SAPEURS DE BAKONGO, UN ESTILO DE CONTRASTES AFRICANO (III)

febrero 6, 2011

El estilo se expandió por todo el país aunque su epicentro se encuentra en el barrio de Bakongo de Brazzaville, la capital de la República del Congo. En dicha ciudad, locales como La Main Bleue o Palais du Parlament se han convertido en referentes del estilo. En ellos se celebran bodas, fiestas y otros eventos a los que habitualmente acuden las grandes figuras de la llamada ‘sapologie brazzavilloise’, como Freddy Ndouri, presidente de la SAPE en el país, o Samba Le Maire.

sapeurs congoleños luciendo sus galas en las calles de Paris

EXTRACCIÓN Y ASCENSO SOCIAL, EL CULTO A LA APARIENCIA

Contrariamente a lo que puede parecer si sólo reparamos en su estética, los orígenes sociales de los sapeurs son modestos. Acostumbran a ser profesionales del sector de servicios, como ‘chauffeurs’ (taxistas), guardias de seguridad, mecánicos, agentes comerciales o carpinteros, aunque los más jóvenes sueñan con ser modelos. No todos pueden llegar a convertirse en sapeus. Existen unos requisitos que se consideran imprescindibles: una altura mínima de 1,70 cm y un rostro sin defectos visibles. Estas exigencias físicas se complementan con las normas de elegancia establecidas por la SAPE sobre la combinación de colores en la vestimenta, los hábitos en la manera de caminar e incluso la actitud y manera de comportarse de forma correcta y expresarse con un lenguaje refinado y elegante.

A los sapeurs les une la voluntad de aparentar, de ser respetados por la comunidad. Ello les equipara con otros estilos aparecidos en Europa, como los teddy boys británicos, que en la década de los cincuenta del siglo pasado adoptaron la estética edwardiana, característica hasta entonces de los dandies de clase alta, para mejorar su estatus social. El estilo sapeur, por tanto, refleja en forma de metáfora social este deseo de ascenso de sus seguidores.

joven sapeur a las puertas de su vivienda

Su elegancia resulta obsesiva, sobretodo si tenemos en cuenta las condiciones de vida precarias en que subsisten la mayoría de ellos. Priorizan su obcecación por la imagen y el culto a marcas como Pierre Cardin, Roberto Cavalli, Dior, Gucci, Yves Saint Laurent, Versace, Gaultier, Fendi, Prada o Issy Miyake a cubrir otro tipo de necesidades básicas, como explicita uno de ellos: “un sapeur congoleño es feliz incluso si no come”. Este culto por la estética impecable les obliga a pagar el vestuario mediante créditos. Algunos incluso llegan a desembolsar grandes cantidades por sus trajes y complementos, algunos de los cuales compran en Paris o a través de compatriotas residentes en la capital francesa. Además de Paris, los sapeurs también son visibles en otras ciudades europeas con cierta presencia de emigración congoleña como Bruselas.

sapeur luciendo la estética de la nueva tendencia con influencias británicas

LA EXTENSIÓN DEL ESTILO, NUEVAS TENDENCIAS

Con la llegada del siglo XXI el estilo ha logrado expandirse por todo el país y transformarse. Han surgido tendencias dentro del mismo, como la que ha tomado como referente la moda londinense en vez de la parisina. Esta nueva corriente dentro de la ‘sapologie’ se caracteriza por el uso de la falda escocesa en lugar del traje de corte tradicional, tomando como referente estético al príncipe Carlos de Inglaterra. Entre los complementos de esta nueva corriente destacan también las americanas, las corbatas, las boinas escocesas y los calcetines a la altura de las rodillas.

A pesar de que el estilo sapeur se reduce al género masculino y la figura de la mujer ha restado marginal, poco a poco esta se ha ido incorporando al mismo. Este es el caso de la actriz Jenny Hill, que suele lucir la estética característica de los sapeurs. Con todo, el rol de la mujer dentro del estilo sigue siendo secundario.


SAPEURS DE BAKONGO, UN ESTILO DE CONTRASTES AFRICANO (II)

enero 30, 2011

A pesar de los intentos de imponer el ‘abacost’ entre la población por parte de las autoridades, el estilo sapeur consiguió sobrevivir. Con la llegada del siglo XXI resurgió con fuerza e incluso se extendió a la vecina República Democrática del Congo, antigua Zaire. En ello influyó, sin duda, la caída del régimen de Sese Seko en 1997 tras la rebelión de la etnia tutsi liderada por Laurent Kabila. Con el país inmerso en una guerra fratricida por el control del poder, la llamada Guerra Mundial Africana (1998- 2003) el conflicto bélico con más muertos desde la Segunda Guerra Mundial, los sapeurs sobrevivieron y mantuvieron el estilo a pesar de las penurias derivadas de la contienda.

sapeur entre jóvenes que admiran su estilo

POBREZA Y ELEGANCIA. LA PARADOJA DE UN ESTILO

Así fue como la herencia estética de Matswa se perpetuó entre los congoleños. El estilo sapeur se convirtió en el máximo exponente del contraste social existente en el país. Mientras las consecuencias de la guerra todavía condicionan la cotidianeidad social y política en el Congo, los sapeurs se han erigido en el reflejo del deseo de prosperidad, un fenómeno que despierta admiración entre una comunidad inmersa en la miseria. Por ello, en un contexto de pobreza y violencia los sapeurs fueron el ‘espejismo de la esperanza’. Con su aspecto impoluto los sapeurs pretenden no pasar desapercibidos. Esa es una de sus máximas, destacar y atraer las miradas del vecindario. Su popularidad es tal que anualmente se edita un DVD con entrevistas, reuniones, desfiles y las últimas novedades en ‘sapologie’, todo un evento en el día de su estreno.

joven sapeur luciendo su estridente traje en las calles de Bakongo

MORALIDAD Y DANDISMO, ELEMENTOS DISTINTIVOS

Con todo, ningún detalle es arbitrario en el vestuario sapeur. Todos los seguidores del estilo respetan ciertos códigos, como la prohibición de combinar más de tres colores distintos. El atuendo más habitual consiste en un traje elegante de colores estridentes a conjunto con una corbata de seda, zapatos de piel de cocodrilo (popularmente conocidos como ‘crocos’ de marcas como Weston, Crocket o John’s). Todo ello aderezado con complementos como pañuelos en el bolsillo de la americana, gafas de sol, sombreros, bastones e incluso pipas y puros (mayoritariamente los llevan apagados para que duren más tiempo). Ningún detalle se deja al azar, como los calcetines que se muestran levantando los pantalones hasta las rodillas sin ningún tipo de rubor. Cada sapeur recrea una imagen con elementos que le diferencian del resto, de esta manera se convierten en personajes únicos e irrepetibles. Todos ellos reciben un sobrenombre que les identifica. También ostentan una moralidad extrema que les lleva a mostrar su rechazo al consumo de drogas y a todo tipo de violencia. Es tal su popularidad entre la comunidad que se les suele invitar a bodas y celebraciones para que aporten prestigio al evento. Incluso les pagan por asistir a este tipo de actos como muestra de respeto.


SAPEURS DE BAKONGO, UN ESTILO DE CONTRASTES AFRICANO (I)

enero 23, 2011

La recreación de identidades a través de la adopción de un estilo no es un fenómeno que se circunscriba únicamente a Europa. En otras latidudes el vestuario también se ha convertido en una manera de recrear un estatus o conseguir cierto prestigio en la comunidad. Más allá de la pluralidad estilística asociada por lo general a la juventud del viejo continente, en otros países la adscripción a un estilo se ha convertido en sinónimo de singularidad y éxito. Este es el caso de los llamados sapeurs.

un sapeur congoleño exhibiéndose ante la cámara

Originarios de la República del Congo, también conocida como Congo Brazzaville, los sapeurs deben su nombre a Le Societe des Ambianceurs et des Personnes Elegantes (Le SAPE), o Sociedad para el Avance de las Personas Elegantes. Esta asociación, con un mayor número de adeptos en el barrio de Bakongo (Brazzaville), reúne a todos aquellos hombres congoleños para los cuales la elegancia y el estilo son sus máximas señas identitarias.

André Grenard Matswa, «le grand sapeur»

COLONIALISMO Y ESTILO: MATSWA, EL INSPIRADOR

Estos dandis de África occidental tienen sus orígenes en los años veinte del siglo pasado. Fue entonces cuando André Grenard Matswa (1899- 1942), también conocido como Matsoua, un líder religioso de la etnia lari se trasladó a Paris. En la capital francesa fundó en 1926 la Société Amicale des Originaires de l’A.E.F. (Afrique-Équatoriale Française) que inicialmente trabajó para dar asistencia a los africanos residentes en Paris hasta transformarse en un movimiento político de cariz anticolonial. El número de matswanistes, seguidores de las tesis de Matswa, se calcula que en 1929 superó los 13.000 simpatizantes. El ascendente de Matswa entre la población de origen africano motivó su detención por parte las autoridades francesas y posterior deportación al Congo Brazzaville. Finalmente, Matswa fue encarcelado tras ser acusado de fraude y sedición, muriendo durante su cautiverio en la prisión de Mayama (Chad) en 1942.

Pero más allá de su faceta como mito del anticolonialismo congoleño, Matswa se erigió en el máximo referente estético para sus coetáneos. El regreso a su patria natal vistiendo trajes occidentales lo convirtió en el principal inspirador del estilo sapeur. Matswa fue quién dió a conocer entre sus paisanos las últimas tendencias en moda, los trajes a medida y la vanguardia estilística parisina, hecho por el cual es reconocido aún en la actualidad como ‘grand sapeur’.

LA ELEGANCIA COMO HECHO DIFERENCIAL RESISTENTE

El estilo sapeur se popularizó entre los hombres congoleños con celeridad durante los años veinte y treinta del siglo pasado. Tras años de implantación del mismo sus adeptos vivieron un punto de inflexión en la década de los sesenta durante el régimen militar dirigido por Mobutu Sese Seko. El autoproclamado ‘Padre de la Nación’ de la República del Zaire, nombre que tomó el país entre 1971 y 1997, impuso a la población masculina el uso del ‘abacost’ (traje de tres piezas inspirado en el maoísta Zhuāng de Zhōngshān), abreviatura de ‘à bas le costume’ (abajo con el juego) que se convirtió en el vestuario habitual de los seguidores de Sese Seko.

Sese Seko luciendo en 1983 el abacost que impuso a la población congoleña

También se prohibió el uso de trajes a juego con camisas y corbatas aduciendo su origen colonial. No fue hasta 1990, cuando Sese Seko anunció una transición democrática, cuando se permitieron otro tipo de indumentarias. Otras medidas adoptadas por Sese Seko para promover lo que denominó ‘expresiones de autenticidad” fueron la introducción del zaïre como nueva modena nacional en lugar del franco o la adopción de nombres zaireños en substitución de los de inspiración occidental u origen cristiano. Ante estas medidas el hecho de lucir la estética propia de los sapeurs supusó una forma de disidencia. Entre los que asumieron la estética como medida de resistencia se encontró el músico Jules Shungu Wembadio Pene Kikumba, más conocido como Papa Wemba, que nunca renunció a lucir el estilo sapeur.

documental sobre los orígenes de los sapeurs del Congo