LAS MALVINAS. 30 AÑOS DE UN CONFLICTO EN CLAVE FUTBOLÍSTICA (IV)

marzo 28, 2012

Retomamos la entrada sobre la relación entre la guerra de las Malvinas y el fútbol con el análisis de los encontronazos que tuvieron lugar durante el Mundial’86 celebrado en Méjico entre barras bravas argentinos e hinchas ingleses. Tras los incidentes ocurridos entre los mismos protagonistas en la Copa del Mundo España’82, fue en tierras mejicanas donde siguieron ajustando cuentas.

logotipo de la Copa del Mundo de fútbol México’86

LA VENGANZA DE LAS BARRAS BRAVAS: MEXICO’86

A pesar de haber transcurrido cuatro años desde el final de la Guerra de las Malvinas el conflicto y sus consecuencias continuaban bien presentes para ingleses y argentinos en 1986. Así, tras conocerse que ambas selecciones se enfrentarían en los cuartos de final del Mundial celebrado en Méjico para lograr una plaza para jugar las semifinales del torneo, los incidentes eran algo esperado.

Lo cierto es que desde la llegada de los barristas a Méjico, estos ya se prepararon para enfrentarse a los ingleses. Entre los argentinos se encontraban barras de diversos clubes, como Nueva Chicago, Vélez Sarsfield, Estudiantes, Chacarita Juniors, Racing, River y Boca Juniors. A todos ellos se les sumó un contingente de militantes del llamado movimiento montonero, una guerrilla de inspiración peronista que actúo en Argentina entre 1970 y 1979, que se encontraban exiliados en Méjico tras el golpe de estado protagonizado por la Junta Militar.

la prensa tambien se hizo eco de los altercados

Para poder enfrentarse con garantías a los ingleses, los barras bravas decidieron entablar negociaciones con sus homólogos mejicanos para poder hacer un frente común. Pero los barristas mejocanos no accedieron a la petición de los argentinos. Estos si contaron con la ayuda de medio centenar de hinchas escoceses, tradicionalmente hostiles a los ingleses, que en su mayoría eran seguidores del Celtic de Glasgow.

El día del partido que disputaron las selecciones de Inglaterra y Argentina, celebrado en el estadio Azteca de Ciudad de México el 22 de junio de 1986, el ambiente era tenso. El encontronazo entre ambas hinchadas se produjo, a pesar de la estrecha vigilancia de la Guardia de Infanteria mejicana, en el cruce entre el Paseo de la Reforma y las avenidas Río Tiber y Florencia de Ciudad de México, justo en la glorieta situada a los pies del monumento a la Independencia, popularmente conocido como el Ángel.

El Abuelo (centro imagen) liderando la barra de Boca Juniors

Allí fue donde se concentraron los barristas argentinos liderados por José Barritta, alias el abuelo, el líder de La Doce, la barra de Boca Juniors. La paliza que recibieron los ingleses, entre los que había hinchas del Manchester United, Chelsea, Newcastle y West Ham United, fue de órdago. Decenas de ellos fueron ingresados en los centros hospitalarios más cercanos mientras los barristas perseguían aún a los más rezagados. En su huída les arrebataron diversas banderas que, posteriormente, los argentinos exhibieron ostentosamente durante los restantes partidos del torneo.

Incidentes similares se produjeron dentro del estadio, cuando en las gradas los barristas se pelearon con seguidores ingleses y ambas aficiones quemaron sendas banderas de los dos países. También tras el partido se produjeron conatos de enfrentamiento bajo los puentes de la llamada Calzada de Tlalpan, avenida que conecta el centro histórico de Ciudad de México con la zona sur de la urbe.

Raúl Gámez, ex presidente de Vélez y barra brava en Mexico’86

UN PRESIDENTE ENTRE BARRISTAS

Como curiosidad cabe destacar la presencia entre los barristas argentinos desplazados a Méjico que se enfrentaron con los ingleses de Raúl Gámez, por aquel entonces líder de la barra brava de Vélez Sarsfield. Gámez, con el tiempo, llegó a ocupar la presidencia del club bonaerense en dos ocasiones, durante los periodos 1996-1999 y 2002-2005. Al respecto, el ex barrista manifestó sobre los sucesos de México’86: “Es cierto que yo participé de la pelea con los hooligans. Todos me recuerdan lo mismo, pero yo no lo tengo en la memoria como algo épico. Hubo un cruce, sí, porque estaba todo el tema de las Malvinas en el medio y además de argentinos había escoceses. El mito dice que ganamos y si después las banderas estaban de nuestro lado, supongo que fue verdad”.

barristas exhibiendo alguno de los «trapos» arrebatados a los ingleses

Ya de vuelta a Argentina, esas banderas que les fueron arrebatadas a los ingleses –conocidas como “trapos” en el argot de las hinchadas sudamericanas– a las que alude Gámez fueron mostradas en las gradas de diversos estadios argentinos, como el de Chacarita o la Bombonera de Boca Juniors, a modo de humillación. Algunos de estos “trapos”, como los que se encontraban en posesión de La Doce boquense, fueron quemados el 2 de abril de 1989, coincidiendo con el aniversario del desembarco de las tropas argentinas en las Malvinas, mientras otros continúan celosamente guardados.

 

barristas e hinchas ingleses enfrentándose en México’86


LAS MALVINAS. 30 AÑOS DE UN CONFLICTO EN CLAVE FUTBOLÍSTICA (III)

marzo 16, 2012

Más allá de las experiencias personales de los futbolistas argentinos del Tottenham, el conflicto de las Malvinas también tuvo repercusión más allá de los terrenos de juego. Las gradas de los estadios fueron uno de los escenarios donde se pudo visibilizar la pugna por el archipiélago del Atlántico sur.

tropas británicas ondeando la bandera británica tras reconquistar las islas

EL MUNDIAL COMO PROLONGACIÓN DE LA GUERRA: ESPAÑA’82

Un día antes de la firma del armisticio de la guerra de las Malvinas se inauguró oficialmente la fase final de la Copa del Mundo de fútbol España’82. Lejos de lo que se podía suponer, Argentina se presentó a la cita mundialista. También participó en el Mundial la selección de Inglaterra. De hecho, algunos de sus seguidores se enteraron del fin de la guerra viendo la comparecencia oficial de Margaret Thatcher por televisión en algún bar de Bilbao, ciudad que acogió los partidos del combinado inglés en la primera fase. A pesar de que Argentina e Inglaterra quedaron encuadradas en grupos diferentes y jugaron sus partidos en sedes distintas, sus seguidores protagonizaron algunos encontronazos. Sin duda una de las peleas más virulenta fue la llamada “Batalla de Zarautz”.

propaganda inglesa sobre el Mundial’82

LA BATALLA DE ZARAUTZ: PISTOLAS Y HOOLIGANISMO

En dicha localidad gipuzcoana se albergaban algunos de los centenares de supporters ingleses que viajaron hasta la Península para seguir las evoluciones de su selección. De esta manera los aficionados trataron de evitar la vigilancia y los controles policiales que se habían establecido en Bilbao. En Zarautz coincidieron pequeños grupos de hooligans de diversos equipos ingleses, como el Chelsea, West Ham United, Tottenham Hotspurs, Southampton o Manchester United. La rivalidad que mantenían entre ellos pronto quedó en un segundo plano cuando se dieron cuenta que en la misma población se encontraban hospedados algunos barras bravas argentinos. El 19 de junio, tras un primer intercambio de pareceres sobre las Malvinas, la situación se agravó cuando los hooligans agredieron a los argentinos. Esa misma noche, dos barristas se dirigieron al hotel de los ingleses y dispararon sobre las habitaciones del establecimiento. Tras ser alertada por la dirección del hotel, la Guardia Civil se presentó en el mismo y detuvo a diversos seguidores  ingleses. La intermediación del embajador británico logró sacar a sus conciudadanos de la cárcel. Paradójicamente, en un primer momento y hasta que se aclaró la autoria de los disparos, la prensa recogió los incidentes como un posible atentado de ETA.

propaganda bélica británica que reproduce la Union jack

Un dia después, Inglaterra y Checoslovaquia se enfrentaron en el segundo partido del grupo de clasificación celebrado en el estadio de San Mamés. En el fondo ocupado por los seguidores británicos colgaba una pancarta con la leyenda: “Falklands- Zarauz We Win Wars” (Malvinas- Zarautz nosotros ganamos las guerras).

El periplo de los ingleses en el torneo acabaría pronto cuando, como también le sucedió a Argentina,  su selección cayó eliminada en la segunda fase. Los sudamericanos fueron derrotados por Brasil e Italia, que a la postre se alzaría con la copa, mientras Inglaterra quedó segunda de su grupo tras Alemania después de empatar a cero goles en el estadio Santiago Bernabeu contra el combinado anfitrión.

aficionados británicos en las gradas durante el Mundial’82


BARRAS BRAVAS: POLÍTICA Y PODER EN LAS GRADAS ARGENTINAS. EL CASO DE RIVER PLATE (IV)

julio 14, 2011

El escándalo derivado del viaje de los barristas al Mundial sudafricano provocó que el kirchnerismo tratara de desvinculase públicamente de los hinchas radicales. Las HUA quedaron relegadas a un segundo plano cuando la administración empezó a negociar únicamente con las barras de Boca y River. Todo ello comportó que los integrantes de las HUA, formadas por más de 43 hinchadas radicales, cercarán nuevas alianzas.

propaganda electoral de Nárvaez junto a Mónica López

DE KIRCHNER A DE NARVÁEZ: UNA HISTORIA DE INTERESES

Un nuevo interlocutor salto a escena. Francisco De Narváez, diputado del Partido Justicialista por la demarcación de Buenos Aires y rival político de Cristina Kirchner.  El empresario optó por acercarse a los barristas para conseguir sus favores. Tras diversas reuniones entre interlocutores del empresario peronista y los dirigentes de las HUA estos últimos accedieron a movilizar a sus miembros en los actos políticos organizados por la candidatura de De Narváez en Buenos Aires, como el que este celebro en la partida bonaerense de La Matanza junto a Ricardo Alfonsín, a cambio de que este financiara sus actividades durante la Copa América. El acuerdo se cerró y la Unión Celeste y Blanco (UCB), el partido de De Narváez, se comprometió a pagar los costes de los desplazamientos de los hinchas, las entradas para los partidos y los elementos de animación para el partido inaugural del campeonato que enfrentó a Argentina con Bolívia. Cerca de 1.100 hinchas radicales asistieron al encuentro. Como contrapartida los aficionados radicales mostraron una pancarta de 50 x 30 metros con los colores albicelestes y la inscripción “De Narváez- Mónica López” (diputada provincial y vicepresidenta del Bloque Unión Celeste y Blanco que se postula como mano derecha de De Narváez en las próximas elecciones). Otros de los “trapos” que exhibieron mostraba la leyenda “Mayo fuiste, estamos en Julio”, una irónica referencia a su anterior interlocutor, el kirchnerista Marcelo Mallo. Según el periodista del diario Clarín Gustavo Grabia que destapó el acuerdo, los barristas recibieron un primer pago de 100.000 pesos.

hinchas mostrando una pancarta en favor de Narváez

EL “APRIETE” DE LAS BARRAS BRAVAS. CONNIVENCIA Y EXTORSIÓN

Comos hemos expuesto las relaciones entre la llamada dirigencia del fútbol argentino y los líderes barristas son algo común. Estas se extienden más allá del ámbito deportivo llegando, como hemos constatado, a la esfera política. Dichas vinculaciones no responden a las supuestas filiaciones ideológicas de las hinchadas radicales, un elemento inédito en el barrismo argentino, sino a la voluntad de estas de conseguir mayores cotas de poder y sumas de dinero. Este es el único objetivo de las barras bravas argentinas: controlar los accesos del estadio, dirigir la reventa de entradas, conseguir el máximo poder dentro de las directivas de los clubes o mantener su inmunidad ante la administración y las fuerzas del orden. Y todo ello para asegurarse un negocio del que se lucran sus líderes. El medio para conseguirlo es la intimidación, el denominado “apriete”, consistente en extorsionar o amendrentar a dirigentes, políticos, periodistas, árbitros, hinchas rivales e incluso jugadores, como sucedió durante el partido que supuso el descenso de River Plate. Durante el descanso del mismo ocho barras bravas, capitaneadas por los actuales capos Martín Araujo y Alex de Budge, se dirigieron al vestuario del árbitro para increparle y coaccionarlo diciéndole “Si no nos cobrás un penal, no salis vivo”. Sergio Pezzotta, el encargado de dirigir el encuentro pitó el penalti. Pavone, autor del primer gol de River, erró el lanzamiento. Se consumaba el descenso del club bonaerense tras 110 años de historia. El próximo año, en Nacional B, los “millonarios” lucharan para lograr el anhelado ascenso. La presión será máxima, el “apriete” asegurado.

barristas de las HUA exhibiendo su trapo


BARRAS BRAVAS: POLÍTICA Y PODER EN LAS GRADAS ARGENTINAS. EL CASO DE RIVER PLATE (III)

julio 9, 2011

Las relaciones entre las barras bravas y la clase dirigente argentina no son un fenómeno reciente. En anteriores entradas hemos constatado como desde finales de los años setanta se han ido estrechando los lazos que unen estos grupos de hinchas radicales con el poder. Su objetivo compartido, el mantener una posición de privilegio, ha propiciado que barristas y gobernantes hayan confluido en pro del interés mútuo. Este ha sido el caso también del denominado kirchnerismo, que no ha dudado en utilizar a las barras bravas en su beneficio.

la barra de Racing mostrando su apoyo a Kirchner

BARRISMO Y KIRCHNERISMO: LA HINCHADA JUSTICIALISTA

Los nexos entre violentos y dirigentes se han mantenido hasta la actualidad. Así, entre los barristas que han dado su apoyo al matrimonio  Kirchner se encuentran los de equipos como el Club Atlético Chicarita Júniors, el Club Atlético Bandfield, el Estudiantes de La Plata y el Club Atlético Independiente. Estos últimos en alguna ocasión llegaron a enarborar banderas con el lema “Cristina presidente” en la grada que ocupan en el estadio Libertadores de América. Pero quizás la que más se ha significado en este sentido sea la barra brava de Racing Club de Avellaneda, la Guardia Imperial, que durante años lució pancartas con el eslóganes como “Kirchner presidente” o “Kirchner 2007-2011”, no en balde el difunto Néstor Kirchner, ex líder del Partido Justicialista, fue un declarado hincha de dicho club.

El kirchernismo llegó a conseguir incluso que las barras de Boca y River cooperaran en una campaña contra el grupo mediático del periódico Clarín, enfrentado al Partido Justicialista. Durante el clásico disputado en 2009 mostraron banderas con consignas contra el diario con lemas como “Clarín: el fútbol es una pasión, no un curro”. El enfrentamiento entre el gobierno y el grupo multimedia estribaba en la nueva ley de medios que quería aprobar la administración para evitar que el fútbol televisado continuara siendo gratuito. Para presionar a Clarín se negoció con las barras bravas para que desplegaran banderas y repartieran folletos en las inmediaciones de los estadios con consignas contra el grupo mediático y a favor de la nueva ley. A cambio los barristas recibieron alrededor de 100.000 pesos. De hecho, Los Borrachos del Tablón ya habían mostrado sus afinidades por la esposa de Kirchner cuando mostraron una pancarta con el lema “Cristina= Evita = Perón”.

La Doce de Boca Juniors exhibiendo una pancarta contra Clarín

LBDT luciendo un eslogan similar en la Bombonera durante el clásico

HINCHADAS UNIDAS ARGENTINAS: LA INSTITUCIONALIZACIÓN DE LAS BARRAS BRAVAS

La presión ejercida por la oposición y el contexto económico desfavorable motivaron que los Kirchner buscaran nuevas alianzas que les permitieran continuar en el poder. Tras reunirse con sindicatos y piqueteros, el gobierno también lanzó sus redes sobre las barras bravas. A través de Marcelo Mallo, un peronista de perfil kirchnerista, creó la ONG Hinchadas Unidas Argentinas (HUA). El proyecto recoge la herencia de otra organización similar anterior, Nuevo Horizonte Para el Mundo, que pretendía integrar socialmente a los violentos y que en 2007 sufragó el viaje de dos decenas de hinchas de Independiente a la Copa América que se disputó en Venezuela, no en vano la mano derecha de Mallo en la ONG era Pablo Bebote Álvarez, capo de la barra del “Rojo” de Avellaneda, que también integra las HUA. El objetivo oficial del nuevo ente es erradicar la violencia de los estadios a través de minimizar a las barras bravas mediante trabajos sociales y de inserción laboral, pero en el fondo persigue encuadrar a los barristas políticamente para que aporten votos al peronismo.

el difunto Kirchner mostrando una camiseta de Racing Club

Pero la adhesión de las barras bravas al kirchnerismo ha sido simplemente por interés. A cambio de dinero y financiación los hinchas aportan su poder de convocatoria e intimidación y exhiben banderones en las gradas con lemas como “Kirchner Vuelve” que emulan a las pintadas del peronismo de los años sesenta. El entente fue rápido y las barras de diversos clubes se han puesto al servicio del poder. Sus integrantes han trabajado activamente durante la campaña electoral a la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner. El acuerdo, negado por el subsecretario de Seguridad en Espectáculos Futbolísticos, Pablo Paladino, consiste en que los hinchas radicales trabajen en los operativos de seguridad de los actos electorales y no generen altercados en las gradas. A cambio, 280 de ellos tuvieron pagado el desplazamiento y la estancia en el Mundial disputado en Sudáfrica en 2010. Entre los que se adherieron a las HUA se encuentran las barras de Independiente, Vélez Sarsfield, Racing Club, Rosario Central, Argentinos Júniors, Chacarita, Gimnasia y Esgrima, Colón, Godoy Cruz, Huracán, Lanús y Tigre.

Pancarta de las HUA con la consigna KV (Kirchner Vuelve)


BARRAS BRAVAS: POLÍTICA Y PODER EN LAS GRADAS ARGENTINAS. EL CASO DE RIVER PLATE (II)

julio 3, 2011

Los altercados ocurridos tras la derrota de River en el estadio Monumental que supusieron su descenso pusieron de nuevo en el primer plano de la actualidad a la barra del club bonaerense, cuyos miembros protagonizaron graves incidentes, tanto en el partido de ida como en el de vuelta. Tras conocer como se crearon los Borrachos del Tablón y cual es su modus operandi dentro del club, a continuación exponemos que tipo de vinculación relaciona a la barra con la llamada dirigencia política.

Raúl Alfonsín cediendo la presidencia argentina a Carlos Menem

INMUNIDAD Y PREBENDAS: LA POLÍTICA DEL TABLÓN

Contrariamente a lo que sucede en Europa, donde los grupos radicales mantienen cierto pósito pseudoideològico, en el fútbol argentino la política no es un elemento característico de las barras bravas. Más allá del contexto europeo, donde conviven grupos antagónicos de extrema derecha y extrema izquierda junto a otros colectivos de animación no politizados, en Argentina los barristas a pesar de no asumir dichos planteamientos si que mantienen vínculos con el poder político. La suya es una relación de intereses. Se asocian con la clase dirigente, tanto futbolística como política, únicamente para conseguir inmunidad y prebendas. A cambio, las barras bravas se convierten en la fuerza de choque del cacique, funcionario o candidato de turno. Esta es la política del tablón.

Los barristas siempre han mantenido vínculos con la política, tanto con el justicialismo de Menem y Kirchner como con el radicalismo identificado con Alfonsín. Su relación se basa en el clientelismo transversal, ya que atañe a todas las hinchadas radicales del país y a todas las opciones políticas y sindicales. No hay un móvil ideológico que explique sus actuaciones, su única motivación es el dinero.

hinchada de Quilmes mostrando su apoyo a Cristina Kirchner

DEL MUNDIAL 78 AL POPULISMO DEMOCRÁTICO: UNA HISTORIA DE VIOLENCIA

El golpe de Estado que protagonizó en 1976 la autodenominada Junta Militar que sirvió para derrocar al gobierno presidido por Maria Estela Martínez de Perón, popularmente conocida como Isabelita, permitió los primeros contactos entre las barras bravas y los militares en el poder. Durante esos años la barra de Quilmes Atlético Club, liderada por Carlos Alberto de Godoy, apodado El Negro Thompson, fue la que cooperó con mayor empeño con los “milicos”. De hecho los barristas cerveceros, nombre con el que se denomina a la hinchada de Quilmes, dieron cobertura al aparato represivo de la dictadura. Incluso se llegó a organizar un grupo de barristas para que acudieran al Mundial’82 y acallar las posibles manifestaciones de los exiliados opositores al régimen militar. El estallido de la Guerra de las Malvinas el 2 de abril de 1982 frustró finalmente su desplazamiento.

La derrota inflingida por las tropas británicas precipitó la caída de la Junta militar de gobierno que en 1983 convocó unas elecciones que se saldaron con la victoria de la Unión Cívica Radical de Raúl Alfonsín. Se iniciaba así un periodo de pacto democrático en la que las barras bravas también jugaron su papel, ejerciendo como fuerzas de choque de los diversos candidatos, realizando pintadas durante la campaña electoral e intimidando a los adversarios. Durante la presidencia de Alfonsín el barrismo acrecentó sus vínculos con el poder. Entre sus partidarios se encontraban los integrantes de la barra de Argentinos Juniors. Fue la época en que La Doce, la conocida barra de Boca Juniors, movilizó a sus miembros a favor del llamado Tercer Movimiento Histórico que pretendía regenerar el peronismo de corte más populista bajo el amparo del diputado radical Carlos Bello, amigo íntimo de José Barritta El Abuelo, líder por aquel entonces de La Doce. También las barras del Club Social y Deportivo Defensa y Justícia de la provincia de Buenos Aires y de Rosario Central tomaron partido por el peronismo.

soldados británicos en Port Stanley (Islas Malvinas), junio de 1982

Pero fue en la década de los noventa, coincidiendo con la eclosión del fútbol como negocio- espectáculo, cuando las barras bravas aumentaron aún más su incidencia social, tanto en las gradas como en los despachos. Decenas de hinchas obtuvieron un empleo en dependencias estatales mientras otros accedieron a cargos sindicales. Habían entendido que el poder otorgaba impunidad. Poco importaba quién gobernaba el país. Durante años se convirtieron en los más fieles alfonsinistas, ultramenemistas, delarruaistas, duhaldistas o kirchneristas. Todo valía para mantener su modo de vida.


BARRAS BRAVAS: POLÍTICA Y PODER EN LAS GRADAS ARGENTINAS. EL CASO DE RIVER PLATE (I)

junio 28, 2011

El descenso de River Plate a la segunda división de fútbol argentino, tras perder la eliminatoria de promoción y descenso contra Club Atlético Belgrano de Córdoba, provocó las iras de su hinchada más radical, Los Borrachos del Tablón, la llamada barra brava de River. Los altercados protagonizados por los seguidores radicales “millonarios” tras consumarse el descenso del equipo bonaerense arrojaron un balance de un policía  muerto, 72 heridos y 37 detenidos.

barristas de River destrozando las instalaciones del Monumental tras el descenso

ORÍGENES DE LA BARRA BRAVA MILLONARIA

Fue a finales de la década de los sesenta cuando se creó la hinchada radical de River bajo el auspicio de Julián William Kent, presidente del club entre 1968 y 1973, con la intención de crear un grupo que presionara a los jugadores cuando estos disputaran un mal partido. Desde entonces sus miembros han copado las portadas de los tabloides argentinos convirtiendo a Los Borrachos del Tablón en una de las aficiones más violentas y temidas del país. El grupo creció bajo el liderazgo de Matutito, el capo de la barra en sus inicios, al que sucedió Alberto Matute Taranto, de la banda de Palermo Viejo, que sería asesinado en 1983 tras asistir a un clásico Boca- River en el estadio de Vélez Sarfield tras recibir un disparo de Miguel Ángel Bomparola, el Negro Bompa, un oficial de la policía federal miembro como él de la barra “millonaria”. Al entierro del Matute Taranto acudió en persona el entonces máximo dirigente del club, Rafael Aragón Cabrera, una muestra más del poder del grupo en la institución. Fue en esos años cuando se forjó la idiosincrasia de la barra que empezó a ejercer como grupo de presión dentro la entidad. Como la mayoría de las hinchadas radicales en Argentina, Los Borrachos del Tablón se erigieron en un lobby interno del club bonaerense. Así fue como empezaron a tejer una red de influencias y connivencias, tanto con dirigentes como con las fuerzas del orden, que les permitió conseguir cierta inmunidad y diversas prebendas con las que se autofinanciaron. En el caso de River, la relación entre directivos y radicales fue más que evidente, resultando durante el segundo mandato en la presidencia de José Maria Aguilar ciertamente escandalosa, como evidenció el asalto de los hinchas a la tienda del club para saquearla y revender los artículos de la marca Adidas que vestía a River. En este sentido, los grupos argentinos difieren de sus homólogos europeos puesto que estos últimos carecen del poder que ostentan las barras bravas en sus respectivos clubes.

accesos al estadio Monumental destrozados tras los disturbios

LA CULTURA DEL PESO, LA GRADA COMO MODO DE VIDA

Entre los diversos sistemas de financiación con que cuentan las barras bravas en general y la de River en particular se encuentra la reventa de entradas. Es el propio club el que otorga un paquete de entradas a los radicales para que estos las vendan y puedan financiar sus actividades. En el caso de River Plate la cifra de dinero que puede llegar a mover la barra en la reventa de un partido en el Monumental oscila entre los 60.000 y los 80.000 pesos. Pero los beneficios del grupo no se circunscriben únicamente a los encuentros de fútbol, también gozan del privilegio de revender entradas de los espectáculos musicales que se organizan en el estadio. Además controlan el negocio alrededor de los aparcacoches del recinto del club y la venta de merchandising no oficial, actúan como miembros de seguridad en los recitales e incluso se encargan de organizar el alquiler de los autobuses con los que se desplaza la hinchada radical cuando River juega fuera de su terreno de juego. Para la barra brava el fútbol deja de ser un mero pasatiempo deportivo para pasar a ser su modus vivendi. Su poder en este sentido llega hasta el punto que Marcelo Parrilli, abogado y socio de River, asegura que los barristas han llegado a cobrar un porcentaje del traspaso de jugadores como Gonzalo Pipita Higuain, delantero del Real Madrid o el portero Juan Pablo Carrizo, vendido a la SS Lazio. Incluso algunos representantes de jugadores han llegado a pagar a los barristas para que no gritaran contra su cliente si este jugaba mal o para que lo alentaran y aumentase su popularidad entre la afición. Tampoco los profesionales han escapado del poder de los barras bravas que, para evitar intimidaciones y problemas, les entregan una parte de su ficha anual.

«trapo» de los Borrachos del Tablón en un desplazamiento a Bolívia

Otros rumores apuntan como la barra brava tiene en la venta de drogas en las gradas otra de sus fuentes de financiación. En 1998, el que fuera máximo mandatario de River Plate entre 1989 i 1997, Alfredo Davicce, manifestó como Los Borrachos del Tablón vendían cocaína en el mismo estadio Monumental con total impunidad. Lejos de acabar con la misma, la llegada de Daniel Passarella a la presidencia no cambió en demasía las relaciones que desde hace años mantiene el club con los barristas. Prueba de ello fue la designación como vicepresidente del Departamento de Seguridad de El Negro Bompa o la protección de que gozan otros barras brava de River como El Turco Arón o el especialista en reventas Jajo el Piojoso, además de Gabriel Riccio El Mecánico, miembro de la Comisión Directiva, o El Traficante Reyes, nuevo gerente del estadio. Este último, además de empleado del club es militante del PRO, el partido político de centro derecha fundado por Mauricio Macri, ex presidente de Boca Juniors y gobernador de la capital argentina.