LAS MALVINAS. 30 AÑOS DE UN CONFLICTO EN CLAVE FUTBOLÍSTICA (III)

marzo 16, 2012

Más allá de las experiencias personales de los futbolistas argentinos del Tottenham, el conflicto de las Malvinas también tuvo repercusión más allá de los terrenos de juego. Las gradas de los estadios fueron uno de los escenarios donde se pudo visibilizar la pugna por el archipiélago del Atlántico sur.

tropas británicas ondeando la bandera británica tras reconquistar las islas

EL MUNDIAL COMO PROLONGACIÓN DE LA GUERRA: ESPAÑA’82

Un día antes de la firma del armisticio de la guerra de las Malvinas se inauguró oficialmente la fase final de la Copa del Mundo de fútbol España’82. Lejos de lo que se podía suponer, Argentina se presentó a la cita mundialista. También participó en el Mundial la selección de Inglaterra. De hecho, algunos de sus seguidores se enteraron del fin de la guerra viendo la comparecencia oficial de Margaret Thatcher por televisión en algún bar de Bilbao, ciudad que acogió los partidos del combinado inglés en la primera fase. A pesar de que Argentina e Inglaterra quedaron encuadradas en grupos diferentes y jugaron sus partidos en sedes distintas, sus seguidores protagonizaron algunos encontronazos. Sin duda una de las peleas más virulenta fue la llamada “Batalla de Zarautz”.

propaganda inglesa sobre el Mundial’82

LA BATALLA DE ZARAUTZ: PISTOLAS Y HOOLIGANISMO

En dicha localidad gipuzcoana se albergaban algunos de los centenares de supporters ingleses que viajaron hasta la Península para seguir las evoluciones de su selección. De esta manera los aficionados trataron de evitar la vigilancia y los controles policiales que se habían establecido en Bilbao. En Zarautz coincidieron pequeños grupos de hooligans de diversos equipos ingleses, como el Chelsea, West Ham United, Tottenham Hotspurs, Southampton o Manchester United. La rivalidad que mantenían entre ellos pronto quedó en un segundo plano cuando se dieron cuenta que en la misma población se encontraban hospedados algunos barras bravas argentinos. El 19 de junio, tras un primer intercambio de pareceres sobre las Malvinas, la situación se agravó cuando los hooligans agredieron a los argentinos. Esa misma noche, dos barristas se dirigieron al hotel de los ingleses y dispararon sobre las habitaciones del establecimiento. Tras ser alertada por la dirección del hotel, la Guardia Civil se presentó en el mismo y detuvo a diversos seguidores  ingleses. La intermediación del embajador británico logró sacar a sus conciudadanos de la cárcel. Paradójicamente, en un primer momento y hasta que se aclaró la autoria de los disparos, la prensa recogió los incidentes como un posible atentado de ETA.

propaganda bélica británica que reproduce la Union jack

Un dia después, Inglaterra y Checoslovaquia se enfrentaron en el segundo partido del grupo de clasificación celebrado en el estadio de San Mamés. En el fondo ocupado por los seguidores británicos colgaba una pancarta con la leyenda: “Falklands- Zarauz We Win Wars” (Malvinas- Zarautz nosotros ganamos las guerras).

El periplo de los ingleses en el torneo acabaría pronto cuando, como también le sucedió a Argentina,  su selección cayó eliminada en la segunda fase. Los sudamericanos fueron derrotados por Brasil e Italia, que a la postre se alzaría con la copa, mientras Inglaterra quedó segunda de su grupo tras Alemania después de empatar a cero goles en el estadio Santiago Bernabeu contra el combinado anfitrión.

aficionados británicos en las gradas durante el Mundial’82


FÚTBOL BAJO LA HOZ Y EL MARTILLO: LA ECLOSIÓN DEL HOOLIGANISMO EN VIETNAM

junio 24, 2011

En diciembre de 2008 la selección vietnamita venció a la de Thailandia y consiguió la VFF Cup, el mayor logro hasta el momento en su palmarés. La consecución del trofeo ayudó a popularizar el fútbol sobretodo entre la juventud de este país del sudeste asiático. A pesar de ello dicho deporte continua postergado a un discreto segundo plano dada la pasión de los vietnamitas por otras disciplinas como el cricket o el da cau, una variante autóctona del bádminton jugado con el pie muy extendida tanto en Vietnam como en la zona fronteriza con China.

fans en las gradas del estadio Chi Lang Stadium de Da Nang

APUESTAS Y MAFIAS Vs FÚTBOL ESPÉCTACULO: LA INCIDENCIA OCCIDENTAL EN EL MERCADO ASIÁTICO

A través de las victorias del combinado nacional el fútbol ha ido ocupando un mayor espacio público en la sociedad vietnamita. Cada vez son más los medios de comunicación que se ocupan de dicho deporte aunque la repercusión de la liga nacional sea escasa en detrimento de la difusión que han conseguido ligas europeas como la inglesa, la italiana o la española. Ello es fácilmente visible en la cantidad de camisetas de clubes europeos que lucen los jóvenes vietnamitas. Manchester United, sin duda el dominador del mercado asiático hasta el momento, Milan AC, FC Barcelona, Chelsea, Arsenal o Manchester City con algunos de los clubes que gozan de mayor seguimento en el país asiático. Esta afición por el fútbol foráneo contrasta con la escasa trascendencia de la liga vietnamita, la V-League, a pesar de fichajes estrella como el del brasileño Denilson. La poca vistosidad del juego de los equipos autóctonos junto con los sucesivos escándalos en que se ha visto immerso el fútbol vietnamita, con casos de sobornos y apuestas ilegales, han postergado al fútbol vietnamita a un segundo plano.

LA PASIÓN POR “LA ROJA”. LA SELECCIÓN COMO CANALIZADOR POPULAR

El escaso seguimiento de los clubes patrios por parte de los vietnamitas contrasta con la creciente popularidad de la selección nacional. Las victorias de “la roja” asiática han canalizado la euforia de sus compatriotas. El apasionamiento de los hinchas en las celebraciones por el primer título de cierto prestigio conseguido por la selección vietnamita en su historia arrojó un balance de cinco muertos, la mayoría en la ciudad de Ho Chi Minh tras participar en la descontrolada fiesta motorizada posterior.

seguidores vietnamitas celebrando en el terreno de juego un triunfo de su selección

El triunfo de la selección permitió visibilizar la afición de los jóvenes vietnamitas por el fútbol. Más allá del seguimento de los clubes europeos más laureados, la afición de este país asiático poco a poco ha ido poblando las gradas de los estadios locales. De este modo, a partir de mediados de la presente década, se han ido gestando los primeros grupos de aficiones organizados cuyo único objetivo era alentar a sus jugadores. Así fue como se importó la “moda ultra” y todo lo que la misma conlleva. Fue de esta manera como aparecieron las primeras pancartas con leyendas que emulaban las de las grandes hinchadas radicales europeas y otro tipo de elementos coreográficos como las tiras de plástico, los tambores, las grandes banderas, los megáfonos o los primeros cánticos.

HAI PHÒNG FANS, LOS “BAD BOYS” DEL FÚTBOL VIETNAMITA

Pronto llegaron también otro tipo de influencias. En algunos partidos de la V-League, correspondientes a la temporada 2007/ 08 se dieron las primeras muestras de cómo ha arraigado el fenómeno del hooliganismo en este país comunista. Seguidores del Hải Phòng FC se enfrentaron a aficionados rivales a la finalización de un encuentro de liga sin que las fuerzas de seguridad, desbordadas ante la magnitud de los hechos, pudieran restablecer el orden. Los hinchas lanzaron todo tipo de objetos, llegando a arrojar incluso diversos asientos que arrancaron de las gradas que ocupaban. Los disturbios se reprodujeron durante el derby de Hanói que enfrenta al Hải Phòng FC contra su máximo rival, el T&T Ha Noi.

enfrentamientos entre seguidores y agentes del orden en el Lạch Tray Stadium

Los problemas lejos de menguar se multiplicaron agravando la situación. Los incidentes causados por los hinchas del Hải Phòng FC, los llamados bad boys del fútbol vietnamita, en el Lạch Tray Stadium donde encendieron diversas bengalas, provocaron que en el año 2010 el vicepresidente de la Federación Vietnamita de Fútbol, Nguyen Lan Trung, admitiera públicamente la aparición del vandalismo en los estadios del país. Los sucesos provocados por sus aficionados, que eran reincidentes. En el año 2009 se habían enfrentado a hinchas del Song Lam Nghe lanzándoles botellas y bengalas, supusieron para el Hải Phòng FC una multa federativa de 25 millones de dongs (cerca de 1.300 dólares) y la clausura de su estadio por un partido. De hecho la Federación ya había vetado los desplazamientos de los hinchas radicales del Hải Phòng FC en el año 2009 aduciendo los desórdenes públicos que habían causado en seis de sus desplazamientos, como en el que enfrentó al Hải Phòng FC contra el Thể Công FC en Hanoi. Para dispersar a los cerca de 5.000 aficionados rojos desplazados la policía usó porras eléctricas y gas.

policias retirando una bengala en las gradas del Lạch Tray Stadium de Hanoi

Fuera del estadio prosiguieron los altercados, cuando un grupo de hinchas visitantes arremetieron contra los coches de la policía, lanzaron piedras y ladrillos a los agentes, destrozaron diversas señales de tráfico en la Autopista Nacional 5 durante su retorno, agredieron a diversos peatones y asaltaron una estación de servicio. Cinco policías resultaron heridos durante los incidentes. En opinión del manager del club, Do Dai Duong, se trataba solo de una minoría de extremistas que empañaban el nombre de la entidad con su comportamiento vandálico.

La respuesta de las autoridades no se hizo esperar. Tras un nuevo altercado protagonizado por los seguidores del Hải Phòng FC durante el partido que enfrentaba a su equipo con el Hoa Phat Hanoi en el Hang Day Stadium, en el que insultaron a la policía y a los futbolistas durante el partido y causaron disturbios en las gradas, llegaron las primeras medidas. Una semana después de los incidentes dos hinchas fueron sentenciados a 12 y 14 meses de cárcel por participar en los mismos.


XENOFOBIA, FÚTBOL Y ULTRANACIONALISMO: HINCHAS RADICALES EN RUSIA (I)

diciembre 17, 2010

La muerte del joven seguidor de 28 años Egor Nikolaevich Sviridov, ocurrida la madrugada del 6 de diciembre en Moscú tras una pelea tumultuosa entre fans del FC Spartak de Moscú y jóvenes caucásicos originarios de la república de Kabardino- Balkaria, ha devuelto al primer plano de la actualidad la conflictividad interétnica existente en Rusia.

Egor Nikolaevich Sviridov, hincha del FC Spartak de Moscú asesinado

Paradójicamente, Sviridov no es el primer aficionado del Spartak muerto este año. El 10 de julio moría otro hincha del club moscovita, Yuri Volkov, asesinado tras ser apuñalado mortalmente por tres jóvenes chechenos en una estación de metro del centro de Moscú.

La noche de los hechos, Sviridov junto con otros cuatro hinchas del Spartak se encontraba en una parada de autobús en Kronshtadt Bulevar, situada en el distrito moscovita de Golovinsky, cuando se inició una pelea con un grupo de ocho jóvenes caucásicos. Los insultos derivaron en la agresión mortal cuando una bala alcanzó a Sviridov. A pesar de que el presunto asesino Aslan Cherkesov de 26 años –que aseguró haber actuado en defensa propia– fue detenido, pocos días después diversos grupos de ultras del fútbol convocaron sendas protestas en varias ciudades rusas tras conocer la liberación de los acompañantes del presunto homicida.

hinchas mostrando un retrato de Sviridov durante un acto celebrado en Moscú

EL RETORNO DE LOS VIEJOS FANTASMAS: “RUSIA PARA LOS RUSOS”

El día siguiente a la muerte de Sviridov un millar de hinchas de diversos clubes bloquearon la Avenida Leningradsky como acto de protesta tras hacer una ofrenda floral en el lugar del suceso. Posteriormente, un nutrido grupo se dirigió a la vivienda del fiscal encargado del caso para mostrar su rechazo por la liberación de los compañeros de Cherkesov. Tras la intervención de las fuerzas policiales especiales (OMON), los aficionados se dispersaron aunque 20 de ellos fueron detenidos por causar altercados.

Cuatro días después, más de 5.000 ultras acudieron a la convocatoria no autorizada organizada en la céntrica Plaza de Manezh de Moscú entre otros por Fratria (nombre que significa “hermandad” en latín), la asociación de hinchas más relevante del FC Spartak creada en el 2005 por miembros de grupos hooligans como The Union, Devils Band, Gladiators Firm, Opposition, Boxer’s Team o Wild Boars entre otros. Paralelamente, unos 2.000 hinchas radicales también se concentraron en la Plaza de los Pioneros de San Petesburgo. Actos similares fueron celebrados en otras localidades del país como Kirov, Voronezh, Kaliningrado o Samara.

asistente a la marcha moscovita en memoria de Sviridov

La concentración en protesta por la muerte de Sviridov en Moscú acabó con grandes altercados cuando los radicales rompieron el cordón de seguridad y se enfrentaron a los agentes del OMON desplegados. Se produjeron diversas cargas policiales, desperfectos y agresiones a ciudadanos de aspecto caucásico. Durante la marcha improvisada por las calles del centro de Moscú se corearon eslóganes como “Rusia para los rusos” y “Moscú para los moscovitas”. Reaparecían así en escena los viejos fantasmas que rememoraban los pogromos de la época zarista, cuando los llamados centenanegristas protagonizaron diversas algaradas antisemitas a inicios del siglo XX. En esta ocasión los chivos expiatorios de los ultras fueron los ciudadanos de aspecto caucásico, nombre con que se identifica en Rusia a aquellos individuos de apariencia asiática originarios del sur del país y que profesan mayoritariamente la fe musulmana. Estos caucásicos son percibidos por los jóvenes rusos de ascendencia eslava y creencias ortodoxas como los culpables de todos los problemas que padece la sociedad rusa actual. Las agresiones a caucásicos e inmigrantes de Asia Central durante la manifestación celebrada en Moscú provocaron que la Fiscalía rusa abriera once causas por vandalismo contra los ultras que protagonizaron los hechos.

video sobre los incidentes protagonizados por los ultras en Moscú


ULTRAS EN EL FÚTBOL BALCÁNICO: SERBIA (II)

octubre 25, 2010

Los seguidores radicales del Estrella Roja, los autodenominados Delije, fueron los que en la década de los setenta pusieron apodo a sus máximos rivales: Гробари  o Grobari (sepultureros), nombre que recibe la hinchada ultra del Partizan de Belgrado. Con este nombre les recordaban la similitud de su vestimenta con la de los empleados de pompas fúnebres. Lejos de incomodarles, el sobrenombre de Grobari se convirtió en el santo y seña del grupo radical blanquinegro. Aunque otra teoría liga el mismo con el nombre de la calle que alberga al Stadiom Partizana, Humka, que en serbio arcaico significa sepulcro. Como respuesta, los “sepultureros” adoptaron el término Cergari (gitanos) para referirse despectivamente a los seguidores del Estrella Roja.

logotipo del grupo ultra Grobari (Partizan)

Grobari se gestó a mediados de la década de los años cuarenta. Fue entonces cuando se formaron los primeros núcleos desorganizados de seguidores.  En 1950 jóvenes de barrios como Cukarika, Topcider, Rakovica o Senjak se juntaron en la grada norte del Stadion JNA, mientras otros procedentes de áreas diferentes de Belgrado se agruparon en el fondo sur. A finales de los años cincuenta exhibieron sus primeras banderas, pero no fue hasta la década de los setenta cuando el nombre de Grobari se popularizó como sinónimo de la afición organizada del Partizan. Desde entonces los Grobari se convirtieron en la hinchada radical del club blanquinegro asumiendo, a partir de los años ochenta, el estilo hooligan británico. Entre sus acciones vandálicas destacaron el secuestro de aficionados croatas de Split en el Hotel Palas en 1981, los destrozos que causaron en la ciudad croata de Vinkovci en la temporada 1982/83, la llamada “noche del terror” acontecida en 1985 en Šid, los altercados acaecidos en el estadio de Maksimir de Zagreb en 1990, las invasiones del terreno de juego durante el llamado “derbi eterno” que enfrenta al Partizan contra el Estrella Roja o los incidentes que protagonizaron contra la policía durante un partido contra el club hercegovino- croata HŠK Zrinjski Mostar correspondiente a la Copa de la UEFA de la temporada 2007/08. No en vano su eslogan más coreado es “Mi smo Grobari, Najjaci smo, najjaci!” (somos Grobari, los más duros).

miembros de Grobari escoltados por la policia durante un desplazamiento

En 1999 el grupo sufrió una fractura interna cuando algunos de sus integrantes se escindieron para crear el llamado Južni Front (Frente del sur) al estar descontentos con los dirigentes de Grobari 1970. Estos últimos fueron acusados de abusar de su posición de privilegio y desviar los fondos que el club otorgaba al grupo para que apoyara al equipo. Fue entonces cuando Južni Front se colocó en el fondo contrario del estadio. La división se recondujo el año 2005 cuando los tres grupos mayoritarios (Grobari 1970, Južni Front y Grobari Beograd) aparcaron sus diferencias y volvieron a agruparse en una misma grada.

ultras del Partizan exhibiendo bengalas y símbolos neofascistas

A nivel ideológico las diferencias entre los ultras del Partizan y el Estrella Roja, es decir entre Grobari y Delije son nulas. Ambos grupos defienden postulados ultranacionalistas, no en vano hinchas radicales de los dos clubes integraron las milicias serbias que combatieron durante la guerra de Yugoslavia. Incluso compartieron unidad, encuadrándose desde finales de 1990 en la Srpska Dobrovoljacka Garda (SDG), la Guardia Serbia Voluntaria liderada por Željko Ražnatović. Una formación paramilitar que reclutó a sus voluntarios en las gradas de los estadios de Belgrado y en las cárceles. Conocida popularmente con el sobrenombre de Arkanovi Tigrovi (Tigres de Arkan) en honor a su dirigente, protagonizó diversas masacres como la acontecida en la ciudad croata de Vukavor en 1991 y operaciones de limpieza étnica en el este de Bosnia contra la población bosnio-musulmana en localidades como Bielijina (causando 400 muertos) o Visegrad (donde arrojaron cuerpos mutilados al río Drina) comandadas entre otros por el coronel de la SDG Nebojša Djordjević Suca, mano derecha de Arkan.

Arkan posando al frente de sus Tigres

En la actualidad el nombre de Grobari aglutina a multitud de grupúsculos autónomos como Alcatraz, sin duda uno de los más beligerantes, Grobari Zvezdara, Erotica, Young Boys, Irriducibili NBG, Grobari Padinjak, Anti- Romi, Head Hunters, Niski Kartel, South Family, Brain Damage, Cuvari casti, Extreme Boys, Shadows o Grobari Niksic entre otros.


LA EXPANSIÓN DEL FENÓMENO ULTRA EN ASIA: LA REPÚBLICA POPULAR CHINA

agosto 31, 2010

TRAS EL ANÁLISIS DE LOS GRUPOS DE HINCHAS ORGANIZADOS EN JAPÓN proseguimos con la descripción de la expansión del movimiento ultra en otros países asiáticos. La implantación de estas agrupaciones de seguidores radicales en China se remonta a finales de la década actual, cuando por mimetismo se crearon los colectivos pioneros en las grandes ciudades del país.
Anteriormente el fútbol no gozaba de gran seguimiento en China, la liga amateur (instaurada en 1978) no se transformó en profesional hasta el año 1994 cuando se creó la Jia- A. Desde entonces este deporte vió aumentar su popularidad, sobre todo entre la juventud, en parte gracias a la mejor cobertura de los partidos por parte de los medios de comunicación. De ahí la creación en el año 2004 de la Chinese Super League (CSL).

hinchas del CUNA en las gradas del Hongkou Stadium de Shanghai

El aumento de la asistencia de público joven en las gradas de los estadios, favorecido también por la participación de los equipos punteros en la Asia Champions League, se tradujó en la creación de los primeros grupos de animación autodenominados ultras en el país a imagen y semejanza de los europeos. Así encontramos a agrupaciones de hinchas con nombres como C.U.N.A. (Commando Ultra Nord Anteriore) creada el 2007 que junto a los Shanghai Shenhua Ultras y los Ultra’ Navy Seals son los colectivos de fans más activos del Shenhua Football Club. Otros equipos con presencia ultra son el Jiangsu Sainty FC, que cuenta con los Commando Ultra Sinistra, el Dalian Shide FC con sus Blue Waves y los Dalian Ultras, las Brigate Autonome Tientsinesi (BAT) del Tianjin Teda o los Sangue Colore Ultras del Chengdu Blades FC. Todos ellos integrados por jóvenes de entre 17 y 25 años. A pesar de la superpoblación del país estos colectivos son muy reducidos y la mayoría no sobrepasa el medio centenar de miembros.

diversa iconografia de los hinchas de Jiangsu y Chengdu

La reciente implantación del fenómeno ultra en China no ha permanecido indiferente a las dinámicas agresivas que han caracterizado la evolución de los colectivos de hinchas radicales en Europa, salvando las evidentes distancias entre ambas concreciones. Los primeros episodios violentos asociados a este deporte han trascendido en la prensa nacional. A inicios del mes de agosto de este año se produjeron incidentes entre seguidores del Henan Construction (club de Jianye que disputa la CSL) y las fuerzas de seguridad en el Zhengzhou Hanghai Stadium tras la derrota del equipo local contra el Jiangsu Sainty FC por 0 a 2. Los aficionados locales pidieron la dimisión del responsable del club Yang Nan y del entrenador Tang Yaodong, momento en que la policía cargó contra los hinchas y estos respondieron lanzado piedras y extintores contra los agentes. Una decena de aficionados resultaron heridos de diversa consideración. Pero este no ha sido un hecho aislado. El mes anterior un aficionado saltó al terreno de juego para agredir al árbitro del encuentro que disputaban el Qingdao Jonoon FC y el Shanghai Shenhua después que este expulsara a Stjepan Jukic, jugador croata del equipo local. Al finalizar el partido, los hinchas del Quingdao airados quemaron un coche que creían que era del colegiado.

simbología de los Dalian Ultras (Dalian Shide FC)

La Federación China de Fútbol (CFA), inmersa en una enorme polémica por las apuestas ilegales, los casos de corrupción y de compra de jugadores y árbitros para amañar partidos, anunció la apertura de una investigación para intentar evitar nuevos casos de violencia. Sin embargo, los episodios agresivos asociados al fútbol han aumentado en el país desde la celebración de la Copa del Mundo en Sudáfrica. Este hecho preocupa a las autoridades deportivas que desean impedir que se reproduzcan hechos similares en el futuro y que estos grupos ultras, aún de escasa relevancia, no evolucionen hacia conductas violentas como ha sucedido en Europa y Sudamérica.


ULTRAS EN JAPÓN ¿HACÍA UNA CULTURA DEL HOOLIGANISMO?

junio 22, 2010

CUANDO HABLAMOS DE VIOLENCIA EN EL FÚTBOL las imágenes más usuales al respecto son las que nos llegan de países europeos o sudamericanos. La globalización ha provocado la expansión de este deporte por todo el planeta como negocio- espectáculo. De esta forma el fútbol ha arraigado en lugares recónditos como Japón, donde a pesar de su difusión el deporte más popular sigue siendo el beisbol (reflejo de la influencia norteamericana en el país desde la finalización de la Segunda Guerra Mundial).

El fútbol se abrió camino en Japón en la década de los años noventa con la creación de la J-League (el campeonato profesional) que reemplazó en 1992 a la anterior liga amateur. La implicación de las empresas multinacionales (Mitsubishi, Mazda, Panasonic o Nissan) que en 1996 aportaron 5.300 millones de pesetas sirvió para revalorizar el fútbol nipón. Fue entonces cuando se fundaron la mayoría de clubes, algunos de ellos nacidos de la fusión de equipos ya existentes (como en el caso del Yokohama F- Marinos). El resultado fue la popularización del fútbol en el país, sobre todo entre la juventud. Los estadios se convirtieron en una fiesta familiar donde cada fin de semana acudían los padres con sus hijos y multitud de jóvenes. Entre estos últimos muchas chicas atraídas por el marketing que elevó a los jugadores a estrellas mediáticas.

Esta asistencia plural y con una notable representación femenina favoreció la inexistencia de altercados en las gradas de la J- League a pesar de la emergencia de los primeros grupos de hinchas organizados. Unos colectivos creados por mero mimetismo respecto a los europeos y sudamericanos, un hecho recurrente en la sociedad nipona actual siempre predispuesta a reproducir cualquier manifestación occidental con extrema fruición por el simple hecho de ser foránea como muestra de prestigio. Así vieron la luz los grupos pioneros en clubes como Kashiwa Reysol, Kashima Antlers o Consodole Sapporo. La cultura del fan emergió con pasión y pronto se organizaron grupos de hinchas que emulaban a los existentes en países como Italia, Inglaterra o Brasil. La mayoría de clubes de la J-League 1 contaron con sus propios representantes. Los nombres adoptados por estos grupos, muchos de ellos en italiano, inglés o portugués (cabe recordar como la colonia brasileña es la que cuenta con mayor número de residentes en Japón), evidenciaron una vez más el carácter imitativo del fenómeno. Así podemos encontrar grupos autodenominados ultras como In Fight (Kashima Antlers), No surrender (Tokyo FC), Ultra Obri (Avispa Fukuoka), Ultra’ Sapporo Curva Nord 1996 (Consodole Sapporo), Ultras Boys Snake 98 (Urawa Reds Diamonds), Black & White Squad o Brigate Neroazzurre (Gamba Osaka), Commandos R. G. Ultra (Nagoya Grampus) o Mafia Azul (Kofu) entre muchos otros.

Desde su concreción, los ultras japoneses han aportado colorido a las gradas de los estadios con sus coreografías (tifos), banderas, pancartas y cánticos con los que han animado a sus respectivos equipos. Paradójicamente, este fenómeno de imitación no reprodujo los comportamientos vandálicos acaecidos en Europa o Sudamérica sino únicamente la iconografía y parafernalia de sus homólogos. En Japón, la relación entre las aficiones rivales siempre se ha caracterizado por el más estricto respeto, tanto dentro de los estadios como en sus alrededores. Jugadores y árbitros tampoco han sufrido violencia alguna, ni física ni verbal. Sin duda, un comportamiento favorecido por la idiosincrasia y los valores de una sociedad como la japonesa muy tradicional. Como ejemplo de ello podemos citar la reverencia que el equipo local realiza al finalizar el encuentro ante su público, gane o pierda, como muestra de respeto a su afición.

La adopción del fútbol como deporte de moda entre los jóvenes y el eterno seguidismo que ejercen los ultras locales respecto a las dinámicas de los grupos italianos, ingleses y brasileños han supuesto algunos cambios en la concepción de la cultura del aficionado. Así, el 17 de mayo de 2008 durante un partido de liga que enfrentó a los Urawa Red Diamonds contra el Gamba Osaka en el estadio de Saitama, en el que vencieron los visitantes por 2 a 3 con un hat trick de Yasuhito Endō, se sucedieron diversos altercados. La celebración en el césped de los jugadores de Osaka degeneró en una pelea entre los futbolistas de ambos equipos. La tensión se trasladó a las gradas donde los aficionados rojos intentaron destrozar la valla que les separaba de los seguidores rivales e incluso les lanzaron objetos ante la sorpresa de unas fuerzas policiales poco experimentadas en la contención de multitudes en acontecimientos deportivos. Un hincha de Osaka resultó herido con fractura de tobillo. 5000 aficionados de Urawa se congregaron durante más de tres horas para bloquear la salida de la hinchada rival hasta que la policía les disuadió y se dispersaron.

Este es el vídeo de los incidentes emitido por la televisión japonesa:

Pero este no ha sido el primero ni el único altercado que ha sufrido el fútbol japonés. En noviembre de 1994 hinchas de Urawa lanzaron botellas y otros objetos al terreno de juego contra sus propios futbolistas por el mal juego del equipo. Un comportamiento que se ha ido reproduciendo durante la década de los años noventa en otros estadios como el Hitachi Kashiwa Soccer Stadium donde lanzaron monedas y objetos a los seguidores rivales. Y es que los seguidores de Urawa se han ganado la fama de ser los “hooligans” del Japón, salvando las evidentes distancias respecto a los ingleses, al recrear una imagen de hinchas “duros”.

Encontronazo entre hinchas de Urawa Reds Diamonds y Gamba Osaka

Pero la violencia no ha sido patrimonio de los hinchas rojos. En septiembre de 2008 el centrocampista brasileño del Kashiwa Reysol, Álex, fue agredido con un palo de bandera en el estadio de Kashima Antlers cuando iba a sacar un córner. El agresor fue sancionado con una suspensión de por vida para acceder a recintos deportivos, mientras ambos clubes recibieron una multa económica. A pesar de ello, los casos de violencia se acostumbran a minimizar desde la J-League y la Asociación Japonesa de Fútbol (JFA). Lo cierto es que el tópico que asociaba el fútbol japonés con aficionados pacíficos y coloristas ya no se corresponde con la realidad. ¿Acabará reproduciéndose en un futuro próximo el fenómeno hooligan en el país del sol naciente?