BABELSBERG 03. VESTIGIO ESPARTAQUISTA DEL FÚTBOL GERMANO- ORIENTAL (II)

febrero 7, 2014

Una vez descritos en nuestra anterior entrada los orígenes del club, a continuación abordamos la transformación que le supuso convertirse, a pesar de militar en las categorías inferiores del fútbol germano, en uno de los clubes de culto de la extrema izquierda autónoma alemana. En ello influyó la irrupción de una hinchada organizada con vínculos en la escena alternativa y los colectivos squatters de Postdam.

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escudo actual del club de Postdam

REUNIFICACIÓN Y REFUNDACIÓN: SV BABELSBERG 03

Tras la reunificación alemana el conjunto de Postdam adoptó su actual denominación. Fue el 10 de diciembre de 1991 cuando se refundaba cómo Sportverein Babelsberg 03. Desde entonces, el club ha experimentado un crecimiento a nivel deportivo importante. En el 2001 logró la promoción a la Bundesliga 2. Un año en el que logró también la máxima afluencia de público a su estadio, 14.700 seguidores que asistieron al partido que enfrentó al Null drei (03 en alemán) contra el Fortuna Düsseldorf. Esa misma temporada disputó, por primera vez en su historia, la DFB Pokal, el torneo copero alemán. La bonanza deportiva favoreció que su entonces presidente, Detlef Kaminski, se decidiera a remodelar el vetusto Karl- Liebknecht Stadion. Entre las diversas actuaciones realizadas en el complejo deportivo destacó la instalación de luz artificial (hasta entonces el césped se iluminaba con focos), un moderno sistema que se inauguró coincidiendo con la visita del Waldhof Mannheim el 12 de abril de 2002.

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acceso en la fachada principal del Karl- Liebknecht Stadion

Pero poco duró la alegría en Postdam. Un año más tarde el club se declaró en bancarrota y estuvo al borde de la desaparición. Una tesitura que logró superar tras obtener un crédito que le permitió sanear su economía. Los problemas financieros de la entidad coincidieron con nuevos descensos del equipo que recaló en la Oberliga Nordost- Nord, equivalente a la cuarta división del balompié germano. De nuevo convertido en equipo ascensor logró ascender a la 3 Liga, aunque en la temporada 2012/ 13 volvió a bajar a la Regionalliga Nordost, división en la que actualmente milita.

POSTDAM. FÚTBOL Y SQUATS

Desde su creación en el siglo XIV, el distrito de Babelsberg ha ido transformando su geografía urbana, caracterizada por la proliferación de parques y jardines, aunque su mayor notoriedad la obtuvo como referente de la industria cinematográfica germana, no en vano albergó el primer gran estudio cinematográfico del mundo. Babelsberg combinó esta vinculación con el mundo del celuloide con una creciente industrialización, básicamente ferroviaria a partir de 1899. Pero este barrio de tradición obrera sufrió diversas operaciones especulativas que transformaron de arriba abajo su fisonomía original. A pesar de ello aún queda algún reducto que rememora sus orígenes, como su club de fútbol.

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1.500 agentes de policia se movilizaron en el desalojo de Mainzer Straße

Ligado a los cambios urbanísticos que sufrió la zona, en la década de los noventa fue testimonio de la eclosión del movimiento squatter. Desde 1991 Postdam fue el centro de una creciente escena okupa. El anterior desalojo por la fuerza de los squats situados en la célebre Mainzer Straße el 14 de noviembre de 1990 no evitó nuevas ocupaciones de inmuebles deshabitados en la zona. El fracaso de las autoridades para resolver la problemática atrajo a nuevos squatters procedentes tanto de Alemania Oriental como de la República Federal. Algunos de estos jóvenes buscaron un referente futbolístico a imagen y semejanza de sus homólogos del Sankt Pauli de Hamburgo. Así fue como los okupas de Postdam se juntaron en las gradas, semivacías por aquel entonces, del Karl- Liebknecht Stadion para animar al Babelsberg 03 que en aquellos momentos disputaba la Bezirksliga, la liga amateur. A partir de 1991 fue habitual ver en las gradas a medio centenar de punks y squatters consumiendo cerveza entre perros y bicicletas. Estos hinchas formaron pequeños grupos de aficionados, como los Rhöter Rhombus o los Napalm- Hools, que se convirtieron en los precedentes de la hinchada organizada actual del club. Sus integrantes confeccionaron uno de los primeros fanzines antifascistas de Alemania: Abseits (Fuera de juego).

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portada del fanzine Abseits

Coincidiendo con la promoción a la Oberliga que disputó el equipo en 1996 los jóvenes aficionados protagonizaron los primeros encontronazos con el staff de seguridad del club. A partir de ese momento sus perros ya no pudieron acceder a las gradas del Karli. Más allá de esta anécdota, fue en esa época cuando los fans sufrieron los primeros problemas en sus desplazamientos a otros estadios de Alemania oriental por su vinculación a la extrema izquierda y el movimiento autónomo. “Cuando el Babelsberg jugaba contra equipos como el FSV Union Fürstenwalde teníamos una reputación (…) los nazis sabían que venían los rojos y había problemas” rememora un hincha del Null drei.

BAJO EL INFLUJO DEL AUGE DEL NEONAZISMO

A finales de la década los problemas se vivieron en el propio seno de la hinchada del conjunto de Postdam. El auge de la extrema derecha en Alemania del este favoreció la irrupción de una nueva generación de aficionados en el Karl- Liebknecht Stadion que no compartía el rechazo al racismo y al fascismo de sus predecesores. Fue entonces cuando empezaron a emerger las primeras manifestaciones ultraderechistas en la Nordkurve del estadio. Por todo ello, en 1998 algunos seguidores decidieron pasar a la acción creando el Fan Club Munke, que tomó su nombre de un barrio de extracción obrera de la ciudad, y pretendía ser la alternativa a aquellos jóvenes hinchas extremistas. Un año más tarde algunos miembros del FC Munke lo abandonarían para crear el primer grupo ultra del club, los Filmstadt Inferno (FI99), cuyo logotipo reproduce el rostro del citado Liebknecht en versión pop- art. La consolidación de la reorganizada hinchada antifascista permitió la expulsión de los neofascistas de las gradas y la recuperación de los principios de tolerancia y diversidad anteriores. “Mucha gente cambio su manera de pensar” aseguró uno de los integrantes de FI99 en relación a algunos de los jóvenes derechistas que se aficionaron al club en aquellos años. Desde entonces, los ultras no han dejado de colaborar en diversas causas antifascistas. Entre ellas destaca la edición de un pasquín que rememoraba la figura de Herbert Ritter, miembro de la Liga de la Juventud Comunista asesinado a tiros en 1931 por un integrante del NSDAP, el partido nazi alemán. Así fue como el joven comunista se convirtió en la primera víctima mortal de la violencia nacionalsocialista en Babelsberg.

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la hinchada del club restauró el monumento dedicado a Ritter

ULTRAS Vs HOOLIGANS. UN CONFLICTO GENERACIONAL

En aquella época la Nordkurve era un surtido de grupos de hinchas organizados que reflejaba la trayectoria de los fans del equipo en las dos últimas décadas. En la grada convivían los aficionados más veteranos con los ultras Filmstadt Inferno. A ellos se unieron en septiembre del 2007 los Scortesi (rudo), una pequeña crew independiente de seguidores formada por una quincena de punks, antifascistas y skinheads miembros de la sección berlinesa de RASH (Red and Anarchist SkinHeads), la organización de skins rojos y anarquistas. Actualmente, son junto a los FI99 los coorganizadores del Festival ULTRASH, un evento político- musical que anualmente reúne a cientos de fans de todo el país. Siguiendo su ejemplo, pronto se crearon otros pequeños colectivos de seguidores organizados como los Zujenzogen 03, que agrupaba a los hinchas del Babelsberg que no residían en Postdam.

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La grada de los Filmstadt Inferno 99 en pleno tifo

Convergían dos generaciones y dos concepciones de grada. Mientras los seguidores veteranos eran más proclives a un modelo de animación en el que primaba el tifo y la animación, los aficionados adolescentes estaban más interesados en la violencia. Estos últimos se situaron en la grada de nueva construcción que se levantó detrás de la portería. “Eran dos filosofías completamente diferentes” manifestó un hincha habitual de las gradas en aquellos años. Así, mientras los jóvenes fans ocupaban el fondo del estadio los ultras se mantuvieron en su ubicación habitual, uno de los córneres del campo. Al respecto, uno de los líderes de los FI99 aseguró: “No queremos hooligans (…) se supone que el fútbol es diversión y no necesitamos una guerra civil en cada partido”.

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Festival político- musical organizado por la hinchada del Null drei


LA PRIMAVERA EGIPCIA REBROTA EN OTOÑO. LOS ULTRAS COMO FUERZA OPOSITORA AL ISLAMISMO

diciembre 12, 2012

Con motivo de la disputa este miércoles de la semifinal del Mundial de Clubes organizado por la FIFA en Japón que enfrenta al Corinthians brasileño con el Al-Ahly egipcio retomamos nuestras entradas sobre la participación de los ultras en la denominada Revolución del 25 de enero que comportó la deposición del rais Hosni Mubarak y el inicio de un proceso de transición política en el país.

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el veterano Mohamed Aboutrika, toda una leyenda del Al-Ahly celebrando su gol ante el Sanfrecce Hiroshima

El éxito conseguido por el conjunto congolés TP Mazembe al llegar a la final del Mundial de Clubes en el año 2010 situó al fútbol africano en la élite internacional de este deporte. Más allá de las actuaciones mundialistas de selecciones como la camerunesa i la nigeriana, si algún equipo simboliza el triunfo del fútbol en este continente es el Al-Ahly egipcio. No en vano es el conjunto más laureado de África con 16 títulos internacionales.

El Nacional, esta es la traducción del nombre del club en árabe, disputa esta edición como actual campeón de la Liga de Campeones africana, título que consiguió al batir al Espérance tunecino. Para ganar su séptima champions el equipo tuvo que superar diversas adversidades. Con el fútbol parado en su país desde la tragedia de Port Said, ocurrida en febrero de este año y donde perdieron la vida 79 personas, los futbolistas del Al-Ahly sólo entrenaron para poder jugar las eliminatorias de la Liga de Campeones africana que se celebraron a puerta cerrada por temor a posibles incidentes. La decisión de participar en el torneo contó con el rechazo de sus aficionados más radicales, los Ultras Ahlawy (UA07), que querían que no se jugará ningún encuentro hasta que los responsables de la masacre en que murieron 72 seguidores del club cairota –entre los que se encontraban diversos integrantes del grupo radical–  sean juzgados y condenados. la presión de los ultras se extendió también a los dirigentes de la Federación de Fútbol Egipcia (EFA) que pretendían retomar la competición de liga sin esperar a la celebración de las vistas.

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mural en Mohamed Mahmoud Street en recuerdo de los mártires de UA07

Con el parón del campeonato local y después de recuperarse del golpe vivido en Port Said, donde algunos aficionados murieron en los vestuarios al lado de los jugadores, la plantilla del Al-Ahly decidió homenajear a los «mártires» (acepción popular para mentar a los muertos durante la revuelta en Egipto) de la mejor manera que sabían, es decir jugando a fútbol. Bajo esta determinación aparecieron en el Toyota Stadium, luciendo brazaletes negros en recuerdo de los aficionados fallecidos. Tras consumarse la victoria por 1 a 2 ante el Sanfrecce Hiroshima japonés, los futbolistas egipcios, emocionados, se arrodillaron sobre el césped. «Jugamos por los mártires y sus famílias» manifestaron algunos jugadores, que tras obtener la Liga de Campeones ya habían tenido un detalle con sus aficionados fallecidos en Port Said cuando dieron la vuelta de honor en el Stade Olympique de Radès luciendo unas camisetas con el número 72, la cifra de seguidores muertos en dicha tragedia.

Mientrastanto, en El Cairo los Ultras Ahlawy participaban en las mobilizaciones contra el nuevo presidente del país, Mohamed Mursi. Alienos al éxito cosechado por el equipo en los cuartos de final del Mundial de Clubes, los radicales del Al-Ahly se concentraron en los alrededores del edificio que alberga la Asamblea del Pueblo y también en la Plaza Tahrir. Contrariados con el giro impuesto por Mursi y los Hermanos Musulmanes, los ultras se han convertido en una de las fuerzas más organizadas de la oposición a los islamistas. más allá de protagonizar el llamado «Miércoles sangriento» (episodio conocido en los paises occidentales como «la batalla del camello») donde se enfrentaron a la policía y a partidarios de Hosni Mubarak, los ultras se han posicionado activamente a favor de una revolución social real.

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homenaje de los UA07 a sus 74 miembros fallecidos

Su principal objetivo siguen siendo las fuerzas de seguridad. Por eso, a pesar de no participar del debate ideológico, si que se han mostrado partidarios de una renovación que trastoque las estructuras de poder del país, entre las cuales se encuentran las fuerzas armadas y la policía. Los ultras, que primero asistían a título individual a las mobilizaciones, posteriormente acudieron en masa. Muchos de los 8.000 miembros de los Ultras Ahlawy, liderados por el joven Karim Adel, integraron la marcha que el grupo organizó para manifestarse en la Plaza Tahrir. Entonando cánticos, enarbolando bengalas y ondeando banderas negras –en recuerdo de sus compañeros caídos– los ultras escenificaron su fuerza ante el resto de grupos opositores. Aunque no se hayan pronunciado políticamente, como grupo se definen como apolíticos, muchos de sus integrantes expresan sus simpatías por Mohamed El-Baradei, ex director de la Agencia Internacional de la Energía que se postula como candidato a ocupar la jefatura del gobierno.

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camiseta que rememora a los 74 mártires de los Ultras Ahlawy

Así, mientras Aboutrika y Hamdy marcaban los goles que clasificaban al conjunto egipcio para las semifinales del Mundial de Clubes, sus aficionados radicales se manifestaban en las calles contra la política del presidente Mursi sin olvidar su máxima «vivimos por el fútbol y moriremos por el fútbol». Cuando el balón corra por el césped del Toyota Stadium los Ultras Ahlawy rendirán su particular homenaje a sus mártires vistiendo una camiseta con el número 74 (los 72 muertos en Port Said más un seguidor fallecido durante el llamado «Viernes de la ira» y otro abatido durante la mobilización del «consejo de ministerios») configurado con los nombres de todos los hinchas fallecidos.

ultras cairotas participando en las mobilizaciones de la Plaza Tahrir


LAS MALVINAS. 30 AÑOS DE UN CONFLICTO EN CLAVE FUTBOLÍSTICA (IV)

marzo 28, 2012

Retomamos la entrada sobre la relación entre la guerra de las Malvinas y el fútbol con el análisis de los encontronazos que tuvieron lugar durante el Mundial’86 celebrado en Méjico entre barras bravas argentinos e hinchas ingleses. Tras los incidentes ocurridos entre los mismos protagonistas en la Copa del Mundo España’82, fue en tierras mejicanas donde siguieron ajustando cuentas.

logotipo de la Copa del Mundo de fútbol México’86

LA VENGANZA DE LAS BARRAS BRAVAS: MEXICO’86

A pesar de haber transcurrido cuatro años desde el final de la Guerra de las Malvinas el conflicto y sus consecuencias continuaban bien presentes para ingleses y argentinos en 1986. Así, tras conocerse que ambas selecciones se enfrentarían en los cuartos de final del Mundial celebrado en Méjico para lograr una plaza para jugar las semifinales del torneo, los incidentes eran algo esperado.

Lo cierto es que desde la llegada de los barristas a Méjico, estos ya se prepararon para enfrentarse a los ingleses. Entre los argentinos se encontraban barras de diversos clubes, como Nueva Chicago, Vélez Sarsfield, Estudiantes, Chacarita Juniors, Racing, River y Boca Juniors. A todos ellos se les sumó un contingente de militantes del llamado movimiento montonero, una guerrilla de inspiración peronista que actúo en Argentina entre 1970 y 1979, que se encontraban exiliados en Méjico tras el golpe de estado protagonizado por la Junta Militar.

la prensa tambien se hizo eco de los altercados

Para poder enfrentarse con garantías a los ingleses, los barras bravas decidieron entablar negociaciones con sus homólogos mejicanos para poder hacer un frente común. Pero los barristas mejocanos no accedieron a la petición de los argentinos. Estos si contaron con la ayuda de medio centenar de hinchas escoceses, tradicionalmente hostiles a los ingleses, que en su mayoría eran seguidores del Celtic de Glasgow.

El día del partido que disputaron las selecciones de Inglaterra y Argentina, celebrado en el estadio Azteca de Ciudad de México el 22 de junio de 1986, el ambiente era tenso. El encontronazo entre ambas hinchadas se produjo, a pesar de la estrecha vigilancia de la Guardia de Infanteria mejicana, en el cruce entre el Paseo de la Reforma y las avenidas Río Tiber y Florencia de Ciudad de México, justo en la glorieta situada a los pies del monumento a la Independencia, popularmente conocido como el Ángel.

El Abuelo (centro imagen) liderando la barra de Boca Juniors

Allí fue donde se concentraron los barristas argentinos liderados por José Barritta, alias el abuelo, el líder de La Doce, la barra de Boca Juniors. La paliza que recibieron los ingleses, entre los que había hinchas del Manchester United, Chelsea, Newcastle y West Ham United, fue de órdago. Decenas de ellos fueron ingresados en los centros hospitalarios más cercanos mientras los barristas perseguían aún a los más rezagados. En su huída les arrebataron diversas banderas que, posteriormente, los argentinos exhibieron ostentosamente durante los restantes partidos del torneo.

Incidentes similares se produjeron dentro del estadio, cuando en las gradas los barristas se pelearon con seguidores ingleses y ambas aficiones quemaron sendas banderas de los dos países. También tras el partido se produjeron conatos de enfrentamiento bajo los puentes de la llamada Calzada de Tlalpan, avenida que conecta el centro histórico de Ciudad de México con la zona sur de la urbe.

Raúl Gámez, ex presidente de Vélez y barra brava en Mexico’86

UN PRESIDENTE ENTRE BARRISTAS

Como curiosidad cabe destacar la presencia entre los barristas argentinos desplazados a Méjico que se enfrentaron con los ingleses de Raúl Gámez, por aquel entonces líder de la barra brava de Vélez Sarsfield. Gámez, con el tiempo, llegó a ocupar la presidencia del club bonaerense en dos ocasiones, durante los periodos 1996-1999 y 2002-2005. Al respecto, el ex barrista manifestó sobre los sucesos de México’86: “Es cierto que yo participé de la pelea con los hooligans. Todos me recuerdan lo mismo, pero yo no lo tengo en la memoria como algo épico. Hubo un cruce, sí, porque estaba todo el tema de las Malvinas en el medio y además de argentinos había escoceses. El mito dice que ganamos y si después las banderas estaban de nuestro lado, supongo que fue verdad”.

barristas exhibiendo alguno de los «trapos» arrebatados a los ingleses

Ya de vuelta a Argentina, esas banderas que les fueron arrebatadas a los ingleses –conocidas como “trapos” en el argot de las hinchadas sudamericanas– a las que alude Gámez fueron mostradas en las gradas de diversos estadios argentinos, como el de Chacarita o la Bombonera de Boca Juniors, a modo de humillación. Algunos de estos “trapos”, como los que se encontraban en posesión de La Doce boquense, fueron quemados el 2 de abril de 1989, coincidiendo con el aniversario del desembarco de las tropas argentinas en las Malvinas, mientras otros continúan celosamente guardados.

 

barristas e hinchas ingleses enfrentándose en México’86


LAS MALVINAS. 30 AÑOS DE UN CONFLICTO EN CLAVE FUTBOLÍSTICA (III)

marzo 16, 2012

Más allá de las experiencias personales de los futbolistas argentinos del Tottenham, el conflicto de las Malvinas también tuvo repercusión más allá de los terrenos de juego. Las gradas de los estadios fueron uno de los escenarios donde se pudo visibilizar la pugna por el archipiélago del Atlántico sur.

tropas británicas ondeando la bandera británica tras reconquistar las islas

EL MUNDIAL COMO PROLONGACIÓN DE LA GUERRA: ESPAÑA’82

Un día antes de la firma del armisticio de la guerra de las Malvinas se inauguró oficialmente la fase final de la Copa del Mundo de fútbol España’82. Lejos de lo que se podía suponer, Argentina se presentó a la cita mundialista. También participó en el Mundial la selección de Inglaterra. De hecho, algunos de sus seguidores se enteraron del fin de la guerra viendo la comparecencia oficial de Margaret Thatcher por televisión en algún bar de Bilbao, ciudad que acogió los partidos del combinado inglés en la primera fase. A pesar de que Argentina e Inglaterra quedaron encuadradas en grupos diferentes y jugaron sus partidos en sedes distintas, sus seguidores protagonizaron algunos encontronazos. Sin duda una de las peleas más virulenta fue la llamada “Batalla de Zarautz”.

propaganda inglesa sobre el Mundial’82

LA BATALLA DE ZARAUTZ: PISTOLAS Y HOOLIGANISMO

En dicha localidad gipuzcoana se albergaban algunos de los centenares de supporters ingleses que viajaron hasta la Península para seguir las evoluciones de su selección. De esta manera los aficionados trataron de evitar la vigilancia y los controles policiales que se habían establecido en Bilbao. En Zarautz coincidieron pequeños grupos de hooligans de diversos equipos ingleses, como el Chelsea, West Ham United, Tottenham Hotspurs, Southampton o Manchester United. La rivalidad que mantenían entre ellos pronto quedó en un segundo plano cuando se dieron cuenta que en la misma población se encontraban hospedados algunos barras bravas argentinos. El 19 de junio, tras un primer intercambio de pareceres sobre las Malvinas, la situación se agravó cuando los hooligans agredieron a los argentinos. Esa misma noche, dos barristas se dirigieron al hotel de los ingleses y dispararon sobre las habitaciones del establecimiento. Tras ser alertada por la dirección del hotel, la Guardia Civil se presentó en el mismo y detuvo a diversos seguidores  ingleses. La intermediación del embajador británico logró sacar a sus conciudadanos de la cárcel. Paradójicamente, en un primer momento y hasta que se aclaró la autoria de los disparos, la prensa recogió los incidentes como un posible atentado de ETA.

propaganda bélica británica que reproduce la Union jack

Un dia después, Inglaterra y Checoslovaquia se enfrentaron en el segundo partido del grupo de clasificación celebrado en el estadio de San Mamés. En el fondo ocupado por los seguidores británicos colgaba una pancarta con la leyenda: “Falklands- Zarauz We Win Wars” (Malvinas- Zarautz nosotros ganamos las guerras).

El periplo de los ingleses en el torneo acabaría pronto cuando, como también le sucedió a Argentina,  su selección cayó eliminada en la segunda fase. Los sudamericanos fueron derrotados por Brasil e Italia, que a la postre se alzaría con la copa, mientras Inglaterra quedó segunda de su grupo tras Alemania después de empatar a cero goles en el estadio Santiago Bernabeu contra el combinado anfitrión.

aficionados británicos en las gradas durante el Mundial’82


EL FUTBOL LIBIO BAJO EL RÉGIMEN DE GADAFFI. DE DEPORTE ANTIREVOLUCIONARIO A DETONANTE DE LA REVUELTA DEL 17F (IV)

septiembre 10, 2011

La clausura del Al Ahly Bengasi SC dejó al descubierto la voluntad de los dirigentes libios de acabar con cualquier tipo de disidencia, tanto en la esfera social como en la deportiva. Cualquier signo de oposición fue duramente reprimido. El caso del club de fútbol de Bengasi puso de manifiesto la existencia de unas primarias formas de resistencia al régimen que culminarían con el proceso revolucionario del 17-F.

AL AHLY BENGASI SC, UN CLUB BAJO SOSPECHA PERMANENTE

El fútbol es el deporte más popular en Bengasi, no en vano la segunda ciudad en importancia del país cuenta con cinco de los dieciséis clubes que integran la Primera División del fútbol libio. Dos de estos equipos son el Al Ahly y el Al Nasr, fundados en 1947 y 1954 respectivamente. A pesar de la gran rivalidad que ambos mantienen, el Al Ahly, que cuenta con un mayor número de seguidores, se erigió en el competidor directo de los clubes de Trípoli. Más allá de la pugna entre la capital y Bengasi, el enfrentamiento entre los dos Al Ahly traspasó los límites deportivos.

escudo del Al Nasr, club de Bengasi rival del Al Ahly

El equipo de Bengasi fue creado a partir de la Sociedad Omar Mukthar, una agrupación constituida por los antiguos guerrilleros que lucharon contra las tropas coloniales fascistas italianas. Fue a partir de la década de los cincuenta cuando el Al Alhy Bengasi SC se convirtió en uno de los clubes más populares del país, llenando quincenalmente las 30.000 localidades de su estadio. Durante el mandato de Al- Saadi Gadaffi al frente del fútbol libio la rivalidad entre el club de Bengasi y su homónimo de Trípoli se acrecentó. Al Saadi no podía soportar que aquel laureado equipo, que cuenta con 18 títulos de liga y un subcampeonato de liga africana, dejara en un segundo plano a su amado Al Ahly Trípoli.

iconografia gadaffista que reproduce al Al Ahly de Trípoli junto al líder libio

Incluso antes de vestir la camiseta verde del conjunto de la capital, Al Saadi ya tuvo sus más y sus menos con los aficionados de Bengasi cuando en 1996 sus guardaespaldas mataron a balazos a varios seguidores del Al Ahly Bengasi SC por mofarse públicamente del hijo del líder libio. A raíz de estos acontecimientos se gestó una trama para acabar con los éxitos y la popularidad del equipo de Bengasi. Al- Saadi usó sus influencias en la Federación de Fútbol de Libia para designar árbitros, cambiar las reglas del campeonato, obligar a repetir partidos, decidir que equipos ascendían y descendían de categoría, fichar a jugadores de Bengasi para el Trípoli o sobornar y coaccionar a los colegiados. Una verdadera conspiración a ojos de los seguidores del Al Alhy de Bengasi. Por si todo esto fuera poco, Al- Saadi también puso en entredicho que el club de Bengasi utilizará el mismo nombre que el equipo de la capital.

Lejos de utilizar el fútbol como distracción para mantener a la población alejada de la política, las decisiones de Al- Saadi agudizaron el simbolismo del conjunto de Bengasi. Este, tras cinco años de suspensión, pudo retomar en el año 2005 la actividad disputando, eso si, el campeonato de Segunda División.

Gadaffi luciendo  la camiseta de su hijo en la selección nacional

“A GADAFFI NO LE GUSTA BENGASI”

La rivalidad futbolística entre los equipos de Bengasi y Trípoli traspasa como hemos podido comprobar el mero enfrentamiento deportivo. Una vez más el fútbol ejerce como reflejo de la sociedad. En Libia la competencia entre el club de la capital y el de la segunda ciudad del país encierra otro tipo de lectura. No en vano, Bengasi fue considerada desde la instauración del régimen gadaffista en Libia como la capital rebelde del país. Una condición que comparte con otras localidades del este, como Ajdabiya, Derna o Tobruk, donde los opositores cuentan con numerosos apoyos.

La ciudad cirenaica se ha caracterizado por mostrar en diversas ocasiones su rechazo a Gadaffi. Una disidencia que el líder libio castigó con el ostracismo. Bengasi no entró en los planes de desarrollo económico. Sin inversión estatal, los jóvenes vieron reducidas sus expectativas de futuro. Algunos decidieron emigrar a Italia mientras otros se integraron en los incipientes grupos de oposición política. La discriminación y el desprecio del gobernante hacía la población de Bengasi pronto se tradujo en las primeras muestras de oposición. Las caricaturas de Gadafi con la estrella de David pintada en su frente proliferaron en los muros de la ciudad. No es de extrañar pues que el líder libio visitara Bengasi en contadas ocasiones.

el derby de Bengasi, encuentro de máxima rivalidad entre Al Alhy Vs Al Nasr


EL FUTBOL LIBIO BAJO EL RÉGIMEN DE GADAFFI. DE DEPORTE ANTIREVOLUCIONARIO A DETONANTE DE LA REVUELTA DEL 17F (III)

septiembre 5, 2011

Tras recuperar su cargo al frente del fútbol libio Al- Saadi se propuso un nuevo objetivo, dar el salto al fútbol europeo. En Libia ya se había convertido en el jugador más popular después de ordenar que en las retransmisiones deportivas los comentaristas no pudieran mencionar el nombre de ningún otro jugador, citándoles solo por su dorsal. La ambición sin límite de Al- Saadi le llevó al calcio italiano, donde tras pasar por varios clubes acabó colgando las botas en el año 2007. En su efímero paso por el fútbol transalpino el hijo de Gadaffi utilizó toda su influencia para conseguir sus propósitos.

escudo del Birkirkara FC, equipo donde pretendía jugar Al- Saadi

EL INICIO DEL PERIPLO EUROPEO

Al- Saadi abandonó el Al Ittihad de Trípoli la temporada 2002/ 03. Su deseo era iniciar una carrera deportiva en Europa, al máximo nivel. En un primer momento se barajó como posible destino el Birkirkara FC, el campeón maltés que ese año disputaba la Champions League. Finalmente, cuando parecía inmediata su incorporación a los rayados, el fichaje se frustró.

Fue entonces cuando Al- Saadi decidió probar suerte en Italia. La serie A fue su destino. Primero, como ya hiciera en el fútbol libio, se procuró un puesto como directivo. En el año 2002, por medio de la empresa Lybian Arab Foreign Investment (LAFICO), adquirió un 7,5 % de las acciones de la Juventus FC previo pago de 21 millones de euros. Con esta operación, que convertía al régimen libio en el segundo máximo accionista del club después de la familia Agnelli, Al- Saadi esperaba poder hacerse un hueco en el equipo turinés. Sus buenas relaciones con los propietarios del club, no en vano LAFICO invirtió importantes sumas de dinero en FIAT cuando la marca automovilística pasó por importantes recesiones en 1977 y 1986, eran un buen presagio. Pero Gadaffi no contaba con la oposición de su técnico, Marcello Lippi, que rechazó su fichaje tras comprobar su exiguo potencial futbolístico. Al- Saadi tuvo que conformarse con entrenar en alguna ocasión con el primer equipo blanquinegro y con formar parte de la Junta de Administración de la Vecchia Signora.

Gadaffi junto al presidente del Perugia Luciano Gaucci el dia de su presentación

En junio de 2003 consiguió enrolarse en el Perugia Calcio SpA, motivo por el cual tuvo que renunciar al cargo directivo que ocupaba en el equipo de Turín. Fue presentado con la máxima opulencia en el castillo de Torre Alfina construido en el siglo XVIII y propiedad de Luciano Gaucci, presidente del club de Umbria. Al- Saadi se convertía en el primer futbolista libio del calcio. Cinco meses más tarde, sin llegar a debutar, fue suspendido durante tres meses por dar positivo en nandrolona durante un control antidopaje rutinario cuando su preparador físico era el ex atleta canadiense Ben Johnson. Se convirtió así en el peor jugador de la historia de la Serie A del fútbol italiano. Finalmente pudo cumplir uno de sus sueños, disputar quince minutos contra la Juventus.

UNA HISTORIA DE LUJO Y OSTENTACIÓN

En su etapa en el Perugia Al- Saadi mostró su carácter excéntrico. Solía acudir a los entrenamientos del equipo, cuando asistía a ellos, conduciendo un Lamborghini blanco que se hizo traer desde Libia, a bordo de un Mercedes blindado, de un Porsche de color rojo o bien en el helicóptero que aparcaba en las instalaciones del club. Durante su estancia en la entidad decidió albergarse en el lujoso Hotel Brufani, nada extraño si no fuera porque alquiló trece habitaciones para él y sus colaboradores.

En el año 2005 firmó por el Udinese Calcio, equipo en el que fue relegado a la suplencia por el técnico Giovanni Galeone a excepción de una aparición fugaz durante un encuentro intrascendente disputado al final de la temporada. Ese día Al- Saadi jugó diez minutos ante el Cagliari Calcio. A pesar de su debut pronto volvió a cambiar de equipo. En Udine Al- Saadi se instaló junto a su sequito en el Hotel Là di Moret. Allí consumió grandes cantidades de caviar y de leche. Paradójicamente, mientras dilapidaba el dinero donaba su sueldo de futbolista a instituciones benéficas. Su extravagancia llegó hasta el punto de reservar una de las habitaciones en exclusiva para su doberman Dina que ocupaba la amplia cama de la suite mientras su cuidador dormía en el suelo.

el presidente de la Sampdoria junto a sus jugadores, luciendo propaganda de su empresa ERG

En 2006 pasó a entrenarse con la UC Sampdoria después de ser invitado por el presidente del club Riccardo Garrone, propietario de la compañía petrolera ERG que por aquel entonces patrocinaba al conjunto genovés. La intención de Garrone era estrechar sus relaciones con el régimen libio, uno de los principales países exportadores de petróleo del mundo, para obtener mayores beneficios en sus contratos. En su temporada en la Sampdoria, Al- Saadi nunca llegó puntual a ningún entrenamiento. Tras esta nueva frustrada experiencia, al final de la temporada 2006/ 07 abandonó el club y colgó definitivamente las botas.

La escasa incidencia de Gadaffi en el fútbol italiano pronto suscitó la burla entre sus compatriotas, muy proclives a la ironía. Así fue común entre la población libia el chascarrillo que pregonaba que Al- Saadi era el único jugador de fútbol que pagaba por jugar y no se le paga para jugar.

Al- Saadi entrenando con el equipo genovés

EL FÚTBOL COMO ARMA DIPLOMÁTICA

Donde Al- Saadi obtuvo mejores resultados fue en el ámbito organizativo. El dirigente deportivo libio consiguió que se celebrara en su país la final de la Supercopa de Italia en el año 2002 tras pagar un millón de dólares a la Federación transalpina. El partido, disputado en el estadio de Trípoli, enfrentó a la Juventus con el Parma. Tras el pitido final, Al- Saadi no dudó en bajar al terreno de juego para fotografiarse junto a los jugadores blanquinegros con el trofeo. Finalmente supo rentabilizar sus vínculos con el equipo turinés.

La inversión se amortizó y Gadaffi utilizó el futbol para romper el bloqueo internacional impuesto tras los atentados de Lockerbie. La diplomacia del balón financiada por los petrodólares empezó a dar sus primeros frutos. Un año después la celebración de una nueva edición de la Supercopa italiana en suelo libio tuvo que suspenderse por motivos de seguridad cuando ya estaba pactada. Ese año tuvo que conformarse con organizar un partido entre Libia y Argentina en Trípoli, por el que los sudamericanos entrenados por Marcelo Bielsa se embolsaron un millón de dólares.

Pero los vínculos entre el régimen libio y el club turinés no terminaron aquí. En 2005 la empresa petrolífera libia Tamoil, tras pagar 240 millones de euros, se convirtió en el patrocinador oficial de la camiseta de la Juventus.

La fijación por el fútbol de Al- Saadi motivó que propusiera, esta vez sin éxito, que Libia optara a organizar el primer Mundial de Fútbol disputado en suelo africano. La FIFA finalmente decidió otorgar el campeonato a Sudáfrica. A pesar del revés, el hijo de Gadaffi intentó acceder a la presidencia de la Confederación Africana de Fútbol (CAN) aunque tampoco obtuvo un resultado satisfactorio para sus intereses al no resultar elegido.

Incluso en el año 2009 se llegó a rumorear que negociaba con el primer ministro italiano Silvio Berlusconi la compra del Milan AC.

 

reportaje sobre la particular relación de Al-Saadi con Bengasi


BARRAS BRAVAS: POLÍTICA Y PODER EN LAS GRADAS ARGENTINAS. EL CASO DE RIVER PLATE (IV)

julio 14, 2011

El escándalo derivado del viaje de los barristas al Mundial sudafricano provocó que el kirchnerismo tratara de desvinculase públicamente de los hinchas radicales. Las HUA quedaron relegadas a un segundo plano cuando la administración empezó a negociar únicamente con las barras de Boca y River. Todo ello comportó que los integrantes de las HUA, formadas por más de 43 hinchadas radicales, cercarán nuevas alianzas.

propaganda electoral de Nárvaez junto a Mónica López

DE KIRCHNER A DE NARVÁEZ: UNA HISTORIA DE INTERESES

Un nuevo interlocutor salto a escena. Francisco De Narváez, diputado del Partido Justicialista por la demarcación de Buenos Aires y rival político de Cristina Kirchner.  El empresario optó por acercarse a los barristas para conseguir sus favores. Tras diversas reuniones entre interlocutores del empresario peronista y los dirigentes de las HUA estos últimos accedieron a movilizar a sus miembros en los actos políticos organizados por la candidatura de De Narváez en Buenos Aires, como el que este celebro en la partida bonaerense de La Matanza junto a Ricardo Alfonsín, a cambio de que este financiara sus actividades durante la Copa América. El acuerdo se cerró y la Unión Celeste y Blanco (UCB), el partido de De Narváez, se comprometió a pagar los costes de los desplazamientos de los hinchas, las entradas para los partidos y los elementos de animación para el partido inaugural del campeonato que enfrentó a Argentina con Bolívia. Cerca de 1.100 hinchas radicales asistieron al encuentro. Como contrapartida los aficionados radicales mostraron una pancarta de 50 x 30 metros con los colores albicelestes y la inscripción “De Narváez- Mónica López” (diputada provincial y vicepresidenta del Bloque Unión Celeste y Blanco que se postula como mano derecha de De Narváez en las próximas elecciones). Otros de los “trapos” que exhibieron mostraba la leyenda “Mayo fuiste, estamos en Julio”, una irónica referencia a su anterior interlocutor, el kirchnerista Marcelo Mallo. Según el periodista del diario Clarín Gustavo Grabia que destapó el acuerdo, los barristas recibieron un primer pago de 100.000 pesos.

hinchas mostrando una pancarta en favor de Narváez

EL “APRIETE” DE LAS BARRAS BRAVAS. CONNIVENCIA Y EXTORSIÓN

Comos hemos expuesto las relaciones entre la llamada dirigencia del fútbol argentino y los líderes barristas son algo común. Estas se extienden más allá del ámbito deportivo llegando, como hemos constatado, a la esfera política. Dichas vinculaciones no responden a las supuestas filiaciones ideológicas de las hinchadas radicales, un elemento inédito en el barrismo argentino, sino a la voluntad de estas de conseguir mayores cotas de poder y sumas de dinero. Este es el único objetivo de las barras bravas argentinas: controlar los accesos del estadio, dirigir la reventa de entradas, conseguir el máximo poder dentro de las directivas de los clubes o mantener su inmunidad ante la administración y las fuerzas del orden. Y todo ello para asegurarse un negocio del que se lucran sus líderes. El medio para conseguirlo es la intimidación, el denominado “apriete”, consistente en extorsionar o amendrentar a dirigentes, políticos, periodistas, árbitros, hinchas rivales e incluso jugadores, como sucedió durante el partido que supuso el descenso de River Plate. Durante el descanso del mismo ocho barras bravas, capitaneadas por los actuales capos Martín Araujo y Alex de Budge, se dirigieron al vestuario del árbitro para increparle y coaccionarlo diciéndole “Si no nos cobrás un penal, no salis vivo”. Sergio Pezzotta, el encargado de dirigir el encuentro pitó el penalti. Pavone, autor del primer gol de River, erró el lanzamiento. Se consumaba el descenso del club bonaerense tras 110 años de historia. El próximo año, en Nacional B, los “millonarios” lucharan para lograr el anhelado ascenso. La presión será máxima, el “apriete” asegurado.

barristas de las HUA exhibiendo su trapo


BARRAS BRAVAS: POLÍTICA Y PODER EN LAS GRADAS ARGENTINAS. EL CASO DE RIVER PLATE (III)

julio 9, 2011

Las relaciones entre las barras bravas y la clase dirigente argentina no son un fenómeno reciente. En anteriores entradas hemos constatado como desde finales de los años setanta se han ido estrechando los lazos que unen estos grupos de hinchas radicales con el poder. Su objetivo compartido, el mantener una posición de privilegio, ha propiciado que barristas y gobernantes hayan confluido en pro del interés mútuo. Este ha sido el caso también del denominado kirchnerismo, que no ha dudado en utilizar a las barras bravas en su beneficio.

la barra de Racing mostrando su apoyo a Kirchner

BARRISMO Y KIRCHNERISMO: LA HINCHADA JUSTICIALISTA

Los nexos entre violentos y dirigentes se han mantenido hasta la actualidad. Así, entre los barristas que han dado su apoyo al matrimonio  Kirchner se encuentran los de equipos como el Club Atlético Chicarita Júniors, el Club Atlético Bandfield, el Estudiantes de La Plata y el Club Atlético Independiente. Estos últimos en alguna ocasión llegaron a enarborar banderas con el lema “Cristina presidente” en la grada que ocupan en el estadio Libertadores de América. Pero quizás la que más se ha significado en este sentido sea la barra brava de Racing Club de Avellaneda, la Guardia Imperial, que durante años lució pancartas con el eslóganes como “Kirchner presidente” o “Kirchner 2007-2011”, no en balde el difunto Néstor Kirchner, ex líder del Partido Justicialista, fue un declarado hincha de dicho club.

El kirchernismo llegó a conseguir incluso que las barras de Boca y River cooperaran en una campaña contra el grupo mediático del periódico Clarín, enfrentado al Partido Justicialista. Durante el clásico disputado en 2009 mostraron banderas con consignas contra el diario con lemas como “Clarín: el fútbol es una pasión, no un curro”. El enfrentamiento entre el gobierno y el grupo multimedia estribaba en la nueva ley de medios que quería aprobar la administración para evitar que el fútbol televisado continuara siendo gratuito. Para presionar a Clarín se negoció con las barras bravas para que desplegaran banderas y repartieran folletos en las inmediaciones de los estadios con consignas contra el grupo mediático y a favor de la nueva ley. A cambio los barristas recibieron alrededor de 100.000 pesos. De hecho, Los Borrachos del Tablón ya habían mostrado sus afinidades por la esposa de Kirchner cuando mostraron una pancarta con el lema “Cristina= Evita = Perón”.

La Doce de Boca Juniors exhibiendo una pancarta contra Clarín

LBDT luciendo un eslogan similar en la Bombonera durante el clásico

HINCHADAS UNIDAS ARGENTINAS: LA INSTITUCIONALIZACIÓN DE LAS BARRAS BRAVAS

La presión ejercida por la oposición y el contexto económico desfavorable motivaron que los Kirchner buscaran nuevas alianzas que les permitieran continuar en el poder. Tras reunirse con sindicatos y piqueteros, el gobierno también lanzó sus redes sobre las barras bravas. A través de Marcelo Mallo, un peronista de perfil kirchnerista, creó la ONG Hinchadas Unidas Argentinas (HUA). El proyecto recoge la herencia de otra organización similar anterior, Nuevo Horizonte Para el Mundo, que pretendía integrar socialmente a los violentos y que en 2007 sufragó el viaje de dos decenas de hinchas de Independiente a la Copa América que se disputó en Venezuela, no en vano la mano derecha de Mallo en la ONG era Pablo Bebote Álvarez, capo de la barra del “Rojo” de Avellaneda, que también integra las HUA. El objetivo oficial del nuevo ente es erradicar la violencia de los estadios a través de minimizar a las barras bravas mediante trabajos sociales y de inserción laboral, pero en el fondo persigue encuadrar a los barristas políticamente para que aporten votos al peronismo.

el difunto Kirchner mostrando una camiseta de Racing Club

Pero la adhesión de las barras bravas al kirchnerismo ha sido simplemente por interés. A cambio de dinero y financiación los hinchas aportan su poder de convocatoria e intimidación y exhiben banderones en las gradas con lemas como “Kirchner Vuelve” que emulan a las pintadas del peronismo de los años sesenta. El entente fue rápido y las barras de diversos clubes se han puesto al servicio del poder. Sus integrantes han trabajado activamente durante la campaña electoral a la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner. El acuerdo, negado por el subsecretario de Seguridad en Espectáculos Futbolísticos, Pablo Paladino, consiste en que los hinchas radicales trabajen en los operativos de seguridad de los actos electorales y no generen altercados en las gradas. A cambio, 280 de ellos tuvieron pagado el desplazamiento y la estancia en el Mundial disputado en Sudáfrica en 2010. Entre los que se adherieron a las HUA se encuentran las barras de Independiente, Vélez Sarsfield, Racing Club, Rosario Central, Argentinos Júniors, Chacarita, Gimnasia y Esgrima, Colón, Godoy Cruz, Huracán, Lanús y Tigre.

Pancarta de las HUA con la consigna KV (Kirchner Vuelve)


BARRAS BRAVAS: POLÍTICA Y PODER EN LAS GRADAS ARGENTINAS. EL CASO DE RIVER PLATE (II)

julio 3, 2011

Los altercados ocurridos tras la derrota de River en el estadio Monumental que supusieron su descenso pusieron de nuevo en el primer plano de la actualidad a la barra del club bonaerense, cuyos miembros protagonizaron graves incidentes, tanto en el partido de ida como en el de vuelta. Tras conocer como se crearon los Borrachos del Tablón y cual es su modus operandi dentro del club, a continuación exponemos que tipo de vinculación relaciona a la barra con la llamada dirigencia política.

Raúl Alfonsín cediendo la presidencia argentina a Carlos Menem

INMUNIDAD Y PREBENDAS: LA POLÍTICA DEL TABLÓN

Contrariamente a lo que sucede en Europa, donde los grupos radicales mantienen cierto pósito pseudoideològico, en el fútbol argentino la política no es un elemento característico de las barras bravas. Más allá del contexto europeo, donde conviven grupos antagónicos de extrema derecha y extrema izquierda junto a otros colectivos de animación no politizados, en Argentina los barristas a pesar de no asumir dichos planteamientos si que mantienen vínculos con el poder político. La suya es una relación de intereses. Se asocian con la clase dirigente, tanto futbolística como política, únicamente para conseguir inmunidad y prebendas. A cambio, las barras bravas se convierten en la fuerza de choque del cacique, funcionario o candidato de turno. Esta es la política del tablón.

Los barristas siempre han mantenido vínculos con la política, tanto con el justicialismo de Menem y Kirchner como con el radicalismo identificado con Alfonsín. Su relación se basa en el clientelismo transversal, ya que atañe a todas las hinchadas radicales del país y a todas las opciones políticas y sindicales. No hay un móvil ideológico que explique sus actuaciones, su única motivación es el dinero.

hinchada de Quilmes mostrando su apoyo a Cristina Kirchner

DEL MUNDIAL 78 AL POPULISMO DEMOCRÁTICO: UNA HISTORIA DE VIOLENCIA

El golpe de Estado que protagonizó en 1976 la autodenominada Junta Militar que sirvió para derrocar al gobierno presidido por Maria Estela Martínez de Perón, popularmente conocida como Isabelita, permitió los primeros contactos entre las barras bravas y los militares en el poder. Durante esos años la barra de Quilmes Atlético Club, liderada por Carlos Alberto de Godoy, apodado El Negro Thompson, fue la que cooperó con mayor empeño con los “milicos”. De hecho los barristas cerveceros, nombre con el que se denomina a la hinchada de Quilmes, dieron cobertura al aparato represivo de la dictadura. Incluso se llegó a organizar un grupo de barristas para que acudieran al Mundial’82 y acallar las posibles manifestaciones de los exiliados opositores al régimen militar. El estallido de la Guerra de las Malvinas el 2 de abril de 1982 frustró finalmente su desplazamiento.

La derrota inflingida por las tropas británicas precipitó la caída de la Junta militar de gobierno que en 1983 convocó unas elecciones que se saldaron con la victoria de la Unión Cívica Radical de Raúl Alfonsín. Se iniciaba así un periodo de pacto democrático en la que las barras bravas también jugaron su papel, ejerciendo como fuerzas de choque de los diversos candidatos, realizando pintadas durante la campaña electoral e intimidando a los adversarios. Durante la presidencia de Alfonsín el barrismo acrecentó sus vínculos con el poder. Entre sus partidarios se encontraban los integrantes de la barra de Argentinos Juniors. Fue la época en que La Doce, la conocida barra de Boca Juniors, movilizó a sus miembros a favor del llamado Tercer Movimiento Histórico que pretendía regenerar el peronismo de corte más populista bajo el amparo del diputado radical Carlos Bello, amigo íntimo de José Barritta El Abuelo, líder por aquel entonces de La Doce. También las barras del Club Social y Deportivo Defensa y Justícia de la provincia de Buenos Aires y de Rosario Central tomaron partido por el peronismo.

soldados británicos en Port Stanley (Islas Malvinas), junio de 1982

Pero fue en la década de los noventa, coincidiendo con la eclosión del fútbol como negocio- espectáculo, cuando las barras bravas aumentaron aún más su incidencia social, tanto en las gradas como en los despachos. Decenas de hinchas obtuvieron un empleo en dependencias estatales mientras otros accedieron a cargos sindicales. Habían entendido que el poder otorgaba impunidad. Poco importaba quién gobernaba el país. Durante años se convirtieron en los más fieles alfonsinistas, ultramenemistas, delarruaistas, duhaldistas o kirchneristas. Todo valía para mantener su modo de vida.


BARRAS BRAVAS: POLÍTICA Y PODER EN LAS GRADAS ARGENTINAS. EL CASO DE RIVER PLATE (I)

junio 28, 2011

El descenso de River Plate a la segunda división de fútbol argentino, tras perder la eliminatoria de promoción y descenso contra Club Atlético Belgrano de Córdoba, provocó las iras de su hinchada más radical, Los Borrachos del Tablón, la llamada barra brava de River. Los altercados protagonizados por los seguidores radicales “millonarios” tras consumarse el descenso del equipo bonaerense arrojaron un balance de un policía  muerto, 72 heridos y 37 detenidos.

barristas de River destrozando las instalaciones del Monumental tras el descenso

ORÍGENES DE LA BARRA BRAVA MILLONARIA

Fue a finales de la década de los sesenta cuando se creó la hinchada radical de River bajo el auspicio de Julián William Kent, presidente del club entre 1968 y 1973, con la intención de crear un grupo que presionara a los jugadores cuando estos disputaran un mal partido. Desde entonces sus miembros han copado las portadas de los tabloides argentinos convirtiendo a Los Borrachos del Tablón en una de las aficiones más violentas y temidas del país. El grupo creció bajo el liderazgo de Matutito, el capo de la barra en sus inicios, al que sucedió Alberto Matute Taranto, de la banda de Palermo Viejo, que sería asesinado en 1983 tras asistir a un clásico Boca- River en el estadio de Vélez Sarfield tras recibir un disparo de Miguel Ángel Bomparola, el Negro Bompa, un oficial de la policía federal miembro como él de la barra “millonaria”. Al entierro del Matute Taranto acudió en persona el entonces máximo dirigente del club, Rafael Aragón Cabrera, una muestra más del poder del grupo en la institución. Fue en esos años cuando se forjó la idiosincrasia de la barra que empezó a ejercer como grupo de presión dentro la entidad. Como la mayoría de las hinchadas radicales en Argentina, Los Borrachos del Tablón se erigieron en un lobby interno del club bonaerense. Así fue como empezaron a tejer una red de influencias y connivencias, tanto con dirigentes como con las fuerzas del orden, que les permitió conseguir cierta inmunidad y diversas prebendas con las que se autofinanciaron. En el caso de River, la relación entre directivos y radicales fue más que evidente, resultando durante el segundo mandato en la presidencia de José Maria Aguilar ciertamente escandalosa, como evidenció el asalto de los hinchas a la tienda del club para saquearla y revender los artículos de la marca Adidas que vestía a River. En este sentido, los grupos argentinos difieren de sus homólogos europeos puesto que estos últimos carecen del poder que ostentan las barras bravas en sus respectivos clubes.

accesos al estadio Monumental destrozados tras los disturbios

LA CULTURA DEL PESO, LA GRADA COMO MODO DE VIDA

Entre los diversos sistemas de financiación con que cuentan las barras bravas en general y la de River en particular se encuentra la reventa de entradas. Es el propio club el que otorga un paquete de entradas a los radicales para que estos las vendan y puedan financiar sus actividades. En el caso de River Plate la cifra de dinero que puede llegar a mover la barra en la reventa de un partido en el Monumental oscila entre los 60.000 y los 80.000 pesos. Pero los beneficios del grupo no se circunscriben únicamente a los encuentros de fútbol, también gozan del privilegio de revender entradas de los espectáculos musicales que se organizan en el estadio. Además controlan el negocio alrededor de los aparcacoches del recinto del club y la venta de merchandising no oficial, actúan como miembros de seguridad en los recitales e incluso se encargan de organizar el alquiler de los autobuses con los que se desplaza la hinchada radical cuando River juega fuera de su terreno de juego. Para la barra brava el fútbol deja de ser un mero pasatiempo deportivo para pasar a ser su modus vivendi. Su poder en este sentido llega hasta el punto que Marcelo Parrilli, abogado y socio de River, asegura que los barristas han llegado a cobrar un porcentaje del traspaso de jugadores como Gonzalo Pipita Higuain, delantero del Real Madrid o el portero Juan Pablo Carrizo, vendido a la SS Lazio. Incluso algunos representantes de jugadores han llegado a pagar a los barristas para que no gritaran contra su cliente si este jugaba mal o para que lo alentaran y aumentase su popularidad entre la afición. Tampoco los profesionales han escapado del poder de los barras bravas que, para evitar intimidaciones y problemas, les entregan una parte de su ficha anual.

«trapo» de los Borrachos del Tablón en un desplazamiento a Bolívia

Otros rumores apuntan como la barra brava tiene en la venta de drogas en las gradas otra de sus fuentes de financiación. En 1998, el que fuera máximo mandatario de River Plate entre 1989 i 1997, Alfredo Davicce, manifestó como Los Borrachos del Tablón vendían cocaína en el mismo estadio Monumental con total impunidad. Lejos de acabar con la misma, la llegada de Daniel Passarella a la presidencia no cambió en demasía las relaciones que desde hace años mantiene el club con los barristas. Prueba de ello fue la designación como vicepresidente del Departamento de Seguridad de El Negro Bompa o la protección de que gozan otros barras brava de River como El Turco Arón o el especialista en reventas Jajo el Piojoso, además de Gabriel Riccio El Mecánico, miembro de la Comisión Directiva, o El Traficante Reyes, nuevo gerente del estadio. Este último, además de empleado del club es militante del PRO, el partido político de centro derecha fundado por Mauricio Macri, ex presidente de Boca Juniors y gobernador de la capital argentina.