ORÍGENES DEL NEOFASCISMO UCRANIANO (II)

marzo 4, 2014

Una vez detallados los referentes intelectuales sobre los que se articuló el nacionalismo ucraniano en los años veinte del siglo pasado –Dontsov y el denominado ‘nacionalismo integral–, a continuación abordamos la trayectoria vital y política de Stepán Bandera, el máximo referente del ultranacionalismo ucraniano.

STEPÁN BANDERA, ICONO DEL NACIONALISMO UCRANIANO

El 30 de junio de 1941, Stepán Bandera, proclamó el Estado independiente de Ucrania en Lviv aprovechando la coyuntura provocada tras la invasión alemana de la URSS. Sin dilación, unidades germanas detuvieron a Bandera y lo transfirieron al campo de concentración de Sachsenhausen, próximo a Brandenburgo. ¿Pero cual fue su periplo hasta llegar allí?

joven bandera

retrato de juventud de Stepán Bandera

Nacido en 1909 en una pequeña localidad del extremo occidental del país, Stary Ugryniv, Bandera pronto se interesó por la política, relacionándose con los ambientes nacionalistas en su época como scout en el grupo escolta Plast o en la Unión para la Liberación de Ucrania. A los 18 años ingresó en la clandestina Juventud Nacional Ucraniana y en la Organización Militar Nacional. De familia patriota y religiosa, no en vano su padre era sacerdote de la Iglesia greco- católica ucraniana, en 1929 se afilió a la Organización de los Nacionalistas Ucranianos (OUN), liderada por aquel entonces por el ex oficial del ejército austro- húngaro Andriy Melnyk.  Dos años más tarde, Bandera se convirtió en jefe de propaganda de la citada OUN. En 1933, con los dos principales referentes de la formación (Konovalets y Melnyk) en el exilio, el joven Bandera ejerció como cabeza visible del Ejecutivo Nacional de dicha formación política en la región de Galitzia. En este período al frente de dicha sección regional se esforzó por implantar la organización en diversas localidades del oeste del país, organizando a la vez campañas contra los intereses poloneses en la zona.

En julio de 1934 fue detenido en Lviv por la policía polaca. Tras dos juicios, el primero en relación con su participación en un supuesto complot para asesinar al Ministro del Interior polaco Bronislaw Pieracki, y el segundo en una causa conjunta contra los dirigentes de la OUN; fue declarado culpable de delitos de terrorismo y condenado a muerte.

Bronislaw Pieracki

Bronislaw Pieracki, Ministro del Interior de Polonia

Posteriormente, su pena fue conmutada por cadena perpetua. En 1938, durante su reclusión en la penitenciaría de Wronki, la misma prisión en la que por cierto estuvo recluida la revolucionaria Rosa Luxemburg, se produjo un frustrado intento de fuga en el que participaron algunos de sus incondicionales. Tan sólo un año más tarde Bandera quedó en libertad cuando los guardias del centro huyeron tras la invasión alemana del país.

GUERRA, OCUPACIÓN Y CÁRCEL

Tras su liberación Bandera, que encabezaba el sector revolucionario de la OUN que apostaba por la vía armada ante el más pragmático liderado por Mélnik que abogaba por la lucha política, se trasladó a Cracovia e intentó reunir a los diversos grupúsculos nacionalistas que apoyaban la independencia en el denominado Comité Nacional de Ucrania.

También buscó apoyo en los círculos castrenses alemanes. Así, en noviembre de 1939 cerca de 800 activistas nacionalistas ucranianos iniciaron sus entrenamientos en diversos campamentos militares de la Abwehr.

Antes de concretarse la Operación Barbarroja que dio inicio a la invasión alemana de la URSS, mantuvo reuniones con los servicios de inteligencia germanos para formar una unidad de combate de voluntarios ucranianos que luchara al lado de las tropas del II Reich. Para poder llevar a cabo sus actividades subversivas le fueron transferidos 2,5 millones de marcos. La relación de Bandera con la Alemania nazi es, según algunos historiadores como David Marples, “ambivalente, táctica y oportunista”.

Russland, Gefangennahme eines russischen Soldaten

soldado soviético preso por tropas germanas en el Frente oriental

Sea como fuera, lo cierto es que el 30 de junio de 1941, coincidiendo con la llegada de las tropas nazis al país, Bandera proclamó el Estado independiente de Ucrania “que trabajará en estrecha colaboración con la Gran Alemania nacional- socialista bajo el liderazgo de su líder Adolf Hitler” (Ley de Proclamación del Estado de Ucrania). Con dicha declaración Bandera pretendía que los jerarcas nazis se vieran forzados a reconocer a Ucrania como estado. Sin embargo, un sorprendido Hitler ordenó, ante la negativa de los nacionalistas ucranianos a revocar su declaración unilateral, “liquidar de inmediato esta conspiración”. Las órdenes eran claras: “todos los miembros del movimiento Bandera deben ser detenidos y, después de interrogarlos a fondo, deben ser liquidados”. Así el 5 de julio, Bandera era arrestado por la Gestapo y trasladado a Berlín, siendo obligado a permanecer en la ciudad tras ser liberado dos semanas más tarde.

Mientras tanto sus partidarios, dirigidos por Román Shujévych, popularmente conocido entre sus hombres como General Dschuprinka, continuaron combatiendo en un doble frente contra alemanes y soviéticos.

DE SACHSENHAUSEN A BERLÍN. UNA OFERTA DE COLABORACIÓN

En enero de 1942, el líder de la OUN fue trasladado al campo de concentración de Sachsenhausen. En el mismo estuvo recluido hasta que a inicios de 1944 un oficial de la Reichssicherheitshaupttamt (Oficina Central de Seguridad del Reich), la temida RSHA creada por Himmler para perseguir a los enemigos del Tercer Reich, contactó con él y con el líder del Bloque de Naciones Anti- Bolcheviques y presidente del nuevo estado ucraniano, Yaroslav Stetsko, para proponerles su liberación a cambio de que combatieran contra los soviéticos. En septiembre de ese mismo año Bandera fue puesto en libertad. Desde Berlín, donde estableció su cuartel general, arengó a sus conciudadanos a luchar contra el Ejército Rojo mientras los alemanes pertrechaban a sus seguidores con armamento para llevar a cabo acciones de sabotaje que mermaran el avance de las tropas soviéticas.

UPA guerrilleros

partida de guerrilleros del Ejército Insurgente Ucraniano (UPA)

En 1944, después de que Bandera fuese trasladado en avión hasta las posiciones germanas en el frente ucraniano, se unió a la lucha de la guerrilla nacionalista junto a las tropas de la Wehrmacht y un puñado de unidades de las SS en retirada.

Finalmente, el 1 de marzo de 1945, Hitler reconoció el Estado independiente ucraniano, tan sólo cinco meses antes del fin de la Segunda Guerra Mundial.


ORÍGENES DEL NEOFASCISMO UCRANIANO (I)

marzo 1, 2014

La génesis del ultranacionalismo ucraniano se remonta a inicios del siglo XX. Su primer foco de irradiación fue la región de Galitzia, situada en el extremo oeste del país. Allí, en la década de los años veinte, germinó entre los jóvenes intelectuales –aunque también en los núcleos emigrantes residentes en ciudades como Praga, Viena o la localidad checa de Poděbrady– el llamado “nacionalismo integral”. El mismo surgió como reacción a los sucesivos fracasos por consolidar un estado ucraniano durante la revolución de 1917. Paralelamente, en 1920 un grupo de jóvenes oficiales fundó la Organización Militar Ucraniana (UMO) que tenía por objeto proseguir la lucha por lograr un estado independiente. Sus integrantes no dudaron en recurrir a la violencia para atacar a las autoridades polacas y a las instituciones del Estado.

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Dmytro Dontsov, téorico del nacionalismo integral

DMYTRO DONTSOV. EL IDEÓLOGO DE LOS AÑOS VEINTE

El principal ideólogo de nacionalismo integral ucraniano fue Dmytro Dontsov (1883- 1973), un escritor y crítico literario nacido en Melitopol, localidad situada al este del país, que posteriormente se estableció en San Petersburgo para cursar la carrera de derecho. Tras militar en el Partido Laborista Social Democrático Ucraniano (USDRP), en 1917 instaló su residencia en Lviv (capital de Galitzia). Allí editó una publicación mensual muy influyente, Natsionalizm, a través de la cual propagó su voluntarismo nacional, inspirado en el pensamiento del filósofo alemán Friedrich Nietzsche. Sin duda, Dontsov fue el teórico responsable del cariz anti- ruso del incipiente nacionalismo ucraniano. En 1925 se apartó de la actividad política para centrarse en su faceta literaria. Fue en aquella época cuando tradujo al ucraniano obras como “La doctrina del Fascismo” de Mussolini y el “Mein Kampf” de Adolf Hitler.

miembros asamblea fundacional en Viena de OUN

miembros de la asamblea fundacional de la OUN en Viena

DE LA TEORIA A LA ACCIÓN

En 1929 la UMO participa junto a otros grupos similares en la fundación en Viena de la Organización de los Nacionalistas Ucranianos (OUN), liderada por Yevguen Konovalets. Concebida como una organización militar clandestina y un movimiento político que se desarrollaban en paralelo, aspiró a lograr una posición predominante en el seno de la sociedad ucraniana. Su objetivo era la independencia nacional y su modelo de estado se basaba en un sistema dictatorial unipartidista que rechaza la democracia y el pujante socialismo de la época. Un mensaje que, principalmente, caló entre la juventud.

La ocupación soviética de Polonia oriental en septiembre de 1939 y el posterior estallido de la Segunda Guerra Mundial parecía favorecer los intereses de la OUN. Sin embargo, la organización se fragmentó un año más tarde, en parte por el vacío de poder existente tras el asesinato de Konovalets a manos del NKVD en 1938. Fue entonces cuando emergieron la OUN (b) liderada por Stepán Bandera y la OUN (m) dirigida por Andriy Mélnik. No obstante, la división obedeció más a enfrentamientos personales que a diferencias ideológicas relevantes.

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Stepán Bandera, icono del ultranacionalismo ucraniano

El estallido de la guerra también afectó a Dontsov, que fue detenido en Polonia por los alemanes y confinado a la prisión de Bereza Kartuska, actualmente en territorio bielorruso. Allí permaneció hasta que la invasión soviética provocó su liberación, emprendiendo entonces el camino del exilio. Dontsov se instaló en Bucarest, donde trabajó como periodista en el rotativo Batava hasta que se trasladó a Praga tras la ocupación de Rumanía por parte del Ejército soviético. Su periplo acabaría en 1945 cuando pudo huir hacía Gran Bretaña y desde allí marcharse a Canadá. Se dedicó a la enseñanza de la literatura en la Universidad de Montreal hasta su fallecimiento en 1973.

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Román Shujévych (segundo derecha fila inferior) dirigente militar del Ejército Insurgente Ucraniano (UPA)

LA CREACIÓN DEL EJÉRCITO INSURGENTE UCRANIANO (UPA)

Durante el conflicto bélico la OUN extendió sus actividades a Ucrania oriental y, en 1942, creó el denominado Ejército Insurgente Ucraniano (UPA) que llevó a cabo una guerra de guerrillas paralela contra alemanes, partisanos soviéticos, tropas polacas y el Ejército rojo.

Así, inicialmente, el UPA combatió contra la Wehrmacht logrando liberar parte de Volinia, región situada al oeste de Ucrania donde mantuvo feroces enfrentamientos con el Armia Krajowa polaco, hasta que en el verano de 1943 los alemanes lanzaron la operación Bandenbekämpfung (BB) para acabar con la resistencia del UPA. Con ese objetivo se movilizaron diez batallones de las SS y otras tropas que, a pesar de su número, no lograron acabar con los nacionalistas ucranianos.

Entre 1943 y 1950 el UPA fue liderado por el general Román Shujévych, quedando la representación política a cargo del mencionado Bandera. Durante la Segunda Guerra Mundial, Shujévych comandó el batallón Nachtigall del Ejército alemán formado íntegramente por 400 voluntarios ucranianos y dirigido por el almirante Canaris, quien por cierto había vetado la creación de la Legión de Ucrania en el seno de la Abwehr. Sus integrantes participaron en el pogromo contra la comunidad judía de Lviv.

Shujévych anhelaba que el batallón se convirtiera en el embrión del futuro ejército ucraniano. Tras su disolución, la mayoría de sus oficiales pasaron a formar parte del UPA, mientras cerca de dos decenas de miembros se unieron a la Freiwilligen- Schützen Division Galizien de las SS que, por cierto, no contó con el visto bueno de Bandera ya que la unidad escapaba de su control.

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voluntarios ucranianos de la 14a División de las SS

Desde la primavera de 1943 las milicias del UPA combatieron sin descanso contra las tropas soviéticas. En 1944 el Ejército rojo lanzó una ofensiva contra las guerrillas nacionalistas que fracasó. Sus integrantes continuaron con las escaramuzas una vez finalizada la Segunda Guerra Mundial. De hecho, su resistencia no fue sofocada hasta la muerte en combate de Shujévych en 1950. Por todo ello, el UPA se ha convertido en un destacado referente dentro del imaginario ultranacionalista ucraniano actual. No en vano algunos de los grupos neofascistas que hoy en día operan en el país utilizan como emblema la bandera roja y negra del UPA.


DE HÉROE A VILLANO: ALEXANDRE VILLAPLANE, UN COLABORACIONISTA EN LA SELECCCIÓN FRANCESA (I)

May 19, 2012

La recuperación de la memoria histórica no se cierne únicamente en el hallazgo de fosas comunes, cadáveres olvidados o la celebración de actos de desagravio con las víctimas de las diversas contiendas bélicas que padeció Europa durante el siglo XX. También es preciso, a nuestro entender, analizar la actuación de los participantes en las mismas.

La firma del armisticio entre las fuerzas aliadas y la Alemania nazi que puso punto y final a la Segunda Guerra Mundial supuso el inicio, en determinados países, de las investigaciones. El objetivo era conocer, denunciar y juzgar a todos aquellos ciudadanos que hubieran cometido actos punibles más allá de los que se suponen como habituales en una guerra. En este contexto se llevaron a cabo los célebres juicios de Nüremberg, que acabaron con diversas condenas a dirigentes, funcionarios y colaboradores del régimen nazi por crímenes y abusos contra la Humanidad.

cartel propagandístico del régimen de Vichy con la imagen de Pétain

LES COLLABOS. LA FRANCIA PRONAZI

En Francia, tras la liberación, el nuevo gobierno de la IV República decidió emprender también acciones legales contra aquellos individuos que habían apoyado o mostrado simpatía por el ejército nazi durante la ocupación.

El colaboracionismo francés fue ciertamente un fenómeno muy complejo. De hecho sus primeros integrantes provenían de distintas organizaciones de la izquierda socialista y radical o de las filas comunistas, como Jacques Doriot, ex secretario de la Juventudes Comunistas de Francia y posterior fundador del Parti Populaire Français (PPF) y de la Légion des Volontaires Français contre le Bolshevisme (LVF). Su magnitud, lejos de ser residual, llegó a cifras considerables. Según los expertos más de 170.000 franceses, una tercera parte de ellos jóvenes, dieron un apoyo activo al nazismo.

Hitler y Pétain departiendo durante uno de sus encuentros oficiales

A todos estos ciudadanos y organizaciones que habían cooperado con el Tercer Reich se les denominó “collabos”. El término, acuñado en noviembre de 1940 por el periodista Marcel Déat –fundador del partido filofascista Rassemblement National Populaire (RNP)–, acabó utilizándose para referirse de forma despectiva a estos franceses pro nazis.

De los 311.000 procesados por colaboración, 124.000 fueron condenados. Algunos incluso a la pena de muerte. Entre estos últimos destacaron figuras como las del mariscal Pétain (cabeza visible del régimen de Vichy), el político Charles Maurras o los escritores Robert Brasillach o Pierre Drieu La Rochelle, quién se suicidó antes de que le fuera aplicada la pena capital. Además de estas personalidades del ámbito político e intelectual, entre los miles de procesados por colaboracionismo se encontraba también un futbolista: Alexandre Villaplane.

los colaboracionistas Charles Maurras, Robert Brasillach y Pierre Drieu La Rochelle

DE JUGADOR PRECOZ A VEDETTE DEL FÚTBOL FRANCÉS DE ENTREGUERRAS

Nacido en Argelia en 1905, a los dieciséis años Villaplane se trasladó a Francia acompañando a su tío. Pronto destacaría con el balón en los pies en las filas del FC Séte, conjunto del sur del país. Su habilidad como centrocampista provocó que el entrenador del club, el escocés Victor Gibson, le subiera al primer equipo. Jugó allí hasta 1924 cuando ingresó en el ejército, jugando con la selección militar de fútbol francesa en dos ocasiones.

No fue hasta 1926 cuando fue convocado para formar parte del combinado nacional absoluto. Debutando con los “bleus” el 11 de abril de ese año en un partido que les enfrentó con Bélgica, a la que derrotaron por 4 a 3. Aunque durante aquella temporada sufre diversas lesiones, Villaplane acaba convirtiéndose en un habitual de la selección nacional francesa destapándose como un gran rematador de cabeza.

una imagen de un joven Villaplane vistiendo traje

Con el fútbol francés inmerso en el debate sobre la necesidad de dar el paso del amateurismo al profesionalismo, Villaplane fichó en 1927 por el Sporting Club Nîmois a cambio de un trabajo. Una oferta ficticia que escondía un suculento contrato como futbolista profesional. Con el conjunto rojiblanco, precursor del posterior Nîmes Olympique, ganó el campeonato el sureste tras mantenerse invicto toda la temporada logrando de esta manera el ascenso a la División de honor del fútbol galo. Un año después, Villaplane formó parte de la selección olímpica que disputó los Juegos celebrados en Amsterdam y quedó eliminada en la primera fase tras caer ante Italia.


ROTE JÄGER: EL VICTORIOSO EQUIPO DE FÚTBOL DE LA LUFTWAFFE (I)

enero 28, 2012

Corría el año 1912 cuando en una pequeña localidad alemana del land de Baden- Württemberg, Engen, nacía Hermann Graf. Hijo de una familia humilde de escasos recursos pronto tuvo que buscarse la vida trabajando como aprendiz de cerrajero e incluso como ayudante del clérigo local. En esa época, como la mayoría de los jóvenes alemanes, se aficionó a los deportes llegando a compaginar sus empleos con una de sus mayores aficiones, el fútbol.

Graf de uniforme luciendo sus condecoraciones

HERMANN GRAF. UN AS DE LA AVIACIÓN BAJO PALOS

Graf empezó a estudiar gestión y a practicar este deporte como aficionado en el FC Hewen Engen, destacando en la demarcación de portero. En 1932, una vez finalizada su formación escolar obtuvo una licencia para pilotar planeadores, hecho que le permitió cuatro años más tarde conseguir el título de aviador de aparatos a motor e ingresar en las Fuerzas Aéreas militares alemanas, la Luftwaffe. Con anterioridad, coincidiendo con la llegada de Hitler al poder, Graf se había afiliado al NSDAP, el partido nacionalsocialista. Durante dos años, en paralelo a la expansión del Estado nazi, prosiguió su adiestramiento como piloto de combate hasta que estalló la Segunda Guerra Mundial y fue destinado a la escuadrilla Jagdgeschwader 51 (JG- 51) con el rango de sargento hasta que en enero de 1940 fue trasladado a Merseburg para ejercer como instructor de vuelo de un grupo de pilotos de cazas. Poco después de ser ascendido a teniente fue transferido a la escuadrilla JG- 52 emplazada en Rumania. Allí se encargó de la formación de aviadores locales hasta que en mayo de 1941 fue enviado con su unidad a Grecia para dar apoyo aéreo a la invasión de Creta. Tras participar en diversos combates Graf marchó a un aeródromo situado en el frente del este ocupado durante la Operación Barbarroja. Allí fue donde fraguó su leyenda como as de la aviación germana. En tan sólo tres semanas consiguió derribar a 48 cazas enemigos por los que recibió la Cruz de Hierro. Pero su popularidad en el ejército alemán creció aún más cuando en un solo día derribó a 8 aviones aliados. Así fue como añadió a su laureado palmarés una nueva condecoración, las Hojas de Roble tras sumar 104 combates victoriosos.

Hermann Graf (centro) junto a sus hermanos Josef y Wilhelm

LA GÉNESIS DE UN EQUIPO DE FÚTBOL INVENCIBLE

Por sus méritos de guerra en el cerco de Stalingrado, Graf logró el grado de capitán. La fama que había alcanzado entre sus compañeros de armas provocó que los máximos mandatarios nazis prefirieran mantenerlo alejado del frente para evitar que fuera abatido y ello minara la moral de los pilotos, como ya sucedió con otro as de la aviación alemana Hans- Joachim Marseille, conocido como La Estrella de África, que murió tras sufrir un accidente durante un reconocimiento. Apartado del frente por motivos propagandísticos y ya con el grado de mayor, Graf fue enviado a Burdeos para dirigir una escuela de vuelo para pilotos de combate, la Ergänzungs- Jagdgruppe Ost. La escasez de efectivos favoreció su reincorporación al servicio activo como comandante de la escuadrilla JG- 50, especializada en interceptar aviones spitfire británicos.

el seleccionador de fútbol alemán Josef Sepp Herberger

Más allá de sus deberes militares, Graf mantuvo intacta su pasión por el fútbol. Tras mantener conversaciones con Josef Sepp Herberger, el técnico que sucedió a Otto Nerz al frente de la selección alemana, el laureado piloto consiguió crear en 1943 un equipo de fútbol en su unidad, los denominados Rote Jäger (Cazadores rojos), que gozaron de una enorme popularidad en el Ejército alemán. Su nombre obedecía al color de sus camisetas, donadas por un empresario amigo de Graf, y a su condición como pilotos de combate. Pero el condecorado aviador no se conformó con configurar una escuadra cualquiera, quería a los mejores futbolistas a su lado. Así fue como, usando sus influencias, fue transfiriendo a distintos  jugadores que servían en diversos frentes a su unidad bajo el pretexto de ser los técnicos expertos que precisaba su escuadrilla. De esta manera, los soldados futbolistas requeridos por Graf consiguieron escapar de una más que probable muerte.

Graf visitando un entrenamiento de un equipo militar dirigido por Herberger