes que gozan de mayor seguimento en el país asiático. Esta afición por el fútbol foráneo contrasta con la escasa trascendencia de la liga vietnamita, la V-League, a pesar de fichajes estrella como el del brasileño Denilson. La poca vistosidad del juego de los equipos autóctonos junto con los sucesivos escándalos en que se ha visto immerso el fútbol vietnamita, con casos de sobornos y apuestas ilegales, han postergado al fútbol vietnamita a un segundo plano.

LA PASIÓN POR “LA ROJA”. LA SELECCIÓN COMO CANALIZADOR POPULAR

El escaso seguimiento de los clubes patrios por parte de los vietnamitas contrasta con la creciente popularidad de la selección nacional. Las victorias de “la roja” asiática han canalizado la euforia de sus compatriotas. El apasionamiento de los hinchas en las celebraciones por el primer título de cierto prestigio conseguido por la selección vietnamita en su historia arrojó un balance de cinco muertos, la mayoría en la ciudad de Ho Chi Minh tras participar en la descontrolada fiesta motorizada posterior.

seguidores vietnamitas celebrando en el terreno de juego un triunfo de su selección

El triunfo de la selección permitió visibilizar la afición de los jóvenes vietnamitas por el fútbol. Más allá del seguimento de los clubes europeos más laureados, la afición de este país asiático poco a poco ha ido poblando las gradas de los estadios locales. De este modo, a partir de mediados de la presente década, se han ido gestando los primeros grupos de aficiones organizados cuyo único objetivo era alentar a sus jugadores. Así fue como se importó la “moda ultra” y todo lo que la misma conlleva. Fue de esta manera como aparecieron las primeras pancartas con leyendas que emulaban las de las grandes hinchadas radicales europeas y otro tipo de elementos coreográficos como las tiras de plástico, los tambores, las grandes banderas, los megáfonos o los primeros cánticos.

HAI PHÒNG FANS, LOS “BAD BOYS” DEL FÚTBOL VIETNAMITA

Pronto llegaron también otro tipo de influencias. En algunos partidos de la V-League, correspondientes a la temporada 2007/ 08 se dieron las primeras muestras de cómo ha arraigado el fenómeno del hooliganismo en este país comunista. Seguidores del Hải Phòng FC se enfrentaron a aficionados rivales a la finalización de un encuentro de liga sin que las fuerzas de seguridad, desbordadas ante la magnitud de los hechos, pudieran restablecer el orden. Los hinchas lanzaron todo tipo de objetos, llegando a arrojar incluso diversos asientos que arrancaron de las gradas que ocupaban. Los disturbios se reprodujeron durante el derby de Hanói que enfrenta al Hải Phòng FC contra su máximo rival, el T&T Ha Noi.

enfrentamientos entre seguidores y agentes del orden en el Lạch Tray Stadium

Los problemas lejos de menguar se multiplicaron agravando la situación. Los incidentes causados por los hinchas del Hải Phòng FC, los llamados bad boys del fútbol vietnamita, en el Lạch Tray Stadium donde encendieron diversas bengalas, provocaron que en el año 2010 el vicepresidente de la Federación Vietnamita de Fútbol, Nguyen Lan Trung, admitiera públicamente la aparición del vandalismo en los estadios del país. Los sucesos provocados por sus aficionados, que eran reincidentes. En el año 2009 se habían enfrentado a hinchas del Song Lam Nghe lanzándoles botellas y bengalas, supusieron para el Hải Phòng FC una multa federativa de 25 millones de dongs (cerca de 1.300 dólares) y la clausura de su estadio por un partido. De hecho la Federación ya había vetado los desplazamientos de los hinchas radicales del Hải Phòng FC en el año 2009 aduciendo los desórdenes públicos que habían causado en seis de sus desplazamientos, como en el que enfrentó al Hải Phòng FC contra el Thể Công FC en Hanoi. Para dispersar a los cerca de 5.000 aficionados rojos desplazados la policía usó porras eléctricas y gas.

policias retirando una bengala en las gradas del Lạch Tray Stadium de Hanoi

Fuera del estadio prosiguieron los altercados, cuando un grupo de hinchas visitantes arremetieron contra los coches de la policía, lanzaron piedras y ladrillos a los agentes, destrozaron diversas señales de tráfico en la Autopista Nacional 5 durante su retorno, agredieron a diversos peatones y asaltaron una estación de servicio. Cinco policías resultaron heridos durante los incidentes. En opinión del manager del club, Do Dai Duong, se trataba solo de una minoría de extremistas que empañaban el nombre de la entidad con su comportamiento vandálico.

La respuesta de las autoridades no se hizo esperar. Tras un nuevo altercado protagonizado por los seguidores del Hải Phòng FC durante el partido que enfrentaba a su equipo con el Hoa Phat Hanoi en el Hang Day Stadium, en el que insultaron a la policía y a los futbolistas durante el partido y causaron disturbios en las gradas, llegaron las primeras medidas. Una semana después de los incidentes dos hinchas fueron sentenciados a 12 y 14 meses de cárcel por participar en los mismos.


SED REALISTAS, PEDID LO IMPOSIBLE: LA REVUELTA EN EL FÚTBOL FRANCÉS EN MAYO DEL 68 (III)

junio 17, 2011

La acción de los futbolistas durante Mayo del 68 para reclamar reformas laborales y de democratización de los organismos federativos tuvo diversos precedentes. La articulación de un sindicato que defendiera los derechos de los jugadores era una petición recurrente. No fue hasta el inicio de los años sesenta cuando, finalmente, se concretó la idea.

disturbios en las calles de París entre manifestantes y agentes del orden

LA CREACIÓN DE LA UNIÓN NACIONAL DE FUTBOLISTAS PROFESIONALES

Anteriormente a los hechos ocurridos en mayo del 68 ya se habían manifestado ciertas críticas hacía la labor de los mandatarios del fútbol francés. Desde finales de la década de los años cincuenta  los futbolistas se organizaron para defender sus derechos. En marzo de 1961 el delantero camerunés Eugène N’Jo Lé, por aquel entonces jugador del Olympique Lyonnais y estudiante de derecho que preparaba su doctorado, escribió en las páginas de la revista mensual Football Magazine un alegato favorable a la sindicación de los profesionales: “Los patrones están organizados. Todo el mundo esta organizado, menos los futbolistas, ese es el error”. El 16 de noviembre de 1961, tras recibir los consejos del abogado Jacques Bertrand, las ideas de N’Jo tomaron cuerpo.  Así fue como vió la luz la Union Nationale des Footballeurs Professionnels (UNFP), Unión Nacional de Futbolistas Profesionales. N’Jo ocupó la secretaria general del sindicato dejando la presidencia para Just Fontaine. El goleador galo ocupó el cargo hasta que en 1964 fue relevado por el centrocampista del AS Mónaco FC Michel Hidalgo, quién en 1982 se convirtió en seleccionador nacional galo. Tras los sucesos de Mayo del 68 Hidalgo abandonó la dirección del sindicato que quedó en manos del entonces delantero del RC Strasbourg Philippe Piat.

Michel Hidalgo presidente de la UNFP en 1968

Pero la UNFP no consiguió grandes resultados. Mantuvo un enfrentamiento constante con los dirigentes federativos, que llegó hasta el extremo de boicotear el partido que Francia e Inglaterra tenían que disputar el 27 de febrero de 1963. Un intento de presión que tampoco fue efectivo. Hasta 1964 los organismos federativos no reconocieron a la UNFP como su interlocutor.

“LOS JUGADORES SON ESCLAVOS”, EL CASO KOPA COMO PRECEDENTE

Pero la lucha por los derechos laborales de los futbolistas se había gestado con anterioridad. En 1932 se había establecido legalmente el profesionalismo en el fútbol francés. Desde entonces los jugadores estaban sometidos a los dictados de los dirigentes de los clubes. Cuando un futbolista daba el paso del amateurismo al campo profesional firmaba un contrato de facto de por vida, de hecho era hasta los 35 años de edad, con el club que lo fichaba. El jugador no decidía su futuro ni podía fichar por otro club sin el consentimiento de su presidente. El futbolista era una simple mercancía con la que se comerciaba sin ser consultado en ningún momento.

Este fue el contexto en el que Raymond Kopa concedió una entrevista al semanario France- Dimanche. Pero sus declaraciones no dejaron a nadie indiferente. La portada del número aparecido el 20 de junio de 1963 fue explícita: “Los futbolistas somos los esclavos del fútbol”. De esta manera Kopa, basándose en los problemas que había sufrido para conseguir desligarse del SCO Angers, club de la segunda división francesa, denunció lo que entendía como un abuso contractual de los dirigentes del fútbol hacía los jugadores. Finalmente Kopa consiguió ser traspasado al Stade Reims, donde coincidió con Fontaine, por un importe de 1,8 millones de francos para luego ser vendido en 1956 al Real Madrid que pagó una cifra record por aquel entonces, 38.000 libras esterlinas. Por sus manifestaciones Kopa fue sancionado con seis meses de suspensión. Poco después se convertiría en vicepresidente de la UNFP.

ficha federativa de Raymond Kopa, jugador del Stade de Reims

Hasta 1965 no se formó una comisión, integrada por directivos de la Federación Francesa y miembros de la UNFP, para tratar el tema de los contratos de los futbolistas profesionales. El mismo se mantuvo vigente en Francia hasta julio de 1969.

ACABA LA OCUPACIÓN ¿FIN DE LA UTOPÍA?

Coincidiendo con la firma de los Acuerdos de Grenelle, que aseguraron un aumento del sueldo de los trabajadores y del salario mínimo profesional, la reducción de la jornada de trabajo y el reconocimiento de la actividad sindical; los futbolistas depusieron su actitud y abandonaron la sede de la Federación Francesa de Fútbol. La mañana del día 27 de mayo, tan sólo cinco días más tarde, los jugadores depusieron su actitud. Las demandas del Comité de acción de los futbolistas, planteadas con la retórica revolucionaria antiburguesa propia del momento, a favor de la democratización del fútbol y contra su comercialización salvaje quedaron relegadas. El “Mayo de los Futbolistas” presentó ciertas similitudes con los otros movimientos de protesta que se dieron en Paris. Sus protagonistas emplearon los mismos métodos de actuación de forma espontánea que utilizaron los manifestantes. Las demandas de democracia directa y de rechazo del autoritarismo de los estudiantes se equipararon con las críticas contra los dirigentes federativos por parte de los futbolistas.

A pesar de las acciones de los jugadores, el fútbol continuó en manos de sus dirigentes, quienes temerosos como De Gaulle del giro revolucionario que podía tomar los acontecimientos, aprovecharon la ocasión para agudizar sus planteamientos precedentes. Fue en esa época cuando George Boulogne, quién protestó por “el carácter político y antidemocrático de la ocupación”, teorizó sobre lo que denominó “fútbol moderno”, consistente en adaptar la práctica del juego a las reglas de la economía moderna. Atrás quedaban las visiones utópicas, había vencido la mercantilización del fútbol- espectáculo. La exacerbación del mismo como mero objeto de consumo.

portada de Miroir du Football con Kopa luciendo la camiseta del Stade de Reims

En enero de 1969 se revisó la política contractual en el fútbol francés estableciéndose un marco laboral nuevo. ¿Fue una victoria de los trabajadores del balón o una simple concesión de la patronal para evitar males mayores? Sin duda para los futbolistas el logro no fue suficiente. En diciembre de 1972 convocaron, por primera vez en la historia, una jornada de huelga. ¿Habían sido realistas o habían pedido lo imposible?


SED REALISTAS, PEDID LO IMPOSIBLE: LA REVUELTA EN EL FÚTBOL FRANCÉS EN MAYO DEL 68 (II)

junio 11, 2011

La ocupación de la sede de la Federación Francesa de Fútbol, situada cerca del Arco de Triunfo, por parte de decenas de jugadores durante los sucesos ocurridos en Mayo del 68 fue provocada, según los propios manifestantes, por la mala gestión de los dirigentes de dicho organismo y por la reglamentación legal que desamparaba a los profesionales.

futbolistas ocupando la sede de la Federación Francesa de Fútbol

UNA REIVINDICACIÓN SINDICAL Y ESTILÍSTICA

El llamado Comité de acción de los futbolistas distribuyó el mismo día de la ocupación del edificio un manifiesto en el que explicitaron sus demandas. El contenido del comunicado exponía las motivaciones que llevaron a los futbolistas a ocupar la sede federativa. Según ellos “los jerarcas de la Federación habían expropiado el fútbol para servirse de él por simple interés egoista”. Por ello acusaban a sus dirigentes, a los que exigieron su inmediata dimisión, de “trabajar contra el fútbol y acelerar su degradación sometiéndolo a la tutela gubernamental por esencia hóstil al deporte popular”. Los futbolistas criticaban medidas como el cierre de estadios, la negativa de expedir billetes colectivos para los desplazamientos, el hecho de no garantizar un seguro médico en caso de accidente y las escasas subvenciones estatales que recibía la entidad para promocionar el fútbol entre los jóvenes. Además reivindicaron la supresión de la llamada licencia B, que según ellos sólo beneficiaba a los grandes clubes y constituía un atentado intolerante a la libertad de los jugadores y a los intereses de los clubes pequeños.

Pero también denunciaron la mala gestión de la Federación presidida por Antoine Chiarisoli y el secretario general Pierre Delaunay, del colegio de entrenadores dirigido por George Boulogne y de la selección francesa dirigida por el técnico Louis Dugauguez. Más allá de los malos resultados obtenidos por el combinado nacional, los miembros del Comité de acción reclamaron un cambio del estilo de juego que proponía el equipo sobre el terreno de juego. La reivindicación fue más allá de las simples demandas laborales. Se demandaba un giro estilístico, abandonar el fútbol defensivo y plantear un juego más alegre con el que, según los manifestantes, llegarían los buenos resultados.

Just Fontaine aupado tras disputar un partido de la Copa del Mundo de 1958

DEL COMITÉ DE ACCIÓN A LA ASOCIACIÓN FRANCESA DE FUTBOLISTAS

El segundo día de la ocupación los futbolistas recibieron la adhesión de Just Fontaine, delantero del Stade Reims quién consiguió el record de goles marcados en la Copa del Mundo disputada en Suecia en 1958 tras marcar 13 tantos, y del ex presidente del Toulouse FC, Jean Baptiste Doumeng. En ese momento, el autodenominado Comité de acción se transformó en la Asociación Francesa de Futbolistas, asumiendo Fontaine la presidencia. Pronto recibió nuevas adhesiones de jugadores como el delantero del AS Cannes Yvon Douis, el argelino Rachid Mekloufi del AS Saint- Etiénne o Raymond Kopa, un futbolista de origen polaco, de hecho se apedillaba Kopaszewski, que era una de las figuras más cotizadas del fútbol francés e internacional. No en vano en 1958 fue elegido por la UEFA “Mejor jugador de Europa”, año en que también consiguió el Balón de oro. Sin embargo la Asociación tuvo poca trascendencia siendo pronto relegada a un discreto segundo plano.

formación del AS Saint- Etiénne campeona de Francia con Rachid Mekloufi en la alineación


SED REALISTAS, PEDID LO IMPOSIBLE: LA REVUELTA EN EL FÚTBOL FRANCÉS EN MAYO DEL 68 (I)

junio 5, 2011

Europa vivió convulsionada durante 1968. A la revuelta acaecida en Praga a inicios de año le siguieron las manifestaciones estudiantiles en Paris que desembocaron en una masiva huelga general, secundada por más de nueve millones de franceses. Los hechos, conocidos popularmente como el Mayo francés, o Mayo del 68, precipitaron la convocatoria de elecciones anticipadas por el gobierno presidido por el general De Gaulle, en el poder desde 1958, desbordado por la magnitud de las protestas. Obreros y estudiantes se unieron para cuestionar la autoridad del Estado y reclamar mejoras laborales. Durante el mes de mayo se sucedieron las manifestaciones y los enfrentamientos con las fuerzas del orden.

joven francesa manifestándose en las calles de París

MAI DES FOOTBALLEURS: COMPROMISO SOCIAL Y ANTIAUTORITARISMO

Este contexto de agitación social provocó la movilización de buena parte de la población gala. El fin de la prosperidad económica, el aumento del desempleo y la pérdida de poder adquisitivo generaron gran malestar entre la ciudadania. El autoritarismo de las autoridades agravó la situación. Todo ello comportó el estallido de las protestas estudiantiles a las que luego se unieron los trabajadores. Obreros de la construcción, empleados de los ferrocarriles, transportistas, mineros, empleados de correos y hospitales. A millares se sumaron a la huelga manifestando su solidaridad contra la represión sufrida por el movimiento estudiantil. Entre ellos había un grupo de periodistas deportivos que también habían sido futbolistas. De este grupo de profesionales vinculado al magazine Miroir du Football, encabezado por François Thébaud, surgió la idea de participar de algún modo en las movilizaciones que se llevaban a cabo. El grupo, próximo a los planteamientos del Partido Comunista Francés (PCF), decidió mostrar su desencanto con los dirigentes del fútbol galo. Así fue como, emulando a los estudiantes que ocuparon diversas facultades de la Universidad de la Sorbona, la mañana del 22 de mayo se dirigieron a la sede de la Federación Francesa de Fútbol, situada en el número 60b de la Avenida Iéna de la capital parisina.

fachada del edificio que albergaba a la Federación Francesa de Fútbol en mayo de 1968

LA OCUPACIÓN DE LA SEDE DE LA FEDERACIÓN FRANCESA DE FÚTBOL

Un centenar de jugadores, cuarenta según la Federación, irrumpieron en los locales de la entidad proclamando la ocupación de los mismos. De inmediato recluyeron a los empleados, cerca de una treintena, en una sala del edificio, mientras que el secretario general Pierre Delaunay y el profesor de entrenadores Georges Boulogne fueron retenidos en una oficina aislada del resto de trabajadores. Paralelamente, mientras un grupo de manifestantes levantaba una barricada en la puerta otro colocaba una bandera roja en la fachada. Junto a ella colgaron diversas pancartas reivindicativas. La más llamativa y explicita contenía la leyenda “Le football aux footballeurs” (el fútbol a los futbolistas). Más arriba lucía otra con el lema “La Fédération, propiété des 600.000 footballeurs” (la Federación propiedad de los 600.000 futbolistas).

Miembros del Comité de acción de los futbolistas en la sede de la Federación

Entre los que ocuparon el edificio que albergaba las oficinas de la Federación estaban diversos futbolistas, la mayoría pertenecientes a clubes amateurs de la región parisina. El grupo instigador lo integraron los redactores de Miroir du Football, Francis Le Goulven, Maurice Ragonneau, Jean Norval y el citado Thébaud, todos con licencia federativa ya que anteriormente habían sido futbolistas. Junto a ellos se encontraban jugadores profesionales como el lateral izquierdo André Mérelle y el interior derecho Michel Oriot, ambos pertenecientes por aquel entonces a la displina del Red Star Football Club de Paris, el equipo que Jules Rimet fundó en 1897, que el año anterior había ascendido a la Primera División del fútbol francés. Ellos fueron el núcleo central del autodenominado Comité de acción de los futbolistas.

André Mérelle, junto a Pierre Bernard y José Farias en 1968 con la camiseta del Red Star FC