DISCRIMINACIÓN ÉTNICA Y COLONIALISMO. EL FÚTBOL ECUATOGUINEANO BAJO EL FRANQUISMO (III)

mayo 9, 2012

La etapa de dominio colonial español supuso para Guinea Ecuatorial la fragmentación de sus competiciones futbolísticas que, como hemos analizado en anteriores entradas, se dividieron en campeonatos para colonos e indígenas. El apartheid se mantuvo hasta que el país logró su emancipación nacional en 1968 aunque ello no fue ápice para que siguieran apareciendo futbolistas de calidad. Muchos de ellos presenciaron ocho años antes de conseguir Guinea Ecuatorial su independencia, una gira muy singular. Aquella que en 1960 llevó por tierras africanas al RCD Español.

acto en Guinea Ecuatorial presidido por autoridades coloniales españolas

BATA COMO REFERENTE DEL FÚTBOL PENINSULAR

Más allá del fútbol insular, el balompié ecuatoguineano también tuvo sus años dorados en el continente. Fue en los años cincuenta cuando en se desató la pasión por el deporte rey en el viejo estadio de Santa María de Bata, la ciudad más poblada del país capital de la región continental. Clubes como el Deportivo Bata de Rio Muni o el Cultural deslumbraban con el fútbol desplegado por jugadores bateños como los hermanos Mbuamangongo, Amador Epam Botala, el medio centro Ibongo Iyanga, el guardameta Bosendje o Bruno Bendung; o por los discípulos de Edmundo Collins Jones, entrenador del Cultural, Samuel Marqués Cámara, Marcelino Riokalo, Manuel Gerona, Loeri Komba, Leoncio Montero, Martín Endje, Salvador Watre Mba, Vicente Engoga –padre del que fuera jugador de la Primera División española en la década de los noventa y posteriormente seleccionador de la Nzalang Nacional– o Pedro Bodipo, tío del delantero del Deportivo de La Coruña Rodolfo Bodipo.

alineación del RCD Español que jugó en Bata contra la selección de Santa Isabel

EPÍLOGO: EL FÚTBOL DE LA METROPOLIS DESEMBARCA EN LA COLONIA

Corría el año 1960 cuando el RCD Español se trasladó a Nigeria para disputar algunos partidos enmarcados dentro de los actos de conmemoración del primer aniversario de la independencia de dicho país africano. Ante el interés mostrado por las autoridades de Guinea Ecuatorial, el club españolista decidió alargar su gira jugando allí dos encuentros amistosos que no estaban previstos de antemano.

La expedición españolista estuvo comandada por el vicepresidente del club por aquel entonces, Juan Malaret, y contaba con el célebre ex guardameta Ricardo Zamora como técnico. Durante su mini gira por Nigeria y tierras ecuatoguineanas el combinado blanquiazul, integrado por jugadores suplentes y promesas como el recién fichado internacional danés Leif Poulsen, se enfrentó el 22 de octubre de 1960 en el estadio de Santa Isabel a un equipo formado por futbolistas locales al que derrotó por 10 goles a 0. El otro partido que jugó fue contra una selección de jugadores de Bata, dirigida desde el banquillo por Edmundo Collins Jones, técnico del Cultural de Bata. El resultado final fue favorable a los españolistas que batieron al conjunto local por 6 goles a 3.

Ricardo Zamora salta al campo de Bata al frente del conjunto blanquiazul

El RCD Español fue el único club español que jugó en suelo guineano durante la época colonial. El balance final de su gira africana fue de cuatro victorias y dos derrotas, ambas contra equipos nigerianos, iniciando su andadura por tierras africanas con una goleada ante la selección de Kano. Parece ser que los partidos disputados en Guinea Ecuatorial fueron una realidad gracias a la intervención de Enrique Roselló, en aquellos años directivo del Español y a la par miembro de la familia propietaria de la empresa SUMCO, una de las mayores compañías de Guinea Ecuatorial con sucursales en Bata y Santa Isabel que distribuía desde artículos autóctonos, como café, cacao o bananas, hasta productos de marcas europeas como Renault, Humber, Hilman o Shell.

 

formaciones del RCD Español y un combinado de jugadores locales en un partido de la gira africana


DISCRIMINACIÓN ÉTNICA Y COLONIALISMO. EL FÚTBOL ECUATOGUINEANO BAJO EL FRANQUISMO (II)

abril 24, 2012

El acceso al poder del ex alcaide de Black Peach, Teodoro Obiang Nguema, certificó el inicio de una nueva era para el fútbol de Guinea Ecuatorial. El final del colonialismo se evidenció en la desarticulación de las anteriores estructuras deportivas impuestas por el franquismo, como la liga indígena. La independencia política del país comportó la unificación del campeonato nacional de liga ecuatoguineano y el fin del apartheid futbolístico.

Manuel Fraga, ministro de Información, y Macías Nguema firmando el Acta de Independencia de Guinea Ecuatorial en 1968

BANEY- REBOLA. UN DERBI DE MÁXIMA RIVALIDAD

Lejos quedan aquellos tiempos en los que todos los pueblos de la isla contaban con su propio campo de fútbol. Municipios como Bososo, Bantabaré, Musola o Luba tenían una cancha donde los jóvenes correteaban detrás de un balón. El fútbol se vivía con pasión, pero en Rebola se había convertido en una verdadera religión.

La década de los sesenta fue testimonio de la rivalidad entre Rebola y Baney, dos localidades situadas al sudeste de Malabo en el extremo norte de la isla que rivalizaban futbolísticamente en el llamado campeonato regional, instituido en 1948 por la Federación Guinea Española de Fútbol, entidad que regía este deporte cuando el país era una colonia española.

Los partidos entre los equipos de ambas ciudades –hasta siete clubes acumularon en diversas categorías– eran vividos por la afición con una pasión extrema sólo comparable con el respeto que profesaban a morimó, el alma de los muertos según la creencia autóctona. Los derbis entre el Real Baney y el Real Rebola poco tenían que envidiar a otros partidos de máxima rivalidad. Desvencijados campos contemplaban las evoluciones de futbolistas como Sokoloté, Silebó, Bosepa o los rebolanos Bita I, Bokoso, Ebulabaté, Millán o el defensa central Buika que militaba en el Real Rebola.

sello de Guinea Ecutorial durante la etapa colonial española

COLONOS Vs INDÍGENAS. EL APARTHEID DEL FÚTBOL ECUATOGUINEANO

El Real Rebola ganó su primer y último título de liga de la recién creada Primera División en 1979, cuando coincidiendo con el golpe de estado de Obiang el balompié ecuatoguineano se unificó en una única competición abandonando el sistema anterior, cuando se jugaban dos campeonatos distintos: una para clubes integrados por colonos europeos y otra donde competían los equipos locales, la llamada liga indígena donde competían conjuntos como el Hércules, Escolar, Español de Santiago de Baney, Isleño, Oriental, San Fernando y el citado Cultural, todos ellos radicados en Santa Isabel, nombre que recibió Malabo durante el periodo colonial.

Sin duda, los años de esplendor del Rebola habían pasado a la historia. Un equipo bajo sospecha y marginado por las autoridades por el simple hecho de ser el club bubi de Bioko. El acoso gubernamental llegó hasta el extremo de encarcelar en 1998 a su entonces entrenador, Ildefonso Montero, el popular Jau, por sus presuntas actividades contra el régimen. Montero fue arrestado junto a diversos militantes del partido Convergencia Para la Democracia Social (CPDS), el principal grupo político opositor liderado por Plácido Micó.

Otro de los clubes insulares más destacados fue el Club Deportivo Río Muni, el equipo de los fangs de Bioko. Allí destacó por encima del resto de futbolistas Ramón N’nandong, conocido popularmente como el maestro, un técnico centrocampista que hizo las delicias del público que domingo tras domingo acudía a ver sus evoluciones en el viejo estadio de Santamaría. N’nandong, como tantos otros, acabó sus días pobre y enfermo tras emigrar en 2004 a Gabón en busca de un mayor reconocimiento.

mapa del pais que comprende su territorio insular y peninsular


DISCRIMINACIÓN ÉTNICA Y COLONIALISMO: EL FÚTBOL DE GUINEA ECUATORIAL BAJO EL FRANQUISMO (I)

abril 13, 2012

Por primera vez en su historia la selección de Guinea Ecuatorial ha disputado en el año 2012 una fase final de la Copa de África. No lo ha hecho por méritos propios sino como anfitrión del evento que ha coorganizado junto a Gabón. Su participación y el hecho de superar la fase de grupos ya es todo un éxito para la Nzalang Nacional, término fang que significa rayo con el que se conoce al conjunto ecuatoguineano, en un país donde el fútbol y el poder mantienen unas relaciones muy particulares.

Obiang (izquierda) y Macías (derecha) líderes del país tras el colonialismo

MACÍAS Y OBIANG. DE LA INDEPENDENCIA AL ESTADO AUTÓCRATA

Tras la proclamación de independencia de 1968 Francisco Macías Nguema, un ex funcionario de la administración colonial franquista, asumió la presidencia de la antigua colonia española. El llamado Auschwitz africano, conocido así por su afán represor y sus elogios a Adolf Hitler (al que llegó a tildar como “padre de África”), instauró un régimen autocrático que se sostuvo gracias al Partido Único Nacional de los Trabajadores (PUNT) hasta el golpe de estado protagonizado en 1979 por su sobrino, Teodoro Obiang Nguema. Lejos de llevar a cabo un proceso democrático Obiang se perpetuó en el poder. Durante sus mandatos fueron habituales las corruptelas y el tráfico de influencias. Unas prácticas que afectaron al fútbol ecuatoguineano.

Un ejemplo de las mismas la tenemos en los tejemanejes de su hijo Ruslan Obiang Nsue al frente de la Secretaria de Estado de Juventud y Deportes hasta su destitución en octubre de 2011. El cese de Ruslan sumió al fútbol ecuatoguineano en una pugna fratricida por el poder entre él y el nuevo Ministro de Juventud y Deportes Eyegue Obama con la inclusión en el equipo nacional de diversos jugadores nacidos fuera del país en detrimento de aquellos que juegan en la liga española como telón de fondo. A ello hay que sumarle la renuncia de Pedro Mba Obiang, el joven centrocampista que milita en la Sampdoria italiana y a la par sobrino de Obiang Nguema, a ser convocado por Guinea Ecuatorial por las discrepancias que mantiene con su tío.

Obiang preside el gobierno de Guinea Ecuatorial tras el golpe de estado de 1979

Los sucesivos cambios de técnico al frente de la selección, producto de las continuas injerencias de las autoridades, tampoco han permitido que el equipo ecuatoguineano pudiera preparar con garantías su primera participación en la Copa de África. Las renuncias de entrenadores como Vicente Engonga (descontento con la política de nacionalizaciones que permitió el inclusión de futbolistas cameruneses y brasileños en la selección), Carlos Lobo Diarte (aquejado de problemas de salud) o el francés Henri Michel (que presentó su dimisión a menos de un mes de empezar el trofeo tras constatar como un jugador había sido convocado para la Nzalang sin contar con su aprobación) han permitido constatar las incesantes intromisiones de los jerarcas en el fútbol ecuatoguineano. Un deporte ya lastrado por la endémica discriminación étnica existente que merma el potencial de su combinado nacional.

LA INCIDENCIA DE LA EXCLUSIÓN ÉTNICA EN EL FÚTBOL

El ascenso de Obiang Nguema, antiguo alcaide de la siniestra cárcel de Black Beach, al poder al frente del Partido Democrático de Guinea Ecuatorial (PDGE) supuso el ostracismo de la etnia bubi, una de las muchas existentes en el país. El dictador, cuya familia pertenece a los fang, marginó a los bubitos –como les llama despectivamente– de la selección nzalang. De hecho, el combinado nacional ecuatoguineano hasta el ascenso al poder de Obiang era conocido como  Basilé Nacional, término fang que hacía referencia al homónimo monte situado al norte de Bioko. El  título pretendía equiparar a la defensa del equipo con la impenetrabilidad de dicha elevación montañosa. Posteriormente, la denominación fue cambiada por la actual Nzalang Nacional, una palabra usada por los fang, la etnia a la que pertenece Obiang.

El régimen practicó una política de exclusión social, iniciada por Macías, sobre los bisiós, ndowés, combes, bengas y bubis con respecto a los fang, la etnia mayoritaria en Guinea que controla todos los resortes del poder. Un ejemplo de este hostigamiento gubernamental a los bubis lo tenemos en el proceso que en 1998 llevó a 117 miembros del denominado Movimiento por la Autodeterminación de la Isla de Bioko (MAIB) pertenecientes a dicha etnia al banquillo por un supuesto intento de magnicidio (15 de los acusados fueron condenados a pena de muerte). Nada extraño respecto a lo que sucede en otros países del continente africano si no fuera porque los bubis, la etnia mayoritaria en la isla de Bioko, siempre se caracterizaron por su gran habilidad con el balón en los pies.

miembros de la comunidad étnica bubi de Balachá asentada en la isla de Bioko