ESPAÑOLES EN LA GUERRA DE VIETNAM. LOS MÉDICOS DE FRANCO (III)

noviembre 7, 2011

Tras la llegada del cuerpo expedicionario español a Vietnam sus miembros fueron trasladados al emplazamiento del contingente, situado en la localidad de Gò- Công, ubicada en el delta del río Mekong. Allí los médicos militares enviados por Franco convivieron con la población civil y congeniaron con las tropas norteamericanas. Pronto llegaría el primer relevo, aunque algunos decidieron quedarse y prorrogar su estancia en este país del sudeste asiático.

militares españoles posando con notables locales ante el hospital

LA EXPEDICIÓN ESPAÑOLA SE INSTALA EN GÒ- CÔNG

Mientras los oficiales médicos españoles destinados a Vietnam se hospedaron en una antigua construcción colonial, de amplias salas y techos altos, situada a dos quilómetros del hospital, los auxiliares ocuparon un barracón anexo más pequeño levantado en el patio contiguo pero que contaba con aire acondicionado generado por un grupo electrógeno. Todos ellos contaron con tres asistentas vietnamitas, contratadas por los norteamericanos, encargadas de la limpieza y la cocina a las que instruyeron en gastronomía española. Una de ellas, Thoa, fue herida estando embarazada de siete meses y tuvo que ser operada de urgencia.

Administrativamente, los médicos españoles dependían de dos organismos estadounidenses, el que les abastecía de medicinas e instrumental y el que se encargaba de los vehículos y el combustible. Además los norteamericanos les proporcionaron un equipamiento básico, que comprendía un chaleco antibalas, un fusil M-16 y una pistola, que los españoles utilizaron en sus guardias. En su uniforme de jungla del Ejército de los Estados Unidos cosieron una bandera española bordada en el brazo para distinguirse de los soldados estadounidenses. Como explica uno de los militares movilizados: “Maximo Cajal, entonces embajador en Tailandia, se afanó en que nuestra presencia resultara casi invisible, hasta el punto de que no quería que lleváramos uniforme”. A pesar de ello, algunos médicos optaron por lucir el atuendo del Ejército español con el que llegaron al país para así evitar ser confundidos con los norteamericanos. Por esta misma razón, los médicos españoles se dirigían a sus pacientes en francés. Así fue como la población autóctona les identificó como tay- ban- nha, que en lengua vietnamita significa “los españoles”.

población vietnamita refugiándose del fuego cruzado en un arrozal

MINAS Y FRANCOTIRADORES. LA RUTA HO CHI MINH

La zona donde se encontraba era altamente insegura ya que estaba bastante cerca de la llamada Ruta Ho Chi Minh por donde circulaban los guerrilleros del Vietcong. Ello quedó patente en el recibimiento que les dispensó un sargento estadounidense a su llegada a Saigón: “¿Cuántos sois, doce? Pues volveréis con vida a España tres o cuatro”. No le faltaba razón al suboficial americano. Cada noche los vietnamitas minaban las carreteras cercanas al hospital de los españoles y por la mañana los artificeros norteamericanos se dedicaban a limpiar los accesos al mismo. Tampoco las visitas a domicilio del equipo del capitán médico Francisco Faúndez Rodríguez a las aldeas de los cuatro distritos de la provincia (Hoa- Binh, Bin- Thang, Hoa- Lao y Hoa- Dong) fueron seguras ya que en las carreteras había francotiradores vietnamistas apostados entre los arrozales adyacentes, ello provocó que los desplazamientos en jeep se realizaran a grandes velocidades para evitar los disparos. Una vez en la población los sanitarios anunciaban su presencia mediante unos altavoces. Allí, con la ayuda de un enfermero y un traductor local entregaban medicinas para paliar enfermedades endémicas y vacunaban a los niños.

Con la presencia de estos médicos militares en Vietnam Franco aplacó las persistentes demandas del gobierno norteamericano. El primer contigente sanitario desplazado al sudeste asiático seria reemplazado en dos ocasiones. A finales de 1967, un año después de su llegada, se produjo el primer relevo aunque cuatro expedicionarios solicitaron continuar. Posteriormente se realizaron dos más cada seis meses, aunque hubo militares que voluntariamente prolongaron su estancia más tiempo hasta que, tras dos años, la misión española se retiró definitivamente. En total una treintena de militares participaron en la misma, entre médicos, practicantes, capellanes, intendentes y especialistas.

reportaje sobre la actuación de los médicos españoles en Vietnam


ESPAÑOLES EN LA GUERRA DE VIETNAM. LOS MÉDICOS DE FRANCO (I)

octubre 26, 2011

En 1964 estalló la llamada Guerra del Vietnam, conocida también como la Segunda Guerra de Indochina, que enfrentó a las tropas de Vietnam del Sur, que contaban con el apoyo de los Estados Unidos, contra la guerrilla marxista liderada por Ho Chi Minh. Lo que se intuía como un conflicto interno fratricida desembocó en la contienda más sangrienta de la Guerra Fría que mantenían norteamericanos y soviéticos.

tropas vietnamitas combatiendo durante la Guerra de Indochina

La retirada de las tropas coloniales francesas tras sufrir la debacle de Dien Bien Phu y tras la firma del Acuerdo de Ginebra en 1954 comportó la partición del país en dos. Por un lado la República Democrática de Vietnam al norte, con un gobierno comunista y partidario de la reunificación territorial, y por el otro Vietnam del Sur, un estado proamericano de marcado perfil anticomunista. Ambos bandos se enfrentaron en una guerra civil que derivó en un conflicto de calado internacional cuando en 1965 el gobierno presidido por Lyndon B. Johnson decidió intervenir militarmente tras comprobar la ineficacia de sus aliados survietnamitas para detener el avance de las fuerzas del norte. A los asesores enviados por Eisenhower y Kennedy que se encontraban en Vietnam desde 1955 asistiendo al régimen del presidente Ngo Dinh Diem en sustitución de los franceses, se les unió un primer contingente de marines, la 9ª Brigada que desembarcó en Da Nang el 8 de marzo de 1965. Posteriormente, cerca de 40.000 soldados norteamericanos fueron enviados a Vietnam. Tras la firma de los Acuerdos de Paz de Paris, en marzo de 1973 se concretó la retirada definitiva de las tropas americanas. La guerra continuó hasta que en 1975 el pueblo vietnamita derrotó a las fuerzas del régimen sureño apoyadas por los norteamericanos.

LA INTERNACIONALIZACIÓN DEL CONFLICTO

El desarrollo de la guerra motivó que el gobierno norteamericano cercara la cooperación de otros países. El pentágono consideró que si conseguía la involucración de otros estados en la contienda su participación quedaría legitimada ante la comunidad internacional. Además conseguiría reducir o, si más no, aligerar el enorme desgaste económico que suponía para las arcas norteamericanas el conflicto. Así fue como el gobierno americano consiguió la colaboración de diversos países, aunque estos participaron de forma desigual en la guerra. Mientras algunos accedieron a mandar tropas a suelo vietnamita, como fue el caso de Australia, Filipinas, Corea del Sur, Tailandia y Nueva Zelanda, otros optaron por contribuir suministrando material y equipos médicos, como hicieron los gobiernos de Suiza, Irán, Marruecos, Gran Bretaña y Alemania. El presidente Johnson también consiguió otro tipo de apoyos, aunque meramente testimoniales, como los de Taiwán y España.

el lider comunista vietnamita Ho Chi Minh

LA ESPAÑA DE FRANCO: EL SUPUESTO ALIADO ANTICOMUNISTA

En su afán por conseguir el mayor apoyo internacional posible, el máximo mandatario norteamericano llegó a cursar una misiva personal a Franco en julio de 1965 para pedirle que colaborara con Estados Unidos mandando un contingente de tropas a Vietnam. Johnson confiaba en que el perfil anticomunista del dictador, unido a su deseo por romper el aislamiento internacional como quedó demostrado con la firma del tratado bilateral entre ambos países en 1953, posibilitaría la participación militar de España en el conflicto asiático.


el presidente Lyndon B. Johnsn visitando a las tropas norteamericanas en Vietnam (1966)

La petición originó un intenso debate entre el Ministro del Ejército, el general de división Camilo Menéndez Tolosa, dispuesto a enviar tropas para luchar contra el comunismo y Fernando Maria Castiella, Ministro de Exteriores, partidario de la no intervención. Franco, tras consultar con el vicepresidente de su gabinete, el general Muñoz Grandes, zanjó la polémica rechazando el envío de unidades de combate pero accediendo a mandar un pequeño contigente militar sanitario.

Así fue como, lejos de confirmar las expectativas de Johnson, Franco rehusó acceder a su petición. En su carta de respuesta al máximo dignatario estadounidense, fechada en agosto de 1965, el dictador predijo la derrota norteamericana argumentado que la guerra de guerrillas favorecía a la insurgencia vietnamita: “política y militarmente su guerra la tienen perdida debido a que el comunismo social agrada al pueblo vietnamita ya que ofrece más posibilidades que su sistema liberal occidental”. Por si esto fuera poco, Franco mostró su admiración por la figura de Ho Chi Minh, a quién consideró “un patriota que podría ser el hombre que en esta hora Vietnam necesita”. Esa fue la última vez que ambos líderes mantuvieron correspondencia epistolar. A pesar de la negativa de Franco a mandar unidades de combate si que autorizó el envio de un reducido contingente de médicos miltares españoles al país asiático para que prestaran ayuda logística a los norteamericanos.